Toyota le pilla el gusto al retrofit y convierte dos Toyota AE86, uno eléctrico y otro que quema hidrógeno en vez de gasolina

En la transición a la movilidad eléctrica, las marcas históricas intentan vincular su pasado con las nuevas tecnologías realizando toda clase de retrofit, instalando un sistema de propulsión eléctrico en un coche emblemático e histórico de la marca, como han hecho Opel, con el Manta,  o Ford con el Mustang, por ejemplo.

Toyota no es ninguna excepción y ha presentado en el Tokyo Auto Salon, el equivalente nipón del SEMA Show o del Salón de Essen, dos Toyota AE86 con propulsores alternativos a modo de show cars.

Uno con la clásica batería asociada a un motor eléctrico y otro con un motor de combustión interna alimentado por hidrógeno. Sí, Toyota insiste en no enterrar el motor térmico.

El Toyota AE86, un coche que dejó de fabricarse por 1987. En los años 80 no fue un coche especialmente popular, y con una difusión limitada limitada en Europa. Por ejemplo, en España sólo se vendió en las Islas Canarias. Pero se ha vuelto popular en las últimas décadas gracias al anime Initial D.

Toyota AE86 EV y Toyota AE86 H2

El AE86 eléctrico es un puro cero emisiones que equipa la batería del nuevo Toyota Prius PHEV, que en el Prius tiene una capacidad de 13,6 kWh de capacidad. En cuanto al motor eléctrico, situado sobre el eje trasero, procede del Toyota Tundra híbrido, una pick-up reservada al motor norteamericano, y entrega una potencia de sólo 48 CV.

Toyota no ha desvelado si se mantuvo la potencia en el AE86. En todo caso, va asociado en este A86 a una transmisión manual, probablemente similar a la que Toyota está desarrollando para el superdeportivo eléctrico de Lexus.

En Toyota aseguran que han conservado de la del AE86, su ligereza y el equilibrio entre el peso delantero y trasero se han mantenido en la medida de lo posible, teniendo en cuenta que la batería ocupa el sitio de los asientos traseros y del maletero.

Toyota presentó también una versión del AE86 que conserva su motor de origen, pero alimentado por hidrógeno. La marca japonesa lleva tiempo jugando con la idea de usar el hidrógeno en un motor de gasolina en sustitución de ésta.

Oficialmente, la idea de Toyota es poder así ofrecer a los entusiastas las sensaciones únicas de un coche con motor de combustión interna y, al mismo tiempo, eliminar las emisiones.

En ese sentido, ha ido desvelando varios prototipos, como el Corolla Cross para estudiar su viabilidad, y recientemente ha probado en el rally de Ypres un Toyota GR Yaris alimentado por hidrógeno.

En el caso del AE86, dos depósitos de almacenamiento de hidrógeno a alta presión, tomados prestados del Toyota Mirai y situados en el maletero del coche con soportes en fibra de carbono, alimentan el motor de serie del AE86.

Se trata de un cuatro cilindros y doble árbol de levas de 1,6 litros que ha experimentado unas mínimas modificaciones, como los inyectores de combustible, los tubos de combustible y las bujías. De serie, el motor tenía una potencia de 130 CV (en un coche cuyo peso rondaba tan sólo los 1.000 kg), pero en este caso Toyota no ha desvelado la potencia.

El interior de los dos coupés clásicos cuenta con asientos de carreras cortesía de Bride, mientras que la tapicería, el acolchado y los cinturones de seguridad de cuatro puntos han sido fabricado con materiales reciclados.

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