Ni deja Tesla ni la Casa Blanca. Elon Musk se queda al frente de un imperio cada vez más alejado de los coches eléctricos, con los robotaxis en el horno

Elon Musk Tesla Cybercab

Se queda: Elon Musk ha recalcado que seguirá siendo el CEO de Tesla al menos por cinco años. El sudafricano quiere transmitir seguridad a los inversores en un momento clave de transición tecnológica para Tesla hacia la conducción autónoma, la robótica y la Inteligencia Artificial. Mantiene su intención de que en un mes su robotaxi empiece a llevar pasajeros.

También tras un primer trimestre nefasto en ventas y que, de momento, no levanta cabeza: el nuevo Tesla Model Y, que ya está a pleno rendimiento de producción, pero no está salvando a la marca ni en China, ni en EEUU, ni en Europa.

Evitar ser destituido por "inversores activistas"

"Sí, no hay ninguna duda al respecto", Elon Musk ha sido categórico ante la pregunta de si seguirá siendo el CEO de Tesla. Lo ha hecho en una entrevista en vídeo durante el Foro Económico de Qatar de Bloomberg en Doha, según recoge CNBC.

A principios de mes se señaló que Tesla estaba buscando un sustituto para poner al frente de la que sigue siendo la marca de coches más valiosa del mundo. Inversores y analistas han señalado a Musk como culpable de arrastrar al desastre a la firma por sus devaneos políticos. La presidenta del consejo de Tesla, Roby Denholm, lo negó.

Ahora Musk ha dejado claro que quiere mantener el suficiente control para no ser destituido por inversores activistas: "No es una cuestión de dinero. Es un control razonable sobre el futuro de la empresa". Un ejemplo es Ross Gerber, uno de los accionistas de Tesla más antiguos y de mayor peso: "Elon debería regresar a Tesla y ser el CEO de Tesla y renunciar a sus otros trabajos, o debería concentrarse en el Gobierno y seguir haciendo lo que está haciendo, pero encontrar un CEO adecuado para Tesla", señaló hace unas semanas.

Tras los malos resultados del inicio de este 2025, el sudafricano ya aseguró que reduciría su implicación en política al frente del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE): "A partir de mayo el tiempo que voy a dedicar al DOGE va a disminuir significativamente: continuaré un día o dos a la semana. Dedicaré mucho más tiempo a Tesla", prometió.

Musk elige Tesla y estará a sus mandos al menos el próximo lustro, pero manteniendo su puesto en el Ejecutivo de Trump. De momento parece que tiene el beneplácito de la junta de la marca.

Las ventas no remontan. Aunque que mejore sus resultados será clave para que los accionistas le den su confianza. Entre enero y marzo Tesla firmó una caída global del 13 % en ventas. Su beneficio neto se ha reducido en más del 70 %: casi 1.000 millones menos, con 409 millones de dólares en comparación a los 1.390 millones cosechados el año pasado.

El desastre tiene mucho que ver con la deriva política de Elon Musk, pero también con una gama envejecida, cada vez más superada por una competencia que antes no tenía. Además se había señalado que las entregas se habían congelado por la transición entre el antiguo Tesla Model Y y el renovado. Pero estando ya a plena producción, Tesla ha sobreestimado sus ventas, fabricando unidades de más: decenas de unidades están disponibles en el inventario estadounidense y hasta detuvo su producción durante una semana.

"Llegaremos a 1.000 robotaxis en unos meses"

Ante esta tesitura, y por mucho que Elon Musk afirme que van recuperándose las ventas excepto en Europa (no lo están haciendo tampoco China ni se prevé lo hagan en EEUU), Musk también ha buscado tranquilizar a los inversores apuntando al nuevo rumbo de Tesla: los robotaxis y su androide operado por IA. "Lo único que importa a largo plazo son la conducción autónoma y Optimus."

Musk mantiene que el Tesla Cybercab comenzará a prestar servicio en Austin (Texas) a finales de junio. Lo hará como servicio piloto, con pocas unidades y en zonas determinadas. "Empezaremos probablemente con 10 durante una semana y luego aumentaremos a 20, 30 o 40. Y creo que llegaremos a 1.000 en unos meses. Luego nos expandiremos a otras ciudades, como San Francisco, Los Ángeles o San Antonio", ha asegurado a CNBC.

Que haya escogido Texas para este primer despliegue se debe a que la laxa regulación de la conducción autónoma en este estado. Pero mientras debe recibir la autorización de la NHSTA para que un coche sin pedales ni volante transporte personas. Sería un precedente pues nunca se ha otorgado a un coche de este tipo. Tesla está en conversaciones con importantes firmar para obtener la licencia del software FSD que se espera sus robotaxis, ha aseverado ahora Musk.

Al mando del DOGE, encargado de recortar gasto funcionarial, Musk ha reducido a la mitad el departamento que se encarga de la conducción autónoma. Algo que en vez de ayudarle con la regulación se puede volver en su contra: definir la normativa es necesario para que los Cybercab puedan operar. Además la NHSTA sigue investigando el Autopilot FSD por sus fallas de seguridad, cuando su evolución es la que se supone deberá integrar el Tesla Cybercab.

El nuevo enfoque de Tesla lo lleva reiterando Musk de hace un año. Ya entonces empezó a verle las orejas al lobo: el negocio de los coches eléctricos cada vez será menos rentable para Tesla. Antes reinaba en solitario en el mercado de coches eléctricos, pero las firmas chinas y las tradicionales han pisado el acelerador, con coches con cada vez más autonomía y mejores tecnológicamente.

Mientras, hay voces escépticas que dudan de que los robotaxis de Tesla presten servicio ya no solo en un mes, sino antes de 2030: "Es una maravilla de la próxima década. No estamos cerca de lograrlo. Es muy difícil", aseguró hace unas semanas Ali Kani, responsable de la sección automotriz de NVIDIA. Esta firma desarrolla hardware y software que ya incorporan marcas como la propia Tesla.

Por ahora, que Musk se encomiende a su taxi autónomo ha calmado las aguas: las acciones de Tesla han subido levemente en la última sesión, fijándose ahora en 344 dólares. Es un 50 % más que hace un mes, tras la presentación de los pésimos resultados del primer trimestre.  

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Imágenes | Tesla, Gage Skidmore, Kia

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