12 sedanes que fueron los más rápidos del mundo

Tras conocer al 2015 Dodge Charger SRT Hellcat, proclamado como el sedán más rápido del mundo, nos toca ver quiénes le precedieron. Es una cuestión un poco confusa, ya que hay que distinguir entre modelos de producción en serie, tuning de producción en serie, ediciones limitadas, etc.

Por eso hemos elaborado una lista de varios modelos que en su día reclamaron ese título, remontándonos varias décadas. Todos tienen cuatro puertas y fueron un quebradero de cabeza para cualquier policía que quisiera darles caza o las autoridades de tráfico. No se han considerado modificaciones _ad hoc_ para batir récords mundiales.

12 sedanes que fueron los más rápidos del mundo ( 12 fotos)

Mercedes-Benz 300 SEL 6.3 (1968)

Cuando la Clase S (W109) solo tenía motores de seis cilindros, se probó el experimento de ponerle el 6.3 V8 (M100) originario del Mercedes 600. Hablamos de una berlina de dos toneladas que podía tutear a deportivos de la época, con un 0-100 km/h en 6,3 segundos, 0-160 km/h en 14,6 segundos y una velocidad máxima de 229 km/h. El motor, con inyección mecánica Bosch, entregaba 250 caballos. Se fabricaron 6.526 unidades, las que quedan son muy caras de mantener, pero valiosos para colección. Su suspensión de aire, frenos de disco a las cuatro ruedas y dirección asistida eran lujos para los coches de su época.

Ford Falcon GT-HO Phase III (1971)

Fue una versión modificada del Falcon GT australiano, con motor potenciado a 305 CV sobre el papel, aunque en realidad daba más de 350. Su motor Cleveland 5.8 V8 le ponía a 100 km/h en 6,8 segundos y alcanzaba los 227 km/h sin desconectar el limitador (6.150 RPM). Podía llegar a 7.000 RPM. En Australia es uno de los coches más cotizados por los coleccionistas por su reducido número, unas 100 unidades supervivientes. Han llegado a costar un millón de dólares australianos en 2008, entre 500.000 y 600.000 euros al cambio dependiendo el cambio euro-dólar en aquel momento. Su cotización ha bajado bastante.

BMW M5 (1984)

Partiendo del M535i (E28), BMW puso en la calle un impresionante sedán, gracias al motor 3.5 L6 (M88/3) heredado del M1, con 286 CV a 6.500 RPM en su versión europea. A Norteamérica llegaron 1.200 unidades con motor S38B35, capado a 256 CV (SAE) y con catalizador. Las prestaciones del modelo europeo eran de 0-100 km/h en 6,5 segundos y una punta de 246 km/h. Solo se fabricaron 588 unidades europeas con volante a la izquierda y 187 con volante a la derecha. Todos iban equipados con un diferencial autoblocante tarado al 25%, un kit estético específico y diversas modificaciones a nivel de chasis.

Mercedes 300E AMG "Hammer" (1986)

Cuando AMG trabajaba por su cuenta, sacó un Clase E (W124) que quitaba el hipo. Le transplantaron motores V8 con culatas multiválvulas para alcanzar los 340-375 caballos. Como máximo AMG calzaba en su vano motor un 6.0 V8, el motor más grande de Mercedes en la época. Hay muy pocos, todos fueron hechos bajo encargo. En su especificación máxima se podía pedir suspensión rebajada, ruedas 215/45 R17 --¡como el Prius o el Veloster!-- delante y 235/45 R18 detrás. Los 300 km/h que eran capaces de alcanzar siguen siendo impresionantes incluso a día de hoy.

Lotus Omega/Carlton (1990)

Este mozuelo de 24 años puede pasarse por la piedra incluso al actual Opel Insignia OPC Unlimited. Partiendo de la base del motor Opel 3.0 de seis cilindros en línea, Lotus lo brutalizó con más cilindrada, dos turbinas Garrett T25 y varias mejoras internas para aguantar con fiabilidad tanta potencia. Su motor 3.6 entregaba 382 CV de potencia a las ruedas traseras, con diferencial autoblocante heredado del Holden Commodore V8 y caja de cambios ZF de seis velocidades del Corvette ZR-1. Alcanzaba 283 km/h, y los 160 km/h los pillaba en 11,1 segundos. Solo se fabricaron 950 unidades.

