Renault quiere reinventarse, y lo hará lanzando dos nuevos SUV eléctricos y potenciando el segmento de los compactos

Renault está preparando una ofensiva en el segmento de los coches eléctricos, un poco al estilo de la del grupo Volkswagen. Será el inicio de su reestructuración como marca. Así, además de dos nuevos SUV eléctricos, la marca se prepara para centrarse en el segmento C.

Con Nissan centrándose en los mercados de Estados Unidos y de Japón, pero sin renunciar a los SUV en Europa, y Mitsubishi abandonando Europa para centrarse en el sudeste asiático, a Renault le toca la difícil tarea de recuperar el terreno perdido en Europa.

Y no solo se trata de recuperar el terreno perdido, Renault debe tomar el liderazgo estratégico en Europa bajo la batuta de su nuevo jefe Luca de Meo, quien ha comenzado a revisar la hoja de ruta de productos de la marca. Su objetivo será dar un giro a una empresa que registró una pérdida de 7.386 millones de euros en la primera mitad de 2020.

Las sinergias se ampliarán entre Nissan y Renault con plataformas compartidas. Un primer ejemplo es la plataforma CMF-EV, que debutó con el SUV Nissan Ariya. Éste servirá de base para otros SUV eléctricos Renault y Nissan en los próximos años.

Renault propondrá dos modelos sobre la plataforma CMF-EV, al menos en un principio, siendo el primero un modelo que estéticamente recuperará algunas claves del concept car Morphoz desvelado la pasada primavera.

Ese futuro modelo, aunque sea similar en longitud y anchura al Renault Kadjar actual, tendrá una menor altura libre y será más bajo. La razón es muy sencilla, se debe a la necesidad de mayor eficiencia aerodinámica. Y es que Renault busca poder llegar al máximo posible de clientes. Y eso implica ofrecer un coche con un consumo bajo en ciudad pero también con una elevada autonomía para los viajes largos. Tiene que cubrir un espectro de uso más grande.

“Identificamos que había espacio por debajo del Zoe pero la expectativa por encima del Zoe era aún mayor”, dijo el jefe de vehículos eléctricos de Renault, Gilles Normand. "La gente se está dando cuenta de que los vehículos eléctricos son seguros y agradables y se pueden usar en viajes mucho más largos que los primeros vehículos eléctricos".

Normand cita el objetivo de hasta 550 km de autonomía para este modelo. En el caso del Nissan Ariya con batería de 87 kWh, Nissan anuncia una autonomía de hasta 500 km. Renault quiere así superar al Nissan. Habida cuenta que el Ariya es más grande que un Kadjar actual, que el modelo de Renault será más pequeño que un Ariya (y por ende en principio más ligero) y con una mejor aerodinámica debido a su menor altura libre, esos 50 km más de autonomía que un Ariya parecen un objetivo realista.

Aunque todavía no se ha confirmado oficialmente, Normand también ha insinuado un segundo vehículo eléctrico. Será "un crossover o SUV, en lugar de un hatchback", dijo, y la expectativa es que el modelo se sitúe en una posición de mercado similar a la del Nissan Juke y el Renault Captur, es decir, todo apunta a que sería un B-SUV. A nivel estético, en teoría debería seguir los pasos del Morphoz, en clave de un segmento B.

Dentro de un par de años, el Renault Zoe podría estar acompañado en la gama por un B-SUV eléctrico.

Antes de la llegada de Luca de Meo al frente de Renault, el plan era que Nissan siguiese liderando el segmento C en Europa. Lo que dejaría en el aire un sustituto del Renault Mégane. Sin embargo, en el reciente anuncio de resultados financieros del primer semestre de Renault, De Meo confirmó que, tan solo un mes después de convertirse en CEO, él y su equipo habían "reelaborado sustancialmente el plan de producto", centrándose en los segmentos más rentables.

Esto, dijo, devolvería a Renault a "nuestra posición en el corazón del mercado europeo, en el centro de gravedad que se encuentra ahora mismo en los segmentos C y C-plus". Recordó cómo la primera generación del Mégane y del Scenic “cambió la empresa y tenemos que volver a hacer lo mismo”.

El relevo del Renault Mégane, con Nissan liderando el segmento C en Europa para la Alianza, no estaba asegurado. Ahora, bajo la tutela de Luca de Meo, la marca gala quiere volver a ser uno de los líderes de ese segmento con el sustituto del Mégane.

Es decir, el plan de reestructuración ideado en un momento en el que Renault no tenía un claro CEO y que daba prioridad a Nissan, a pesar de ser una marca que debe centrarse en Estados Unidos, ya no sería realmente válido. Con un CEO fuerte al frente (los éxitos que cosecho en Fiar, Audi y SEAT le avalan), la marca francesa debería volver a encontrar su hueco. Eso sí dejaría de lado los segmentos de poco volumen, como las berlinas clásicas tipo Talisman y los momovolúmenes.

En Motorpasión | Probamos el Renault Kadjar TCe 160, un SUV compacto que cumple con las expectativas, pero sigue bajo la sombra del Nissan Qashqai | Probamos el Nissan Qashqai 1.3 DIG-T 160 CV, un SUV muy racional que convence pero no enamora

También te puede gustar

Portada de Motorpasión

Ver todos los comentarios en https://www.motorpasion.com

VER 12 Comentarios