En 1960 alguien inventó una apisonadora de árboles de 175 toneladas para despejar bosques enteros. Fue un fracaso porque era absurdamente grande

Apisonadora De Arboles

En la década de 1960, la empresa estadounidense LeTourneau creó una máquina de proporciones monstruosas con un propósito muy claro: arrasar bosques enteros en cuestión de horas. Se llamó Tree Crusher G175 y fue, literalmente, una apisonadora de árboles con dientes de acero.

Con hasta 175 toneladas de peso y rodillos gigantes con afiladas 'garras', prometía revolucionar la limpieza de terrenos. Pero su historia, marcada por fallos mecánicos, atascos y fracasos militares, demuestra que el tamaño no siempre es lo más importante.

La máquina más grande jamás creada para arrasar bosques

La LeTourneau Tree Crusher G175, fabricada en Longview (Texas) en 1960, era una máquina única en su especie: una apisonadora autopropulsada diseñada para derribar y triturar árboles de forma masiva. Medía 17 metros de largo y más de 10 de ancho y pesaba aproximadamente 170 toneladas, aunque algunas fuentes en Reddit hablan de hasta 175.

Su aspecto imponente se debía en gran parte a sus dos gigantescos rodillos de acero equipados con garras de 15 cm que convertían los árboles en astillas a su paso sin inmutarse.

En su interior, dos motores diésel Cummins V12 generaban electricidad para alimentar los motores eléctricos que impulsaban los rodillos. Todo el sistema de propulsión y dirección funcionaba con energía eléctrica distribuida a través de cables revestidos de goma, eliminando transmisiones mecánicas tradicionales. Se controlaba con interruptores simples que permitían a un solo operario poner en marcha esta bestia forestal.

Un experimento gigantesco con pies de barro

La G175 fue enviada a la Columbia Británica (Canadá) en 1964, donde llegó en seis vagones y tardó cuatro días en montarse. El objetivo: despejar terreno para el embalse de Williston Lake. Pero la historia de esta apisonadora colosal estuvo plagada de problemas desde el primer momento.

La máquina se atascaba con frecuencia, sufría constantes averías mecánicas y avanzaba con una lentitud desesperante en terrenos húmedos o irregulares. Aun así, logró limpiar más de 2.000 acres (unas 810 hectáreas) en total. En el siguiente vídeo, se la puede ver en acción:

Sin embargo, el coste operativo, las interrupciones constantes y lo engorroso del transporte y el mantenimiento la condenaron al abandono. En 1984, fue trasladada a Mackenzie, donde hoy se exhibe como atracción turística.

De los bosques al campo de batalla en Vietnam… y de vuelta al almacén

Como recoge Vice, el ejército de los EEUU también se interesó en su día por este tipo de maquinaria. En plena Guerra de Vietnam, los mandos buscaban formas de despejar la densa jungla que servía de escudo natural al Viet Cong. En 1967, alquilaron dos trituradoras de árboles LeTourneau similares a la G175 y las enviaron al sudeste asiático.

Los resultados no fueron precisamente los esperados: las máquinas lograron talar árboles de hasta dos metros de diámetro y limpiar más de 1.200 hectáreas de selva. Pero en la práctica eran demasiado lentas, vulnerables y propensas a quedarse atascadas. Su gran tamaño las convertía en blancos fáciles, y si sufrían daños en los sistemas eléctricos o de refrigeración, quedaban inservibles.

Además, carecían de protección para sus operadores y requerían vehículos especializados para ser rescatadas del barro. Frente a ellas, bulldozers equipados con las cuchillas "Rome Plow" demostraron ser más prácticos, rápidos y seguros, aunque no tan espectaculares.

La historia de la LeTourneau Tree Crusher G175 es la de un sueño quizá demasiado grande, que no sobrevivió a la realidad. Diseñada para abrir caminos a fuerza bruta, acabó convertida en una curiosa reliquia del pasado.

Imágenes | Forgotten British Columbia Facebook, Reddit, Instagram

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