Lexus RX 450h 2016: al volante de este SUV de lujo que mejora en todo

El auge de los todocaminos de diversos tamaños es un hecho, pero también es cierto que los que gozan cada vez de un mayor éxito son los pequeños y medianos. Quizá el subsegmento de los E-SUV (los de segmento E) no sea el más boyante del mercado, pero Lexus mantiene su apuesta en forma de Lexus RX, lanzado por primera vez en España en el año 2000 y renovado ahora para 2016.

Las primeras unidades del Lexus RX 450h 2016, única versión disponible en nuestro país, llegarán al mercado en el mes de enero, con un precio base de 63.200 euros. El fabricante nipón espera vender aquí unas 600 unidades a lo largo del próximo año, pero... ¿qué es lo que ofrece? Nosotros ya lo hemos probado por primera vez en los alrededores de Lisboa y te contamos todos los detalles.

Con una competencia tan feroz como la que tiene este japonés, formada por los BMW X5, Audi Q7, Range Rover Sport, Porsche Cayenne o Mercedes-Benz GLE, entre otros, la mejora de este nuevo RX con respecto a la generación anterior tenía que ser importante. Diseño, prestaciones, tecnología, seguridad, lujo... Son muchos aspectos, y hay que mejorar en todos. ¿Lo consigue el nuevo RX 2016? Pues lo cierto es que sí, mejora notablemente. Pero vayamos por partes...

Gran salto en diseño

Puede que el diseño exterior de un coche sea algo subjetivo, que depende de los gustos de cada uno, y sin duda la apuesta de este RX 2016 es más arriesgada que nunca, pero hay cosas que son innegables, como el hecho de que este SUV mejora considerablemente, tanto por fuera como, especialmente, en su interior. Te guste o no, tiene mucha mejor pinta.

Algunos de los rasgos que lo definen exteriormente son sus angulosas formas, que mezclan curvas y aristas, la línea de techo flotante (el pilar C parece estar cortado), la parrilla típica de los nuevos productos de la casa, nuevos faros, luces LED de marcha diurna en forma de boomerang y con función secuencial para los intermitentes (se encienden progresivamente de dentro hacia a fuera, igual que en la zaga), o nuevos faros antiniebla con función cornering.

Para los que busquen más diferenciación, además de los diversos colores de carrocería disponibles, también se ofrecen llantas de entre 18 (de serie) y 20 pulgadas (éstas últimas en tres diseños diferentes). Por supuesto, el acabado F-Sport ofrece además elementos estéticos específicos, de aspecto más deportivo, un interior de igual corte (asientos, volante, etc...) y equipamiento adicional (suspensión adaptativa y estabilizadoras activas).

En lo que a dimensiones se refiere, el Lexus RX 2016 es más largo (12 centímetros extra), tiene más batalla (5 centímetros) y es más ancho (1 centímetro), por lo que las cotas interiores de espacio para la cabeza y las piernas crecen tanto en las plazas delanteras como en las traseras. En total, mide 4,89 metros de largo, 1,68 metros de altura (igual que antes) y 1,89 metros de ancho.

Habitáculo de mucho mejor aspecto

Si pasamos al interior el cambio es importante. Atrás quedan el freno de estacionamiento de pie, el tosco salpicadero, la voluminosa consola central o el selector de cambio elevado (al estilo furgoneta), a favor de un freno eléctrico, un salpicadero mucho más atractivo, una consola cuyo diseño es más moderno y un selector de cambio situado donde debería. ¡Ah! Y nos olvidamos también del reloj digital tan noventero, ya que ahora cuenta con un reloj análogico, con mucha más clase.

En las versiones probadas, F-Sport y Luxury, en cualquier caso con la motorización 450h, el cuadro de instrumentos es también nuevo. El primero incorpora un cuadro digital con tacómetro central y el segundo luce dos esferas analógicas, una para el cuentavueltas (ya no es la esfera del sistema híbrido que indicaba cuándo se circulaba economizando, cuándo no o cuándo se estaba recargando la batería) y otra para el velocímetro, con una pantalla TFT de 4,2 pulgadas para el ordenador entre ambas.

Tanto los materiales (hasta tres tipos de cuero, tela, inserciones de madera, etc...) como el nivel de acabados y ajustes parecen estar un paso por encima con respecto al modelo anterior. Eso sí, echamos en falta que las molduras decorativas de aspecto metálico sean realmente de metal, ya que decepciona un poco descubrir que se trata de molduras de plástico (con lo agradable que es tocar una moldura helada en invierno y fresca en verano. De metal, vaya).

