Probamos el Dacia Duster: un auténtico todocamino que ya no es tan barato, pero me sigue pareciendo una compra redonda

Nota de Motorpasión

El Dacia Sandero es la estrella indiscutible del catálogo de Dacia, pero el Dacia Duster es otro de los superventas de la marca rumana. Tras el éxito de sus dos primeras generaciones, Dacia pretende ir más allá con una tercera entrega que da un paso adelante en todos los sentidos.

Disponible con motores a gas, micro híbridos e híbridos, en todos los casos con etiqueta ECO de la DGT, el nuevo Dacia Duster cambia para ser “más coche” y llegar a un público más amplio, pero sin perder las cualidades que siempre le han caracterizado.

Dacia Duster: mismo ADN de siempre, pero adaptado a la época actual

Ha pasado mucho tiempo desde que llegó el primer Dacia Duster, concretamente 14 años. Desde entonces, el SUV urbano de la marca rumana no ha dejado de evolucionar y ahora aterriza en las calles su tercera generación.

Sigue siendo un SUV asequible del segmento B, pero ya no es ese modelo “que hace lo mismo que otros coches, pero por menos dinero”, como decían los anuncios de televisión. Al mismo tiempo que Dacia ha evolucionado para dejar de ser la marca low-cost que llegó a Europa a mediados de los 2000, el Duster ha ido dando pasos hacia delante con cada una de sus actualizaciones.

Esta nueva generación es un modelo completamente nuevo que se asienta sobre la plataforma CMF-B de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, la misma que utilizan el Renault Clio o el Renault Captur. No es algo que se vea a simple vista, pero es un salto gigante respecto a la generación anterior de Duster porque permite al SUV rumano utilizar la última tecnología del Grupo Renault, tanto a nivel mecánico como en los apartados de asistencia a la conducción, conectividad e infoentretenimiento.

Eso sí, aunque se asienta sobre una nueva plataforma sigue siendo igual de grande que antes, por lo que continúa teniendo un tamaño comedido, al fin y al cabo, sigue siendo un coche del segmento B y tiene que dejar hueco por arriba al inminente Dacia Bigster.

Exterior: mide lo mismo, pero “entra mucho mejor por los ojos”

Mide 4,34 metros de largo, 1,81 metros de ancho y 1,66 metros de alto. Aunque es exactamente igual de largo que su predecesor, da la impresión de que es mucho más grande y hay una explicación: adopta el nuevo lenguaje de diseño de Dacia y transmite una mayor sensación de robustez.

Además de tener un aspecto más moderno, tiene una apariencia más todoterreno, en parte por el diseño tan marcado de los pasos de rueda, pero también por su mayor altura libre al suelo, los voladizos cortos de la carrocería y el diseño de sus paragolpes, que mejora las cotas todoterreno.

Sí, es un SUV, pero el Duster siempre ha destacado por su buena disposición a la hora de abandonar el asfalto y esta nueva generación no podía ser menos.

Es más, sus cotas todoterreno son mejores, al menos en la versión 4x4, que tiene un ángulo de entrada de 24 grados, un ángulo de salida de 36 grados, un ángulo ventral de 23 grados y una distancia libre al suelo de 217 mm (en el 4x2, la altura libre es de 209 mm). El radio de giro también es mejor de lo habitual en este tipo de coches y es más propio de un modelo eléctrico que de un térmico o híbrido: 10,86 metros.

Sobre el papel, es uno de los modelos más preparados para el campo de su categoría, pero hay muchos conductores a los que esto les da igual porque no van a salir del asfalto en su vida, sin embargo, el diseño robusto y con un marcado enfoque campero sí les atrae, por lo que el Duster cumple en este sentido.

Digamos que se ha adaptado bien a las tendencias actuales del marcado: a la gente le gustan los SUV con aspecto rudo y el Duster lo es. Con la primera generación del Duster, Dacia no daba demasiada importancia al apartado estético porque su objetivo era vender coches baratos, pero esto empezó a cambiar con el segundo Duster y con esta tercera entrega se confirma que el diseño tiene mucho más peso para la marca rumana.

Es parte de su plan para dejar de ser una firma low-cost y “vender” una imagen de compañía aventurera que sigue ofreciendo coches asequibles, pero que no buscan ser baratos, sino tener el precio justo.

Por eso el Duster “entra mucho mejor por los ojos”, especialmente en las versiones tope de gama. Pero no todo es diseño. Otra de las cualidades que tradicionalmente han caracterizado al Duster es el espacio interior y en el nuevo modelo se ha convertido en uno de sus puntos fuertes.

Interior: más tecnología, más espacio y misma robustez, pero no más calidad

A pesar de ser un coche del segmento B, tiene muy buena habitabilidad interior, hasta el punto de superar (con creces) a muchos compactos y mirar de tú a tú a la mayoría de SUV compactos, tanto por espacio para los ocupantes como por maletero.

