En pleno 2025, tenemos la tranquilidad de que podemos llegar a cualquier lado sin tener ni idea de dónde está. Simplemente necesitamos un navegador GPS, como Google Maps o Waze, pero hace décadas no era tan fácil moverse ni conocer nuestra ubicación.
El GPS es la tecnología que ha permitido todo esto, pero antes de que se inventara, los soviéticos ya tenían un sistema que mostraba con relativa precisión su ubicación a los pilotos de aviones y de aeronaves espaciales. Se llama Globus IMP y era una especie de súper reloj mecánico.
Ingeniería soviética tremendamente compleja y eficaz
En la década de 1970, la Armada de EEUU y la Fuerza Aérea del mismo país desarrollaron el primer sistema de navegación GPS, conocido como NAVSTAR GPS. Hasta los años 90, esta tecnología no estuvo disponible para el gran público, de hecho, hubo que esperar hasta la primera década de los 2000 para que los navegadores GPS se popularizasen en los coches.
Ahora, cualquier coche tiene navegador GPS, de hecho, los navegadores actuales están conectados a internet y nos informan en tiempo real de todo tipo de incidencias, por lo que sirven para mucho más que guiarnos al destino.
Por supuesto, además de hacer más fácil la vida de los conductores, el GPS ha supuesto un antes y un después en el mundo aeroespacial, en la navegación, en la aviación e incluso en la práctica de deportes. Pero ha costado mucho llegar hasta aquí y son muchos los inventos que tuvieron que nacer y quedarse por el camino para que el GPS viera la luz.
Entre estos inventos figuran algunos como el Honda Electro Gyro-Cator o el TravTek de General Motors, pero hubo otro sistema que ya en los años 60 permitía posicionar con relativa precisión aviones y aeronaves espaciales. Se trata del Globus IMP, una especie de navegador GPS primigenio que se creó antes de que naciera el GPS.
Lo desarrolló la Unión Soviética y las siglas IMP hacen referencia a la expresión rusa de “Indicador de Posición de Vuelo”. Este instrumento de navegación utilizaba complejos mecanismos mecánicos similares a los de un reloj para calcular analógicamente la posición de una aeronave y mostrarla sobre un globo terráqueo rotatorio que también se mueve de forma mecánica. Un punto con forma de cruz colocado en una cúpula de plástico transparente que cubría el globo marcaba el punto de la Tierra que estaba situado directamente bajo la aeronave en todo momento.
Además del globo terráqueo, el aparato mostraba otros datos, como la longitud y la latitud a través de indicadores con forma de disco y las coordenadas del punto de aterrizaje. También incorporaba un contador de órbitas y un indicador de luz y sombra.
Para triangular la posición sin GPS y sin la ayuda de una computadora electrónica, los tripulantes de la aeronave introducían el periodo orbital en el sistema, es decir, el tiempo que tardaba la nave en completar una órbita alrededor de la Tierra.
De esa forma se marcaba la velocidad a la que el globo debía girar. Por otro lado, marcaban la posición inicial, es decir, se alineaba el globo con la posición de la nave antes de iniciar el vuelo o con un punto de referencia conocido en la órbita.
Una vez configurado, el Globus utilizaba sus engranajes para mover el globo a la velocidad a la que se movía la aeronave. De cara a las misiones espaciales, era especialmente útil porque, además de permitir a los tripulantes conocer su posición durante el vuelo para orientarse, incluso en condiciones de completo vacío, tenía una función que calculaba y mostraba el punto de la Tierra, por lo que permitía planificar el reingreso desde el espacio con seguridad y precisión. Como operaba de forma autónoma, también evitaba depender de las comunicaciones por radio con el control de tierra.
El Globus IMP se utilizó desde 1961, cuando se estrenó en el primer vuelo orbital de la historia, pilotado por Yuri Gagarin. Dejó de utilizarse en el año 2002 y fue clave en todas las misiones Vostok, Vosjod y Soyuz que tuvieron lugar a lo largo de esos más de 40 años.
Imágenes | Wikipedia (Francoisguay y Tempe)