Probamos el Skoda Octavia Combi iV, un familiar PHEV para todo y para todos realmente eficiente

Skoda se ha impuesto en las últimas dos décadas como la marca generalista por excelencia del grupo Volkswagen, muy a pesar de SEAT. Sus días de coches low cost a finales de los años 80 han quedado atrás.

La firma checa tiene ahora la envidiable reputación de ofrecer coches racionales y a buen precio que, por lo general, son mucho más espaciosos que sus rivales directos.

Y no hay nada que ejemplifique mejor ese espíritu que el Skoda Octavia Combi iV, un híbrido enchufable de 204 CV con etiqueta CERO y que probamos en esta ocasión.

El Octavia es un pilar esencial de la marca y un modelo que ha contribuido a mejorar la imagen del fabricante en las últimas décadas. De hecho, el Octavia se ha convertido en el modelo más vendido de Skoda.

Puede que el Skoda Octavia iV no sea un coche muy emocionante, pero tiene algunos aspectos que lo hacen muy interesante para quien busque un híbrido enchufable espacioso y que no sea un SUV.

Esta última encarnación del Octavia Combi sigue fiel a la fórmula ya conocida de tomar la base del Volkswagen Golf (en este caso, la plataforma MQB Evo del grupo Volkswagen), ampliar la distancia entre ejes para aumentar el espacio para los pasajeros y jugar con el diseño de la zaga para conseguir más espacio para el equipaje.

Con 4,69 m de largo, el Octavia es 5 cm más grande que el SEAT León Sportstourer, a pesar de tener una distancia entre ejes de tan sólo 4 mm. Frente a un Volkswagen Golf Variant, las diferencias son más notables: el Golf familiar mide 4,63 m y tiene una batalla de 2.669 mm. Aunque en este caso preciso da igual, pues el Golf eHybrid no está disponible con carrocería familiar Variant.

La mecánica y el sistema híbrido son idénticos a lo que nos encontramos en el resto de híbridos enchufables generalistas del grupo Volkswagen, desde el SEAT León e-Hybrid hasta el Audi A3 40 TFSie pasando por el Volkswagen Passat GTE. A saber, un 4 cilindros 1.4 litros turbo de 150 CV y un motor eléctrico de 85 kW (115 CV) para una potencia total de 204 CV y un par motor máximo de 350 Nm.

El sistema va asociado exclusivamente a un cambio automático DSG de 6 relaciones y a una batería de iones de litio con una capacidad bruta de 13 kWh (10,4 kWh útiles). La batería se puede cargar a una potencia de 2,3 kW en 5 horas y en 3h30 min a una potencia de 3,7 kW.

A bordo

Uno de los puntos fuertes de Skoda son los habitáculos, generalmente más amplios que los de sus rivales. Es el caso también en este Octavia Combi iV. El espacio en las plazas traseras, tanto para las piernas como en altura bajo techo. Una persona de 1,80 metros tendrá espacio más que suficiente incluso cuando los asientos delanteros se deslizan hacia atrás.

Las plazas traseras son más grandes con respecto a lo que ofrece el León Sportstourer y descaradamente más de lo que propone el Ford Focus Estate. Al final, el Octavia se queda a poco de igualar el Toyota Corolla Touring Sports (o su clon el Suzuki Swace).

El salpicadero del nuevo Octavia goza de un diseño fluido y una presentación atractiva. La mezcla de elementos cromados bien integrados y de la misma tapicería en el salpicadero que en los asientos es un toque original. El nuevo salpicadero es una muestra de simplicidad y elegancia, algo que la casi ausencia de botones físicos favorece.

Es verdad que hay una serie de botones esenciales, aunque no siempre de uso habitual en el salpicadero, y sólo se echan en falta los controles físicos del climatizador. Estos se encuentran exclusivamente en la pantalla táctil.

Skoda ha colocado la pantalla táctil de infoentretenimiento en la parte alta del salpicadero, lo que obliga a estirar el brazo y apartar la mirada de la carretera para subir o bajar la potencia del climatizador, por ejemplo.

La pantalla táctil de serie es de 8,3 pulgadas con Bluetooth, Apple CarPlay y Android Auto, así como una radio DAB. En opción pasa a ser de 10 pulgadas con navegación 3D integrada (920 euros). Su interfaz es rápida y relativamente intuitiva.

En función del acabado y los paquetes opcionales, el Octavia Combi cuenta con hasta cinco tomas USB-C repartidas por todo el habitáculo; hay dos delante, dos detrás y una cerca del retrovisor para poder instalar una cámara, quizá era algo muy demandado en el mercado ruso (uno de sus mayores mercados hasta no hace unos meses).

En cuanto a la calidad percibida, el interior transmite una mezcla de sensaciones. Algunos plásticos, en la zona superior del salpicadero y los reposabrazos de las puertas, hacen que el Octavia transmita una sensación positiva.

Sin embargo, los plásticos cromados, como la palanca del cambio automático o el tirador de las puertas, generan ciertas dudas sobre su longevidad en el tiempo. De hecho, las ruedas de efecto metálico de los radios del volante parecen un poco endebles, al igual que algunos de los otros botones (incluyendo las levas del cambio detrás del volante).