En las plazas delanteras, el diseño tan horizontal del salpicadero y la casi nula presencia de botones físicos contribuyen a crear sensación de amplitud. En las versiones con cambio automático también ayuda lo despejada que está la consola central, con muchos huecos portaobjetos y un diminuto selector del cambio bastante menos voluminoso que la palanca de las variantes con transmisión manual.

Detrás, hay que tener claro que es un SUV urbano y que la plaza central solo sirve para ocasiones puntuales o niños, pero las cotas de los otros dos asientos son buenas: el espacio para las piernas y la cabeza es muy bueno y la anchura para los hombros es correcta. El acceso a esta zona también es bueno gracias al ángulo de apertura de las puertas y eso es algo que se agradece a la hora de sentar y atar a bebés y niños pequeños en su sillita.

El maletero es espacioso, pero no en todas las versiones porque su capacidad varía en función del acabado y la motorización escogida, de manera que el Duster con el maletero más grande cuenta con 474 litros de capacidad (Tce 130 CV) y hay versiones que se “conforman” con 348 litros (ECO-G). Sea cual sea la opción escogida, el portón es grande, por lo que la boca de carga es amplia y el diseño tiene un diseño regular y muy aprovechable.

Más allá de espacio, lo que destaca del interior del Duster es que es mucho más moderno que antes, no solo a nivel estético, sino por equipamiento. El cuadro es digital en todas las versiones y la pantalla táctil central de los acabados superiores es grande. Además, mejora notablemente en el apartado de conectividad; Apple CarPlay y Android Auto funcionan sin cable con el multimedia de las terminaciones más completas y cuenta con servicios conectados.

El cuadro digital es muy básico en cuanto a diseño y no se puede personalizar, pero no se echa en falta información y se lee bien, incluso cuando le da directamente el sol. El sistema de infoentretenimiento también es bastante sencillo, pero es efectivo porque funciona con fluidez y es intuitivo.

En el acabado básico no hay pantalla táctil central. Para contener el precio de esta versión, Dacia ha seguido optando por incluir un soporte que permite utilizar el teléfono móvil como “pantalla central” y sistema de infoentretenimiento a través de una app al conectarlo al coche. Es algo muy básico, pero, personalmente, lo prefiero a sistemas de infoentretenimiento lentos y con pantallas táctiles integradas que responden fatal, se quedan “pilladas” y acaban desesperando.

Lo que tienen en común todas las versiones son los mandos físicos para la climatización. En los acabados que cuentan con climatizador automático hay botones “de los de toda la vida” para todas las funciones, igual que los mandos del volante multifunción. No hay nada más eficaz, por mucho que algunas marcas se empeñen en apostar por los controles táctiles o los asistentes de voz.

¿Y qué hay de la calidad interior del Duster? Como el coche ha dado un paso adelante en todos los sentidos, es de esperar que también haya mejorado en esta cuestión, pero lo cierto es que no, aunque tampoco se puede decir que tenga un interior de mala calidad.

Me explico: el Duster sigue siendo un coche barato y queda especialmente patente en este apartado porque todos los plásticos del habitáculo son duros y no transmiten sensación de calidad al tacto, pero los ajustes son buenos y, en general, la percepción es que el habitáculo está hecho para ser resistente y durar mucho tiempo.

Como el diseño está mucho más cuidado, el resultado final es que el interior del nuevo Duster está mejor resuelto que el del modelo anterior. No esperes encontrar un aislamiento excepcional ni superficies mullidas en el salpicadero o los paneles de las puertas, pero sí robustez, practicidad (por ergonomía y cantidad huecos portaobjetos) y más confort que antes, en buena medida gracias a unos asientos muy cómodos.

Si buscas un extra de practicidad, Dacia ha incluido varios soportes en el habitáculo que permiten colocar accesorios, como una percha o un soporte para tablets. Y para los que buscan un extra de versatilidad Dacia ofrece como accesorio una cama a medida desplegable que convierte el Duster en una “camper” y se transforma en una caja cuando no se usa, copiando la idea que estrenó el Jogger.

En cuanto a los acabados, el Essential es el básico, el Expression el intermedio y esta vez hay dos opciones tope de gama: Journey y Extreme. El primero está más enfocado a las familias y al uso cotidiano, digamos que está orientado a la carretera, mientras que el Extreme tiene un planteamiento más aventurero y es el único disponible para la versión 4x4, al menos de momento.

De la misma forma que los Duster anteriores, esta nueva generación cuenta con una variante con tracción total, pero esta vez no va ligada a un motor diésel, sino a un gasolina con hibridación ligera, aunque el planteamiento es el mismo: más capacidades todoterreno que el resto de la gama (y que la mayoría de SUV).

Cómodo y eficiente en carretera. Sorprendente en el campo

No solo tiene un aspecto más campero, el Duster 4x4 se desenvuelve realmente bien en el campo, como lo hacían sus predecesores. Sí, es un SUV, pero es sorprendentemente capaz fuera de la carretera, por cotas, por la eficacia de su sistema de tracción total y por la puesta a punto que ha hecho Dacia, incluida una gestión electrónica que le permite adaptarse a diferentes terrenos a través de los distintos modos de conducción disponibles, entre los que hay uno que permite bloquear el diferencial central.