Brabus E V12 (1996)

El primero de la saga de Clase E con implante de doce cilindros. Hablamos del 7.3 V12, apretado a 582 caballos y 780 Nm de par máximo. Alcanzaba los 330 km/h, y no iba a más gracias a un limitador electrónico. Los 100 km/h llegaban en casi 5 segundos, no está nada mal. Se fabricaron unas 50 unidades. Además del motor, tenía modificaciones de suspensión y chasis, además de frenos reforzados. Estéticamente apenas difiere de un Clase E (W210). Los modelos siguientes V12 fueron biturbados, pero este primer E V12 es atmosférico.

BMW M5 V10 (2005)

Esta bestia parda utilizó el motor 5.0 V10 (S85) con la centralita más sofisticada del mercado, daba 503 CV de potencia (modo ///M) y heredaba soluciones de la Fórmula 1. Su exclusiva caja de cambios de siete velocidades era una delicia, pero este M5 se bebía la gasolina a cubos. Se fabricaron 19.564 unidades del sedán y 1.025 del Touring. Las prestaciones impresionan todavía, 0-100 km/h en 4,7 segundos y una punta superior a 320 km/h. G-Power sacó una versión aún más salvaje, el Hurricane RS, con 750 CV de potencia y doble turbocompresor. Miedo daba verlo.

Cadillac CTS-V (2008)

Cadillac dio un puñetazo en la mesa, la reventó y lo sacó por debajo. El motor 6.2 V8 (LSA) heredado del Corvette ZR1 erogaba 550 CV y 745 para las ruedas traseras de este impresionante sedán. Logró un tiempo de vuelta récord para un sedán en Nürburgring de 7'59,32", y con neumáticos de serie. El 2009 CTS-V se podía elegir con cambio manual Tremec o automático Hydra-Matic, ambos de seis velocidades. Alcanza 0-100 km/h en 4,4 segundos y una punta de 308 km/h. Nunca antes Cadillac había sacado una sedán con tanta potencia, ni la industria americana en su conjunto (de serie).

BMW M5 (2011)

Sí, otro M5. Abandonaron el V10 en favor del 4.4 V8 Biturbo, con 560 CV de potencia y un consumo más razonable. Sigue siendo de propulsión trasera, y su peso es "contenido", 1.870 kg, por lo que tiene 3,3 kg/CV. En Nürburgring el BMW M5 (F10) sacó un tiempo de 7'55", sigue imbatido en su categoría. Alcanza 0-100 km/h en 4,4 segundos, 0-200 km/h en 13 segundos y 305 km/h con el M Driver’s Package. Si no, son 250 km/h limitados. Una barbaridad de berlina deportiva, lástima que parte de su sonido sea artificial, generado por los altavoces.

Porsche Panamera Turbo S (2011)

Probablemente el más deportivo del segmento F, ganó 50 CV respecto al Turbo para llegar a 550 CV y 750 Nm de par máximo, gracias a un 4.8 V8 Biturbo. Rapidísima aceleración con el Launch Control, 0-100 km/h en solo 3,8 segundos gracias a la tracción total y 306 km/h de velocidad máxima. Es distinguible por sus llantas de 20" modelo "Turbo II", taloneras específicas y el alerón de geometría variable. Sus máximas posibilidades se alcanzan en el modo de conducción Sport Plus. El modelo actual acelera igual, pero alcanza los 310 km/h.

Bentley Flying Spur (2013)

El Flying Spur es lo más de lo más en Bentley, perdió el apellido "Continental". Su motor 6.0 W12 Biturbo entrega la friolera de 625 CV, es capaz de alcanzar 0-100 km/h en 4,6 segundos y una velocidad punta de 322 km/h. La estabilidad se mantiene gracias a una suspensión que se rebaja a 195 y 240 km/h. Tiene tracción total y una caja de cambios ZF de ocho velocidades muy rápida. Eso sí, tiene un gran lastre, pesa casi tres toneladas en orden de marcha, por lo que en curva no será tan rápido.

Mercedes-Benz E 63 AMG (2013)

El E 63 AMG 2013 cuenta con un propulsor 5.5 V8 Biturbo, con dos escalones de potencia: 557 CV para propulsión y tracción total (4MATIC), y 585 CV para el modelo S 4MATIC. El tope de gama alcanza 0-100 km/h en solo 3,6 segundos, aunque la velocidad punta está limitada a 250 km/h electrónicamente. Sin limitación, se planta en 300 km/h. Los cambios los realiza una caja 7G-MCT de siete velocidades, y Mercedes presume de tener el V8 más eficiente de su segmento. Los AMG S, además de la potencia, tienen diferencial autoblocante atrás, vía delantera más ancha y neumáticos con mayor caída negativa.

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