Probamos el Subaru Forester EcoHybrid, un SUV dinámico, cómodo y amplio... pero de consumo mejorable

Nota de Motorpasión

El nuevo Subaru Forester se pasa a la hibridación. Desde hace más de 20 años, el Forester reúne todas las cualidades tradicionales de Subaru en un formato SUV. Su concepto es casi inamovible, especialmente su motor bóxer, y sin embargo en Subaru tuvieron que resignarse a crear un Forester híbrido. Probamos el nuevo Forester EcoHybrid y averiguar qué tal le sienta la hibridación a esta institución.

El Forester es un icono de la marca nipona. Las bases de su diseño no han variado, es casi indiferente a las modas. Estilo sin florituras, proporciones clásicas, techo alto y recto y portón trasero casi vertical. Por supuesto, equipa motores tipo bóxer -de cilindros opuestos- y una tracción integral simétrica permanente.

Esta quinta generación de Subaru Forester, que estrena una motorización híbrida llamada e-boxer, no es una excepción a la regla. Y si bien estamos frente a un coche completamente nuevo, estéticamente hablando, tiene rasgos continuistas con la anterior generación.

El diseño del nuevo Subaru Forester no ofrece cambios radicales. Simplemente, evoluciona. Tiene rasgos muy marcados de Subaru Ascent, el SUV de ocho plazas del fabricante nipón, y un frontal muy parecido al del Forester anterior. Es en los laterales y en la zaga donde los cambios son más marcados. Los flancos del Forester están ahora mucho más esculpidos, con marcados pasos de rueda, por ejemplo.

Además, algo tan sencillo como la línea ascendiente de la tercera luna lateral hace que el aspecto del coche cambie totalmente, al menos en la vista lateral. La zaga, por su parte, cuenta con los pilotos traseros en forma de C (visto en algunos de los concept cars de la marca, como el VIZIV Performance Concept o el VIZIV Tourer Concept) con una franja negra que los une visualmente.

Por otra parte, a pesar de una estética que evoluciona, con el paso de las generaciones el Forester tiene cada vez más un aspecto de todoterreno, de SUV diríamos ahora, y ha dejado atrás los tiempos en los que parecía un todocamino. Sus dimensiones (4,63 m de largo por 1,73 m de alto) lo sitúan también en un segmento superior. Y es que aunque su diseño lo esconde, es del mismo tamaño que un Jeep Cherokee o un Lexus NX. Vamos, que ahora es un coche grande. De hecho, es tan solo 7 cm más corto que un Volvo XC60 o un Alfa Romeo Stelvio.

El principal cambio que afecta a este modelo de nueva generación es el que no se ve. Además de una nueva plataforma (la Subaru Global Platform) que comparte con el nuevo Subaru Impreza, el Forester estrena versión híbrida e-boxer, bautizada en España EcoHybrid. Y si bien en otros mercados cuenta con motorizaciones más tradicionales, como un 2.5 litros de 180 CV en Estados Unidos, en España el Forester está únicamente disponible con esta motorización híbrida.

Mientras algunos de sus rivales optan por equipar potentes motores eléctricos para ayudar al motor térmico, Subaru ha optado para asistir a su 2.0 litros de 150 CV de ciclo Atkinson (con 80% de piezas nuevas con respecto al anterior) asociarlo a un pequeño motor eléctrico de 17 CV y ubicado en la caja de cambios automática CVT.

La batería del Forester EcoHybrid está situada en el doble fondo del maletero. Su capacidad es de tan sólo 0,6 kWh.

Una mini batería de iones de litio de 0,6 kWh (en un Toyota RAV4 es de 1,5 kWh) y alojada debajo del piso del maletero completa este sistema. La hibridación del Forester ha supuesto añadir 110 kg de peso y reducir el depósito de gasolina de 60 a 48 litros. Cabe destacar que el Forester no carece de modo EV (100 % eléctrico) y que solo en algunas ocasiones por debajo de 40 km/h se mueve de forma eléctrica a lo largo de unos pocos metros.

Dinámico en carretera y en pistas de tierra

Hay apartados que Subaru domina muy bien. Y este Forester es una nueva prueba de ello. El chasis es ultra rígido y tiene un centro de gravedad bajo (gracias a su motor bóxer, cuyos cilindros están en posición horizontal) y es algo que se hace evidente en las curvas. El tren delantero es preciso y reactivo, la dirección suficientemente rápida para que el Forester sea vivo en las curvas.