El Skoda Octavia es también conocido por su gran maletero, pero en esta ocasión el volumen pierde 150 litros con respecto al resto de la gama debido a la batería que ha obligado a reubicar el depósito de gasolina debajo del maletero. Aun así, el maletero ofrece 490 litros de capacidad y, siguiendo el lema de soluciones ingeniosas de la marca -el 'Simply Clever'-, ofrece un pequeño doble fondo junto al umbral de carga para poder guardar el cargador y otros objetos.

Al volante

En el Skoda Octavia Combi iV prima el confort. Al volante es un coche notablemente más suave que muchos de sus rivales, es ideal para largos viajes relajados por autopistas y carreteras. En ciudad también sabe hacer gala de confort. Filtra bastante bien los diferentes baches y resaltes que nos podemos encontrar.

En ocasiones, la suspensión “flota” un poco y hay que lidiar con el peso adicional de la parte eléctrica (la batería pesa 135 kg). Por ello, este Octavia se aprecia mejor a velocidades normales, donde la suavidad, el confort y el silencio de marcha reinan.

Aun así, es un coche muy capaz cuando llegan curvas. Su dirección es precisa y tiene la dureza justa, aunque es muy filtrada. Además, el coche cuenta con un eje trasero multibrazo que ayuda a la estabilidad y a la precisión de guiado.

Dicho esto, no es ningún modelo con pretensiones deportivas. Quien busque un modelo con más disposición para disfrutar un mínimo al volante, deberá mirar hacia el Ford Focus Estate o el SEAT Leon e-Hybrid, los cuales son más ágiles que el Skoda.

La presencia del motor eléctrico permite contar con una generosa cantidad de par motor en cada aceleración. Permite adelantamientos rápidos gracias a sus buenas recuperaciones (80 a 120 km/h en 4,7 segundos). La caja de cambios automática DSG de seis relaciones.

En cuanto al funcionamiento del sistema híbrido, resulta también muy suave en su actuación. El cambio entre los modos eléctrico y térmico apenas se nota. Con el modo de conducción Hybrid Auto, que permite al coche gestionar el flujo de energía de forma automática, el Octavia da prioridad al modo eléctrico a bajas velocidades y despierta su motor de combustión a partir de los 45-50 km/h durante la fase de aceleración y lo apaga en cuanto se levanta el pie.

Como suele ser habitual en estos casos, resulta ser el mejor modo de conducción para optimizar el uso de la batería frente al motor de gasolina, pudiendo lograr en estos casos una media de 5 l/100 km.

En cambio, si optamos por un uso 100 % eléctrico, la autonomía de la batería se reduce a 46 km (en un recorrido compuesto en un 90 % de conducción por ciudad). Estamos lejos de los 66 km anunciados por Skoda. Una vez agotada la batería, el consumo medio de gasolina subirá hasta los 7 l/100 km (algo más si el coche va muy cargado en un viaje largo, por ejemplo).

Skoda Octavia Combi iV: nuestra valoración

7,7

Diseño exterior 8
Diseño interior 8
Calidad 7
Habitabilidad 8
Maletero 7
Motor 8
Seguridad 8
Comportamiento 7
Comodidad 8
Precio 8

A favor

  • Comodidad
  • Habitabilidad
  • Relación precio-habitabilidad-equipamiento para un PHEV

En contra

  • Ausencia de botones físicos para las funciones más habituales
  • Maletero amputado de 150 litros


El Octavia iV, al igual que el SEAT León eHybrid, contribuyen a popularizar la tecnología híbrida enchufable PHEV, que hasta no hace mucho era demasiado cara y poco convincente en los grandes SUV. En esta ocasión, la diferencia de precio entre un 2.0 TDI de 200 CV y cambio DSG6 (con acabado RS, es verdad) es de sólo 1.300 euros a favor del modelo híbrido enchufable.

El esfuerzo económico sigue siendo importante, ciertamente, pero para quien no haga muchos y largos viajes por carretera, la versión iV es mucho más suave y refinada que el diésel y permite un notable ahorro de combustible (si se enchufa a menudo, claro está).

Eso sí, si nuestros recorridos incluyen a menudo mucha carretera, el diésel o un gasolina (todo dependerá del kilometraje anual), seguirán siendo opciones más interesante. Sin embargo, el Octavia Combi iV, como PHEV familiar para todo, tiene una envidiable relación precio-habitabilidad-consumo.



PRECIO

desde 37.120 euros

Motores

Gasolina: 4 cilindros turbo. 1.4 litros de 150 CV y 250 Nm. Eléctrico: 80 kW (109 CV) y 330 Nm

batería

Iones de litio. 13 kWh (Capacidad útil: 10,4 kWh)

potencia máxima total

204 CV

par máximo total

350 Nm

transmisión

Tracción delantera. Cambio automático DSG de 6 relaciones

dimensiones (Largo x ancho x alto)

4.689 x 1.829 x 1.468 mm

batalla

2.686 mm

maletero

490 litros

peso

desde 1.620 kg

80 a 120 km/h

4,7 s

0 a 100 km/h

7,8 s

velocidad máxima

220 km/h

consumo medio homologado (WLTP)

1,1 l/100 km

Consumo medio en prueba con batería a 0

7 l/100 km

Autonomía eléctrica máxima homologada (WLTP)

61-66 km

Autonomía eléctrica en prueba

46 km

El coche para esta prueba ha sido prestado por Skoda. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.

También te puede gustar

Portada de Motorpasión

Ver todos los comentarios en https://www.motorpasion.com

VER 0 Comentario