Contenidos contratados por la marca que se menciona

+info

Las diez tecnologías más innovadoras que están cambiando el mundo del coche (I)

Las diez tecnologías más innovadoras que están cambiando el mundo del coche (I)
2 comentarios

Hoy arrancamos en Espacio Toyota un serie de dos artículos en el que trataremos de sintetizar cuáles han sido las diez tecnologías más innovadoras que están cambiando el mundo del coche. En esta primera parte hablaremos sobre dispositivos de seguridad que ya se instalan con mayor o menor frecuencia en los vehículos y que han permitido que desplazarse en ellos sea un poco más seguro que hace años.

Es complicado sintetizar tantos avances y destacar sólo cinco, por eso nos hemos centrado en los que se han convertido en verdaderos pilares para la seguridad vial. Arrancaremos con el cinturón de seguridad para seguir con el Airbag, el ABS, el control de estabilidad y, por último, los dispositivos de frenada de emergencia autónoma.

El cinturón de seguridad

Sobre el cinturón de seguridad ya hablamos hace unas semanas por lo que os recomiendo que le echéis un vistazo al artículo correspondiente en el que ampliábamos información. A modo de recordatorio comentar que en 1956 Robert McNamara empezó a introducir el cinturón de tipo ventral en los vehículos Ford.

Posteriormente, en 1959, el ingeniero de Volvo Nils Bohlin creó el que conocemos hoy en día: el de tres puntos de anclaje (hombro y ambos laterales de la cadera). Desde entonces este invento es el que ha salvado más vidas a conductores que han tenido un accidente. Mucho más que cualquier otro en el que podáis pensar.

El Airbag

El airbag, al igual que el cinturón, es un elemento de seguridad pasiva. Para que opere correctamente debe usarse siempre conjuntamente con el cinturón ya que si no, puede agravar las lesiones debido a la violencia de su activación. El airbag fue patentado por Mercedes en 1971 y se convirtió en obligatorio para todos los vehículos fabricados en la Unión Europea desde 1997.

Se trata como su propio nombre indica de una bolsa de aire que se hincha gracias a una reacción química en un tiempo de sólo 30 o 40 milésimas de segundo después de que unos sensores instalados en la parte frontal y gestionados por una centralita den la correspondiente orden de activación.

Su velocidad de salida del volante o salpicadero, donde están alojados los frontales (también los hay laterales, de cortinilla, de rodilla y recientemente en el cinturón de seguridad) es de cerca de 300km/h, de ahí que sea muy importante llevar el cinturón correctamente abrochado. Una vez hinchado, unos orificios permiten la salida progresiva del aire para disminuir la presión de impacto sobre él.

El ABS o sistema antibloqueo de frenos

El ABS o sistema antibloqueo de frenos se empezó a utilizar a mediados de los sesenta en los automóviles aunque ya llevaba varias décadas utilizándose en aviación. Desde el 2004 es obligatorio su uso en todos los vehículos de la Unión Europea.

El ABS está formado por un sistema que consta de unos captadores en cada una de las ruedas que miden continuamente su rotación. En caso de que apliquemos frenos y una de las ruedas se detenga, una centralita libera la presión de frenado sobre esa rueda, evitando que se bloquee y con ello que mantengamos el control del vehículo. En ese momento sentiremos unas pulsaciones en el pedal del freno que no son otra cosa que una de las peculiaridades del sistema mientras está actuando.

El control de estabilidad

El control de estabilidad es denominado según los fabricantes con varias siglas. Las más utilizadas son ESP. Consta de varios sensores, uno de ellos en las ruedas comunes a los que comentábamos en el ABS, otros en el volante que se encarga de supervisar el giro de la dirección y un tercero que mide las aceleraciones transversales y longitudinales del vehículo.

En caso de que el vehículo pierda la trayectoria marcada, la centralita comprobará que una o las dos ruedas de un lado giran de forma diferente a las del otro lado y que la dirección y la dirección del coche no coinciden.

En ese caso, la "cerebro" manda frenar independientemente las ruedas necesarias (por ejemplo, la rueda exterior para evitar un sobreviraje) intentando mantenerlo dentro de la carretera evitando que se salga. Claro está, todo dentro de las leyes de la física.

Los dispositivos de frenada autónoma

Actualmente empiezan a aparecer en el mercado vehículos que equipan dispositivos de frenada autónoma. Se trata de un sistema que vigila en todo momento lo que se encuentra enfrente del coche (normalmente un radar) y en caso de que detecte que se va a producir una colisión, frena automáticamente el vehículo siempre que se circules por debajo de los 50km/h.

De esta forma si por cualquier motivo nos sale un imprevisto delante, nos sale un peatón o nos despistamos, impedirá el accidente. Lógicamente tendremos que llevar la oportuna distancia de seguridad. Sobre todo evita estos golpes tontos que a veces tenemos en ciudad y lo mejor, los atropellos en ciudad.

Atentos al siguiente capítulo, donde completaremos las diez tecnologías más innovadoras que están cambiando el mundo del coche.

También te puede gustar

Comentarios cerrados