Prácticamente no hay balanceo, pero sí un ligero barqueo. En regla general, las suspensiones brindan un elevado confort combinado con un excelente guiado y aplomo. Vamos, que si bien el conductor y sus pasajeros se hundirán en los asientos -que no sujetan nada, por cierto-, el coche tomará las curvas casi en plano. Y eso que el coche tiene una altura libre de 22 cm. El Forester es uno de esos pocos SUV que se comportan a nivel dinámico como las mejores berlinas.

No solamente es vivo y preciso, es también muy cómodo. Las suspensiones lo filtran casi todo a la perfección, manteniendo siempre el aplomo del coche. Esto, unida a una excelente insonorización, hacen de este nuevo Forester un modelo muy refinado. En este aspecto, está al nivel de los mejores del segmento, como Lexus y otros fabricantes premium.

Otro aspecto en el que el Forester destaca es fuera del asfalto. Sin ser un todoterreno extremo, como podría ser un Toyota Land Cruiser, el SUV de Subaru cuenta con una tracción integral permanente con dos modos de funcionamiento en off-road (nieve/tierra/arena y barro/nieve profunda) y control de descenso que le permite salvar obstáculos de forma muy honorable, al mismo tiempo que hace gala de una excelente motricidad (neumáticos Bridgestone Dueler de 225/60 R17).

Un sistema híbrido que se queda corto

Sin embargo, este panorama halagüeño se queda algo ensombrecido por un sistema híbrido que no lo hace ningún favor al Forester. En conjunto tiene 150 CV y como en la mayoría de los híbridos, el motor eléctrico debería ayudar a conseguir una buena aceleración. Pues no, con un 0 a 100 km/h en 11,7 segundos, el Forester es lento. Y la culpa recae tanto en la gestión de la caja de cambios CVT como en la débil potencia del motor eléctrico.

Y es que, por ejemplo, un Toyota RAV4 Hybrid 4x4 de 39.100 euros y 218 CV efectúa el 0 a 100 km/h en 8,4 segundos. Es verdad que su motor gasolina es ligeramente más potente que en el Forester (177 CV), pero es que cuenta con un motor eléctrico de 120 CV (y otro de 52 CV cuya función es convertir el RAV4 en un tracción integral).

En cuanto a la gestión del cambio CVT no parece acertar en la relación ideal. En teoría, el cambio CVT es el cambio perfecto. En teoría, porque en la práctica en este Forester duda demasiado entre mantener la aceleración o usar relaciones largas para una conducción relajada e intentar reducir el consumo.

Así, a menudo el régimen motor a 120 km/h es de 3.500 rpm e incluso hasta 4.000 rpm, pues usa relaciones cortas para acelerar. El problema es que llevamos ya un buen rato en autopista a velocidad constante. Por otra parte, en ciudad, cuando serían deseables relaciones de cambio más cortas para dar brío al motor, el sistema a menudo escoge relaciones largas provocando una sensación de lentitud.

La elección de un sistema híbrido tan discreto no le hace ningún bien al Forester. No solamente añade 110 kg al coche, sino que no le ayuda en las fases de aceleraciones, es decir, justo cuando más lo necesita y permite reducir el consumo del coche. De hecho, el Forester es uno de los pocos híbridos en exhibir un consumo más elevado en ciudad que en carretera.

En principio, la vertiente eléctrica de un híbrido logrado domina la conducción en zonas urbanas, reduciendo notablemente el consumo, y en carretera deja que el motor gasolina tenga prioridad, pues es a velocidad más o menos constante que el motor gasolina consume menos. Aquí, no se aprecia. En ciudad, el consumo sube a 8,5 l/100 km, mientras que en carretera a ritmo suave puede bajar hasta los 7 l/100 km. Así, no es de extrañar que a lo largo de nuestra prueba este Forester haya arrojado una media de 11 l/ 100 km.

Tampoco me explico el interés de esta hibridación en términos de emisiones de CO2 homologadas, al menos para Europa. Estamos hablando de 185 g/km en ciclo WLTP. Llama la atención que sean tan sólo 7 g/km menos que un CUPRA Ateca de 300 CV. A modo de comparación, el RAV4 híbrido 4x4 de 220 CV homologa 125 g/km.