La misma gestión eléctrica trata de suplir la ausencia de un bloque diésel, que suele ser más propicio para hacer todoterreno, con sistemas como el que evita que la mecánica se cale en momentos clave, como el inicio de una pequeña pendiente, haciendo mucho más fácil la conducción en estas condiciones.

Es posible engranar primera y circular a baja velocidad sin tocar el acelerador y el embrague sin que el motor se cale. Parece magia, pero es obra de la electrónica, como el asistente de arranque en pendiente. Las cámaras exteriores también hacen más fácil la conducción todoterreno, mientras que la pantalla central aporta información interesante, como el reparto de par entre los dos ejes en tiempo real o el grado de inclinación de la carrocería.

Las dos generaciones previas del Duster se ganaron a pulso la fama de ser coches muy competentes en el campo; sin llegar a ofrecer las capacidades de un todoterreno genuino, se defendían muy bien (y por mucho menos dinero que un todoterreno).

El nuevo Duster 4x4 no solo sigue por el mismo camino, sino que es todavía mejor y es muy posible que una buena parte de sus compradores no lleguen a explotar nunca todo su potencial campero.

Aquellos que directamente no tengan inquietudes offroad encontrarán más atractivo el acabado Journey con cualquiera de las motorizaciones ligadas a la tracción delantera. Todas las versiones cuentan con etiqueta ECO, incluida la 4x4, pero consiguen este distintivo ambiental de forma distinta.

La opción de acceso a la gama es el ECO-G de 100 CV, un motor tricilíndrico turbo que funciona indistintamente con gas (GLP) y gasolina. Además de ser más asequible que el resto de mecánicas, cuenta con un depósito de gasolina de 50 litros y otro de gas de idéntica capacidad, por lo que su autonomía total supera con creces los 1.000 km (según Dacia llega a los 1.388 km).

Por encima está el gasolina micro híbrido de 1.2 litros y tres cilindros, denominado TCe 130, también turboalimentado y con 130 CV; solo está disponible con cambio manual, como el ECO-G. En este caso, la etiqueta ECO se consigue a través de un sistema de hibridación ligera con red eléctrica de 12V.

Sin diésel en el catálogo por primera vez en la historia del Duster, la alternativa más potente es Duster Hybrid 140, un híbrido de 145 CV. Es el mismo conjunto formado por un motor gasolina 1.6 de cuatro cilindros, dos motores eléctricos y una batería de 1,2 kWh que utilizan modelos como el Dacia Jogger, el Renault Clio o el Renault Captur, un híbrido “puro” con el que el Duster se mueve bien en todos los escenarios y gasta realmente poco.

El Duster Hybrid 140 gasta realmente poco.

En la toma de contacto, el consumo medio con esta versión fue de 4,0 l/100 km en un recorrido de más de 100 km al ritmo del tráfico. La mayor parte del trayecto fue por autovía, pero es un gasto muy contenido y el funcionamiento del sistema híbrido es muy agradable en todas las situaciones, especialmente en ciudad, donde funciona la mayor parte del tiempo en modo 100% eléctrico.

Precio: está disponible desde 19.290 euros, pero puede llegar a rozar los 28.000 euros

Si no necesitase las capacidades todoterreno del 4x4, el Duster híbrido me parece la opción más interesante de la gama, si bien es cierto que también es la más cara. Y es que la versión ECO-G con el acabado básico Essential parte desde los 19.290 euros, mientras que el híbrido de 145 CV con cualquiera de los dos acabados más altos llega hasta los 27.790 euros.

Obviamente, el Duster no es tan barato como lo fue en su día (podía comprarse por 12.000 euros), pero tampoco tiene nada que ver con su primera generación.

El concepto Duster ha evolucionado al mismo tiempo que la marca y ahora “es mucho más coche”, aunque mantiene muchas de las cualidades que le permitieron triunfar, como la robustez, la practicidad y, sobre todo, la sencillez que tanto gusta a esos conductores que buscan pocas complicaciones.

Versión

Precio

Dacia Duster Essential Eco-G 100

19.290 €

Dacia duster Expression Eco-g 100

21.390 €

DACIA DUSTER EXTREME ECO-G 100

22.890 €

DACIA DUSTER EXTREME TCE 130

24.390 €

DACIA DUSTER EXTREME TCE 130 4X4

26.590 €

DACIA DUSTER EXTREME HYBRID 140

27.790 €

dACIA DUSTER JOURNEY ECO-G 100

22.890 €

DACIA DUSTER TCE 130

24.390 €

DACIA DUSTER HYBRID 140

27.790 €

La garantía de hasta siete años que ha estrenado Dacia recientemente como parte de su estrategia para seguir creciendo (y plantar cara a marcas chinas) también es otro de los recursos de este nuevo Duster, que ya está a la venta.

Los gastos asociados para acudir a esta presentación han sido asumidos por la marca. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.

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