El Toyota 2000GT es la joya del catálogo de la historia de Toyota. Es el niño prodigio, el genio de toda una familia, la oveja mejor cuidada del rebaño. Puesto en producción en 1967 es conocido y señalado como el primer super-deportivo japonés de la historia. En otras palabras, fue la manera de demostrar a los europeos que en Japón también sabían jugar con la excelencia y el lujo.
Presentado en el Salón de Tokio de 1965 el Toyota 2000GT debe buena parte de su gloria y popularidad a la aparición estelar que hizo en Sólo se vive dos veces como el coche ideal del Agente 007 – Sean Connery – en el país asiático. Con tanta historia detrás, ¿qué cuidados necesita después de casi medio siglo dando guerra? Nos metemos de lleno en la restauración de un Toyota 2000GT para saberlo.
Esta unidad fue descubierta hace dos años en Portugal, país en el que fue registrado allá por 1968. Sin embargo su origen data de Mozambique, colonia del país vecino por aquel entonces. De vuelta en la península sus últimos dueños tomaron la difícil decisión de sacarlo a subasta en eBay. Qué hace un deportivo de estas características en Mozambique es una pregunta inevitable, la historia de su primer dueño aun es un misterio, quizás perteneció a algún diplomático, a algún hombre de negocios o un agente británico lo dejó en el lugar después de una misión.
Se desconoce también el precio final por el que fue adquirido pero se comenta que una vez restaurado su valor en el mercado puede superar fácilmente el medio millón de euros. Lo cierto es que se encuentra en un estado envidiable gracias a haber sido conservado en un lugar seco y protegido del sol. No obstante necesita una mano de pintura, puesta a punto del motor y revisión de la suspensiones.
La suspensión dio muestras de haber sido aprovechada al máximo, sea quien fuera su dueño estuvo sacando partido al deportivo por la costa africana. Se intenta utilizar cuantas más piezas originales mejor, pasándolas por el chorro de arena para dejarlas en el mejor estado posible. Otras, no obstante, han cedido ante el deteriore y han necesitado producir piezas en exclusiva.
El motor de seis cilindros y 2000cc, pese a estar en buenas condiciones, requiere de una reconstrucción completa sustituyendo aquellas partes más delicadas. Por ejemplo, los pistones se han encargado a una compañía de la NASCAR. Dejar el propulsor en las condiciones adecuadas llevará a sus restauradores entre 250 y 300 horas de trabajo.
El interior es simplemente espectacular. Conservado en estado excelente no necesitará demasiado trabajo para hacer destacar sus salpicadero en madera de tono caoba.
Antes de ponerse a la venta pasará unos meses en las instalaciones de JD Classics, los encargados del proyecto. Ellos serán también los encargados de ponerlo a prueba durante 200 millas. Permanecemos atentos a su blog a la espera de más avances.