Una habitabilidad de notable

El diseño interior del Forester es también muy Subaru, agradable y funcional pero sin estridencias. Aquí no hay pantalla táctil gigante ni instrumentación digital. Eso sí, el salpicadero es más actual y destaca la nueva pantalla multimedia de 8 pulgadas.

El conjunto desprende calidad y el ensamblaje parece robusto. Frente a las producciones europeas, la calidad percibida puede parecer inferior, pero en el fondo es una cuestión cultural. Aquí, Subaru persigue una cierta robustez antes que un plástico mullido. Y cuando quiere hacerlo, Subaru, puede. Por ejemplo, el material del salpicadero con costuras imita muy bien la apariencia del cuero. Y aunque al tacto es evidente que no es cuero, sigue siendo de un tacto agradable.

Otro punto fuerte del Forester es su habitabilidad. Así, los pasajeros de plazas traseras gozan de un espacio muy amplio, tanto en anchura como en longitud. En ese aspecto, el Forester está a la altura de los mejores del segmento, como el Toyota RAV4, y se acerca a modelos más grandes, como el SEAT Tarraco. Incluso el pasajero central trasero tiene más espacio que en muchos otros SUV, aunque sigue siendo una plaza temporal ya que en esa zona el asiento es un poco corto y no tan ancho.

El maletero, en un coche con vocación familiar como este, es muy amplio (509 litros), con una apertura igualmente amplia y un umbral de carga bajo. Sus formas cuadradas lo hacen además muy aprovechable.

Cuenta con ganchos en los laterales para sujetar bolsas, tomas de 12 V y se pueden abatir los respaldos de los asientos traseros (de forma asimétrica) desde el maletero tirando de una práctica palanca en los laterales. En ese caso el maletero alcanza los 1.779 litros y un plano de carga totalmente...plano.

En cambio, la rueda de repuesto ha desaparecido del doble fondo ya que es ahí donde se encuentra la batería del sistema híbrido. Aun así, hay huecos para guardar toda clase de objetos, como los triángulos.

Prioridad a la seguridad

El equipamiento del Subaru Forester refleja muy bien la filosofía de la marca, dar prioridad al equipamiento realmente útil. Es todo muy racional. Por ejemplo, el protón de maletero no se puede abrir pasando el pie por debajo del parachoques como en muchos otros modelos. Sin embargo, desde el primer nivel de acabado (Sport Plus) dispone de airbags frontales, frontales laterales, de cortina y de rodilla, detección de tráfico cruzado y el sistema EyeSight.

Éste integra las funciones de frenada pre-colisión, asistencia a la frenada pre-colisión, aviso de salida del carril, permanencia en el carril, aviso de derrapaje, aviso de avance de coche delantero y control de crucero adaptativo.

En Subaru ha preferido así ofrecer un completo equipamiento de seguridad pasiva y activa antes que elementos que algunos podrían considerar gagdgets y no son realmente imprescindibles. Y es que la seguridad es una de las prioridades de la marca y se aprecia en detalles tan simples como un recordatorio en la pantalla digital del cuatro de instrumentos de comprobar los asientos traseros por si en un momento dado alguien se le puede olvidar el niño o el perro.

En el siguiente nivel de acabado, el Executive, Subaru incluye entre otros elementos el sistema de monitorización del conductor y un monitor de vista lateral, que si bien no sustituye una cámara frontal resulta muy útil tanto para aparcar y no darle al bordillo como en situación off road para saber exactamente donde está la rueda.

Eso no significa que no cuente con elementos de confort. Al contrario, equipa de serie el sistema de infoentretenimiento con pantalla táctil de 8 pulgadas con sistema de audio de 6 altavoces compatible con Apple Car Play y Android Auto, el control por voz, cuatro puertos USB, climatizador bizona y cámara de visión trasera, por ejemplo.

En regla general, el Forester goza de un completo equipamiento desde el acabado de acceso (Sport Plus, desde 32.950 euros). La única opción disponible es el color, que cuesta 550 euros (en nuestra unidad de prueba es el verde Jasmine Green Metallic) siendo el rojo Venetian Red el color gratis. Por lo demás, todo son accesorios, como portabicis, bacas, alfombrillas, etc. Incluso las llantas están catalogadas como accesorios. Si no gustan las de 17 pulgadas de serie, están disponibles llantas multibrazo de diseño deportivo y con acabado negro brillante en 18 pulgadas por 1437 euros el juego (sin mano obra ni neumáticos).

