Uno de los mayores problemas de las ciudades actuales es el de la afluencia de vehículos y su correspondiente contaminación medioambiental y sonora. Ciudades como Barcelona siguen trabajando para intentar minimizar el impacto y la afluencia de coches con propuestas como la del carril bus-VAO que os presentamos hace unos meses y la que hoy llega a nuestras manos destinada al incremento del uso y seguridad de la moto.
La idea parte de delimitar un carril reservado a motoristas para facilitar la entrada y salida de la ciudad y evitar las maniobras serpenteantes entre los coches que más de un disgusto generan a diario. No serían carriles fijos, se habilitaría su reserva a vehículos de dos ruedas en tramos concretos y a horas puntuales.
El principal problema es que entre unas cosas y otras al final van a faltar carriles en las grandes vías de la ciudad, generando más retenciones de coches que, al fin y al cabo son los que más preocupan. Visto desde ese prisma parece que lo que tienen en mente es precisamente provocar un rechazo a entrar a Barcelona en coche, invitando a cambiar de vehículo por una moto. Puestos a escoger yo vería mucho más fácil el uso de carriles Bus y Taxi (propuesta del ayuntamiento que acabó rechazándose hace un par de meses), y no sólo para este tipo de vehículos, también para híbridos, eléctricos y otros vehículos poco contaminantes, sobre todo ahora que algunos de estos carriles se han doblado para contar con más espacio.
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