El precio de los coches eléctricos y los de combustión no se equiparará hasta 2030, según este estudio

Acaba de publicarse la XXII edición del Global Automotive Executive Survey de la consultora KPMG, sobre la situación y tendencias en el sector de la automoción, con el vehículo eléctrico como principal protagonista.

De entre las conclusiones principales de este estudio, realizado a partir de entrevistas con más de mil directivos del sector (53 de ellos españoles), cabe destacar aspectos como que el mercado tardará “al menos cinco años en volver a crecer y a ser rentable”.

Además, en el sector existe “cierto grado de preocupación por la escasez de mano de obra cualificada en nuevas tecnologías” y por el precio de las materias primas.

El sector de la automoción, en un punto crítico

El sector de la automoción se encuentra en un punto crítico para su futuro tanto a corto como a medio plazo.

Tocado por el impacto de la pandemia en la economía y por otros factores como la crisis de microchips, además de por la ruptura de la cadena de suministros, la volatilidad de los precios de la energía y algunas materias primas, refleja en los niveles de ventas sus debilidades, con registros muy alejados aún de los de 2019.

En este contexto, tanto los principales fabricantes como empresas adyacentes ven comprometida su rentabilidad y replantean sus estrategias para capear el temporal, que previsiblemente, según la consultora KPMG, se consolidarán la próxima década.

Fuente: KPMG

El creciente protagonismo del canal de venta online, la entrada de nuevos actores tecnológicos, el desarrollo de nuevos servicios y los avances que están experimentando los sistemas de propulsión y la conectividad obligan a redefinir los modelos de negocio.

En el caso de España, además, esta transformación se va a ver impulsada por el programa Next Generation EU. En una economía en la que la industria de la automoción genera el 11 % del PIB y emplea al 9 % de la población, el sector tiene el gran reto de actuar como modelo y tractor para otras actividades en este proceso de cambio.

Un cambio de tendencias global

En pocas ocasiones a lo largo de la historia de la automoción los fabricantes han tenido que enfrentarse a una combinación de cambios tecnológicos y de modelo de negocio semejante a la actual.

Vehículos por suscripción, estaciones de recarga en crecimiento y cada vez más rápidas o la entrada de las “bigtech” en el terreno de juego son algunas de las transformaciones que podrían materializarse en la próxima década, según las conclusiones del estudio.

Fuente: KPMG

Las mayores preocupaciones de los directivos del sector a corto plazo son los problemas que afectan directamente a la cadena de suministro, la volatilidad de los precios de las “commodities” y la escasez de semiconductores, que parece haber llegado para quedarse, al menos, hasta bien entrado 2022.

Sin embargo, el 58 % de los encuestados confía en que “el sector registrará un crecimiento más rentable en los próximos cinco años”, frente al 38 % que se muestra poco o muy poco confiado.

Fuente: KPMG

Además, los encuestados en España anticipan que el coche eléctrico alcanzará una cuota de mercado de alrededor del 50 % en Europa Occidental, Japón, China y EEUU de cara a 2030.

También destacan la escasa disponibilidad de infraestructuras de recarga públicas en Europa como uno de los mayores obstáculos para una rápida adopción del vehículo eléctrico y el cumplimiento del Pacto Verde Europeo.

En cuanto a tiempos de recarga de los vehículos eléctricos, el 91 % de los encuestados en España (mayoritariamente de empresas de fabricación de equipos y componentes para la automoción), considera que los usuarios están dispuestos a esperar un máximo de 30 minutos para recargar el 80 % de las baterías. Por tanto, consideran crucial invertir en cargadores rápidos.

Fuente: KPMG

Por otra parte, el 61 % estima que hasta dentro de ocho años no se equipararán los precios de los coches eléctricos puros con los de combustión.

Algunos fabricantes incluso estiman que esta paridad llegará antes. Es el caso de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, que se ha fijado como objetivo 2028 para alcanzar la paridad de precios entre coches eléctricos y de combustión.

Para ese mismo año la alianza también se ha propuesto desarrollar baterías de estado sólido en masa, dos años después de lo que ha prometido Stellantis y tres más tarde que Toyota, que abrirá la veda con un coche híbrido en 2025.

Reducir a la mitad el precio, doblar la densidad de energía y triplicar la velocidad de carga son los ingredientes de esta estrategia para producir baterías a 65 dólares por kWh en masa (si el precio del litio lo permite para entonces).

También para 2030 los encuestados prevén que ya se venderán más coches por Internet que en los concesionarios tradicionales.

En este sentido, el 64 % opina que las ventas de coches eléctricos no podrán generalizarse sin subvenciones, lo que lleva al 43 % de los directivos a proponer que se den ayudas a todos independientemente de su precio.

Actualmente el Plan Moves III las limita a aquellos que no superen los 45.000 euros antes de impuestos o 53.000 euros si se trata de vehículos con ocho plazas.

En Motorpasión | Retrofit, o cómo transformar un coche gasolina o diésel en eléctrico: cuánto cuesta y quién lo hace en España

También te puede gustar

Portada de Motorpasión

Ver todos los comentarios en https://www.motorpasion.com

VER 4 Comentarios