Los fabricantes europeos no creyeron en las motorizaciones híbridas. Así, para quien busque un híbrido, los rivales más directos de este Subaru Forester son el Toyota RAV4 y el Honda CR-V. Ambos modelos destacan por su habitabilidad, una calidad similar a la del Subaru (aunque quizá Honda domine mejor el tema de la calidad percibida) y un precio similar. En ocasiones el equipamiento de seguridad puede ser inferior o haya que recurrir a acabados intermedios o superiores para igualarlo, tanto RAV4 como CR-V son más potentes que el Forester y consumen menos. Es más el RAV4 se permite el lujo de estar exento del impuesto de matriculación.

Subaru Forester EcoHybrid: nuestra valoración

7.7

Diseño exterior 7
Diseño interior 7
Calidad 8
Habitabilidad 8
Maletero 8
Motor 7
Seguridad 9
Comportamiento 8
Comodidad 8
Precio 7

A favor

  • Comportamiento en carretera y en offroad
  • Habitabilidad
  • Equipamiento de seguridad
  • Muy cómodo

En contra

  • Cambio CVT
  • Consumo

El nuevo Subaru Forester está repleto de cualidades que hacen de él uno de los mejores SUV del mercado. Ofrece una excelente habitabilidad, con un amplio maletero y cierta versatilidad. Es dinámico a la vez que cómodo en carretera y soberbio en las pistas de tierra. Su tracción integral aporta además seguridad en todas las circunstancias Y si bien su equipamiento no tiene todos los gadgets que están de moda actualmente, lo compensa con una dotación de serie de elementos de seguridad activa y pasiva que en muchos otros SUV del mercado solo son caras opciones.

Todo OK hasta que llegamos al sistema híbrido. Se le puede perdonar que sea el más lento de sus rivales, aunque el ser rápido es también una baza de seguridad en adelantamiento. No, el verdadero problema de este sistema híbrido es que es muy débil como para realmente ayudar al motor de gasolina y así reducir el consumo. Sí, se beneficia de la etiqueta ECO, pero al final, una media de 11 l/ 100 km para un SUV familiar muy tranquilo, puede ser una píldora difícil de tragar para muchos. Y su único público vendrá a ser el que haga mucha carretera, donde el consumo es más razonable, y poca ciudad. Es una pena, porque lo demás, Subaru ha dado en el clavo.

Subaru Forester 2.0 e-Boxer "EcoHybrid"

Precio

Desde 32.950 euros

Motor

Gasolina: 4 cilindros bóxer; 1.995 cc. Inyección directa. 4 válvulas por cilindro. + 1 motor eléctrico

Potencia máxima (gasolina/eléctrico/total)

150 CV a 5.600 rpm / 12,3 kW (17 CV) / 150 CV

Par máximo combinado

260 Nm

Transmisión

Tracción integral. Cambio de variación continua CVT de 7 relaciones

Dimensiones

Largo x ancho x alto (mm): 4.625 x 1.815 x 1.730

Batalla

2.670 mm

Ángulos offroad

Entrada/salida/ventral: 20º/26º/21º

Altura libre

220 mm

Maletero

509 litros

Peso

desde 1.731 kg

80 a 120 km/h

9 s

0 a 100 km/h

11,8 s

Velocidad máxima

188 km/h

Consumo medio homologado (ciclo WLTP)

8,1 l/100 km

Emisiones CO₂ homologadas (ciclo WLTP)

185 g/km

Consumo medio en prueba

11 l/100 km

El coche para esta prueba ha sido prestado por Subaru. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas

Fotografía | Daniel Murias y Subaru

En Motorpasión | Probamos el Toyota RAV4 2019: sólo híbrido y más amplio y dinámico, desde 33.950 euros | Probamos el Honda CR-V Hybrid: el primer SUV híbrido de Honda en Europa, con la etiqueta ECO como guinda del pastel

También te puede gustar

Portada de Motorpasión

Ver todos los comentarios en https://www.motorpasion.com

VER 13 Comentarios