Adiós al Nissan Pulsar, un compacto infravalorado nacido en una familia dominada por el fenómeno SUV

Nissan Zona Franca dejará de fabricar el Pulsar en julio de 2018. Se termina la corta vida de un buen compacto, el Nissan Pulsar, que fue a nacer en una familia dominada por los SUV. Es un final triste pero previsible. Tanto, que algunos esperábamos este momento desde hace ahora casi un año, que se dice pronto.

Fue entonces cuando llegó a mis oídos el rumor. El Nissan Pulsar no tendría continuidad, más allá del último restyling de motores, que se presentó en 2016. Y quien me lo contaba sabía de qué hablaba. Las razones para anticipar la muerte del Nissan Pulsar eran bastante evidentes.

A Nissan la salvó de la muerte el primer Qashqai. Es algo reconocido por la marca y más que sabido en el sector que sin el Qashqai hoy quizá Nissan no existiría como la conocemos. Más adelante el Juke acabó de poner a Nissan en la senda de los crossovers, como los llama la firma nipona, dejando prácticamente a un lado el resto de las configuraciones.

Nissan busca la completa identificación de su marca con el segmento crossover. En un mundo en el que los diseños se parecen unos a otros como gotas de agua, la estrategia de Nissan es tan clara como clara es una de sus consecuencias: el Nissan Pulsar no cabe en ese esquema.

Menos aún, si tenemos en cuenta que el Nissan Pulsar debía haberse fabricado en Reino Unido pero finalmente se produjo en Barcelona, aunque parte de sus componentes procedieran del parque de proveedores británicos. El lógico encarecimiento del producto final no ayudó al Pulsar comercialmente.

Nissan destinó 130 millones de euros a la producción del Pulsar.

De unas expectativas de ventas fijadas allá por 2014 en 64.000 unidades anuales para toda Europa, de las cuales entre 8.000 y 10.000 se quedarían en España, el Pulsar se tuvo que conformar con un pico de ventas en 2015, cifrado en 43.467 unidades en el grueso del mercado europeo, para pasar a 31.699 unidades en 2016, frente a unas expectativas de unas 80.000 para aquel ejercicio. En 2017 se calcula que se han vendido alrededor de 20.000 unidades del Nissan Pulsar.

Podría aplicarse al caso Pulsar el dicho popular que afirma que entre todos la mataron y ella sola se murió. Nissan se volcó en los SUV y crossovers y renunció a vender el Pulsar. Ni siquiera lo veíamos en las presentaciones de gama, apenas tenía apariciones en publicidad... ¿Pulsar? ¿Eso qué es lo que es?

Un compacto anodino en diseño exterior, impresionante en dinámica y respetable en motores

Pues es una lástima, porque el Nissan Pulsar es un buen compacto, en realidad. Lo primero que llama la atención de él es un diseño exterior ciertamente anodino, que no transmite demasiado apego a la vida. Recuerdo haber dicho enseguida algo así como que nacía envejecido, y lo mantengo. Sin embargo, al sentarse al volante la sensación cambia.

Para empezar, por su posición de conducción, que es realmente cómoda y ergonómica, y por el espacio destinado a los acompañantes, que responde con fidelidad al concepto de amplitud. Para continuar, por el desempeño que le proporcionan los motores dCi y DIG-T, al menos en sus versiones de 110 CV y 115 CV respectivamente, que he tenido oportunidad de probar de forma amplia, en asociación con una caja de cambios que le sienta como un verdadero guante.

Aunque donde el Nissan Pulsar realmente me ganó fue en el apartado dinámico. Cuenta con un chasis fiel, la dirección es muy firme y bastante precisa, de las que hoy en día cuestan ya de encontrar en el segmento, y en el punto menos positivo adolece de algo de blandura en la suspensión, lo que al fin y al cabo sirve para compensar un poco el comportamiento del chasis.

Sí, es una lástima. Asistimos a la muerte de un compacto que nació para intentar rascar algo en el segmento que más ventas reportaba a las marcas en 2014, pero nació en la familia equivocada, una casa donde si uno no se apellida Crossover o lleva sangre de industrial en las venas poco tiene que hacer.

Reajustes en Nissan Barcelona

Mercedes-Benz Clase X, fabricada en Nissan Zona Franca.

La planta de la Zona Franca no sólo dejará de fabricar el Nissan Pulsar, sino también la Nissan NV200 Evalia, la variante de pasajeros de la furgoneta Nissan NV-200. No obstante, continuará produciendo la Nissan NV200 comercial y las versiones eléctricas para pasajeros y para mercancías, las Nissan e-NV200 y e-NV200 Evalia. También se mantienen en Barcelona la Nissan NP 300 Navara, la Renault Alaskan y la Mercedes-Benz Clase X, que está llamada a ser la locomotora de la fábrica barcelonesa, con una previsión de 20.000 unidades anuales.

Paul Wilcox, presidente de Nissan Europa, afirma que los reajustes que vivirá la planta responden a "un cambio en la demanda de mercado de los clientes europeos y de una nueva tendencia que los trae a reforzar su liderazgo en el segmento de los vehículos eléctricos y los crossovers".

Estos reajustes pasarán por intentar mantener los 4.800 puestos de trabajo que tiene Nissan en Barcelona, donde durante el último año fiscal, que fue de abril 2016 a marzo 2017, se produjeron algo más de 110.000 vehículos, frente a una previsión de 90.300 unidades para el último ejercicio, que se cerrará en el próximo mes de marzo. La capacidad total de esta factoría es de 200.000 unidades.

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