Miles de madrileños se vieron obligados a cambiar de coche para tener etiqueta y circular por su ciudad. Se lo podrían haber ahorrado porque el Ayuntamiento empalma una moratoria tras otra

A pocos días de que todos los coches y vehículos sin etiqueta no pudieran pisar Madrid, el Ayuntamiento ha vuelto a echarse para atrás. Los empadronados en Madrid eran ya los únicos sin distintivo que se libraban del veto en toda la capital, pero el 1 de enero de 2026 iban a tener prohibido circular. Ahora el consistorio de Almeida ha estirado este toque de queda a enero de 2027, lo que significa que podrán seguir circulando todo el año que viene.

Es la segunda moratoria que aplica el Ayuntamiento, cuando en teoría no había vuelta atrás. Esto ha llevado a miles de madrileños a deshacerse de su coche sin distintivo medioambiental: no porque no les sirviera o tuviera una avería que no salía a cuenta arreglar, sino simplemente por no tener la pegatina de la DGT. De hecho puede que se hayan visto obligados a comprar un coche para nada.

Ya no suponen un problema para la contaminación, pero muchos ya han cambiado su coche 

Ayer, Borja Carabante, lo confirmó: habrá una nueva moratoria para los coches sin etiqueta que estén dados de alta en el padrón municipal de la capital. No será hasta el 1 de enero de 2027 cuando supuestamente se les aplicará la restricción. Desde 2024 los coches sin etiqueta no empadronados en Madrid ya no podían circular por la ciudad, pero quedaba que los sin etiqueta madrileños sufrieran esta prohibición. 

Dos moratorias. El calendario fijado para Madrid ZBE estipulaba que desde el 1 de enero de 2025, ningún coche o vehículo sin etiqueta podía circular por todo el término municipal de la ciudad, quedando libres algunas autovías estatales como la M-40 o la M-50. Pero entrar en cualquier barrio madrileño supondría multa: casi 500 cámaras controlan los accesos, además de los semáforos foto-rojo dentro de la ciudad.

Pese a que el Ayuntamiento de Madrid reiteró en verano de 2024 que "no habría moratoria", a principios de diciembre el consistorio cambió de parecer y anunció que los sin etiqueta empadronados en Madrid tendrían un periodo de gracia de un año: podrían circular todo 2025, hasta el 1 de enero de 2026. Lo mismo se ha vuelto a repetir ahora, con casi idéntico calendario: ayer volvió a ampliar la moratoria, lo que significa que podrán circular durante todo este 2026.

Cartas de aviso durante todo 2025. Dado que las cámaras de control ya están activas, los madrileños que aún disponían de un coche sin etiqueta, recibían un aviso. En esta carta, se advertía de que era "por circulación prohibida en las vías públicas de Madrid ZBE". 

En la misma se detallaba que afectaba a todas las calles y carreteras del término municipal y que, aunque no suponía multa telemática (los agentes sí que podían multar), tu coche no podía ya discurrir por la ciudad desde enero 2025. Igualmente indicaba que, desde enero de 2026, sí que caería la sanción si te captaban las cámaras. Circular por una ZBE cuando no se tiene permitido suponen 200 euros de multa (0 100 euros con reducción), sin resta de puntos.

Centenares de coches sin etiqueta. Muchos madrileños se vieron pues en la tesitura de que su coche iba a dejar de servirles en un año: con 460 cámaras vigilando calles y accesos, sería imposible no recibir una sanción incluso diaria. Coches que eran complemente funcionales: su único hándicap era no tener el distintivo.

Y no eran pocos. Según datos de la DGT, en 2019 había más de 315.000 vehículos sin distintivo empadronados en Madrid, siendo el 18 % del parque de la capital. En en 2023, se cifraban en unos 114.000 los sin etiqueta que circulaban por la ciudad, un 14,25%. Aunque asociaciones como Dvuelta calculaban que la prohibición desde enero de 2026 afectaría a más de 300.000 vehículos.

Esta asociación pidió una nueva moratoria, a la que se negó el Ayuntamiento hace unos días: "Las Zonas de Bajas Emisiones de Madrid no tienen marcha atrás. No es una decisión ideológica, es un mandato legal y una necesidad técnica para mejorar la calidad del aire", argumentaron desde Movilidad. Al final, así ha sido.

Coches más caros: nuevos y usados. Un coche es la segunda mayor inversión que asumen los ciudadanos, solo por detrás de la vivienda. Y en los últimos años, su precio no ha dejado de subir, tanto  en el caso de los nuevos como en el de los de segunda mano. 

Esta misma semana Ancove, la Asociación Nacional de Comerciantes de Vehículos, ha anunciado un nuevo repunte para el precio de medio de los coches de ocasión: este 2025 ha subido casi un 3 %, fijándose en 13.305 euros. Pese a ello, se han transferido casi 2 millones de coches de segunda mano este año: un 2 % más que el año pasado. 

El coche nuevo más barato del mercado español es el Dacia Sandero. Su precio ahora parte de los 13.490 euros con un motor gasolina atmosférico de 65 CV y muy pelado de equipamiento (no dispone por ejemplo de display multimedia). Si se busca una versión más potente y equipada, pasa a 15.440 euros, que es lo que cuesta el TCe gasolina de 100 CV o el ECO-G de GLP. 

Miles de coches comprados por obligación. Por tanto, muchos madrileños habrán optado por un coche de segunda mano temiendo que se iban a comer su automóvil con patatas en 2026, contribuyendo a ese repunte del 2 % y formando parte de esos 1,99 millones de usados transferidos este año. 

Y dado que el consistorio señala que son entre 14.000 y 15.000 los coches empadronados ahora en Madrid que no tienen distintivo, hablamos como mínimo de decenas de miles comprados por obligación en estos meses. En el peor de los casos, de centenares de miles, ya que las cifras bailan.

Pagar hasta 9.000 euros por un coche igual o peor. Todo depende del modelo, su kilometraje o su estado. Pero en general un coche de segunda mano con etiqueta supone desembolsar un buen dinero. Basta con echar un vistazo a los principales portales de compra venta españoles, filtrando por modelos que se ofertan en Madrid.

En Coches.net, con etiqueta B y hasta 100.000 km, los más baratos disponibles rondan entre 2.500 y 4.000 euros. Si nos vamos a los de hasta 50.000 km, oscilan entre los 3.000 y los 6.500 euros. Y con etiqueta C, entre 7.000 y 8.000 euros los más económicos. En Autoscout24, modelos diésel que cumplan la Euro 6, que son los de etiqueta C, se ofertan entre 4.500 y 9.000 euros. Y en Yamovil los gasolina con etiqueta C arrancan en unos 6.000 euros.

Coches que en muchos casos no mejoran los que han tenido que jubilar los madrileños por no tener distintivo. "Me gustaba mucho más mi Ford Fiesta diésel, iba mejor y gastaba menos. En el Fiesta me hice una mudanza, en este me ha costado meter un rascador de gatos", me comentó un amigo que vendió su coche por la inminente prohibición. En mayo se hizo con un Opel Adam gasolina de etiqueta C usado. 

¿Han cambiado los madrileños de coche para nada? El argumento que da el Ayuntamiento de Madrid para aplicar esta segunda moratoria para con los sin etiqueta madrileños es que tienen "un bajo impacto medioambiental". Precisamente porque son muchos menos que cuando se planteó la prohibición. Y más se ha reducido en estos últimos 12 meses, ya que los madrileños han achatarrado sus coches sin pegatina de la DGT o, con suerte, vendido. 

Pero que todo Madrid sea una ZBE respondía a una necesidad para mejorar la calidad del aire. "Las políticas no pueden suponer un perjuicio notable en la vida diaria de los ciudadanos", ha aclarado Carabante en la confirmación de esta segunda moratoria. Justo es lo que ha pasado este 2025 porque miles de madrileños se han visto obligados a comprar un coche.

Dado que ya no son un problema para la contaminación, y que quien no ha comprado otro automóvil es directamente porque no puede permitírselo, la situación será muy parecida en diciembre de 2026. Veremos si entonces no vuelven a aplicar otra tercera moratoria. Mientras, el resto de madrileños que ya han dado el paso, lo habrán cambiado sin necesidad alguna de hacerlo.

Imágenes | Motorpasión

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