Entre las novedades encontramos un Head Up Display de generoso tamaño (que se puede ajustar en brillo y posición, o bien desactivar), una pantalla de 12,3 pulgadas en el salpicadero (para el navegador, que por cierto luce algo anticuado con respecto a otros con cartografía más moderna), iluminación ambiente mejorada, asientos con múltiples ajustes, el llamado conserje climático (que controla automáticamente el climatizador y la purificación de aire), el portón automático trasero con apertura por aproximación (acercando la mano al logotipo de Lexus), asientos traseros abatibles automáticamente en proporción 60:40 o el sistema de audio Mark Levinson de 15 altavoces (opcional).

Además, de serie en toda la gama se incorpora el llamado Safety System +, que consigue para el RX las cinco estrellas EuroNCAP. Este conjunto de tecnologías incluye diez airbags, el control de crucero adaptativo, sistema pre-crash con detección de peatones, aviso de cambio involuntario de carril, asistente de mantenimiento de carril, luces adaptativas y automáticas o reconocimiento de señales. De forma opcional (o incluídos en ciertos acabados), se pueden equipar la cámara periférica o el asistente de ángulo muerto, por ejemplo.

La gama está compuesta por los acabados Eco (el más básico, que además no paga impuesto de matriculación - 63.200 euros), Corporate (pensado para coches de empresa - 66.700 euros), Executive (el corazón de la gama, con generoso equipamiento - 75.700 euros o 79.900 euros con paquete "tecno"), F-Sport (el de aspecto y comportamiento más deportivo, lógicamente - 90.300 euros) y Luxury (el tope de gama - 91.700 euros).

Más prestacional y más preciso

Como hasta ahora, el sistema híbrido está compuesto por un motor 3.5 litros V6 de inyección directa y dos motores eléctricos, para una potencia combinada de 313 CV y un par motor máximo de 335 Nm. El consumo combinado es de entre 5,2 y 5,5 litros, según el acabado, con unas emisiones mínimas de 120 g/km de CO2. Las principales mejoras se han llevado a cabo en la gestión electrónica, la gestión térmica y el diseño de las baterías (ahora menos voluminosas).

Bajo la piel del Lexus RX los ingenieros proponen un sistema de suspensión de tipo McPherson en el eje delantero y de doble triángulo en el trasero, junto a barras estabilizadoras activas que varían su rigidez en función de la situación si se elige la versión F-Sport, que también incluye amortiguadores adaptativos cuya dureza se modifica según el modo de conducción elegido (Normal, Eco, Sport, Sport+ o Customize). Además, la rigidez torsional del conjunto es un 30% mayor.

A pesar del ligero incremento en dimensiones, en Lexus han trabajado para mejorar la dinámica del coche y, tras probar ambas generaciones una detrás de otra, podemos asegurar que la mejora es evidente e importante. El modelo nuevo es más preciso, muestra más aplomo y su carrocería balancea menos en apoyos fuertes, al menos con la suspensión adaptativa (opcional, salvo en la versión F-Sport, que la trae de serie).

De cualquier manera, el RX encuentra un buen equilibrio entre la comodidad (que es mucha) y las capacidades dinámicas, que permiten darse una alegría en carreteras de curvas a pesar del tamaño y peso del modelo. De hecho, la suspensión resulta más cómoda que en la generación anterior, que si bien era cómoda, también resultaba un poco más seca al afrontar grietas, baches o terreno irregular.

El RX 2016 es más silencioso que antes gracias al trabajo de aislamiento que ha llevado a cabo la marca y a los cambios aerodinámicos que, además de beneficiar el consumo, también reducen el ruido. Al habitáculo llega menos sonoridad procedente del motor, apenas se nota la rodadura y sólo notamos el viento de forma clara al circular a velocidades elevadas.

Donde también se nota diferencia es en el empuje del sistema híbrido, ya que ahora ofrece unas prestaciones aparentemente superiores, por lo que gana velocidad con más facilidad. También es cierto que pesa algo menos que antes, concretamente unos 80 kilogramos, para un total de entre 2,1 y 2,2 toneladas, según el nivel de equipamiento.

Además, las revoluciones ya no se clavan en la zona alta del cuentavueltas (como antes), ya que suben de forma más progresiva, escondiendo levemente a ojos del conductor esa poco agradable sensación de que la aceleración y el régimen del motor no van acompasados, típica de este sistema con cambio de variador continuo. Se nota una mejora, pero sigue sin destacar por un comportamiento de carácter deportivo. Acelera, y corre, pero la forma en la que lo hace no es la ideal.

En definitiva, el Lexus RX 2016 mejora en prácticamente todos los aspectos, desde la apariencia exterior, el diseño interior (nos encanta la enorme pantalla, el volante o el diseño de la consola), el funcionamiento del sistema híbrido -que ha sido mejorado para hacer más agradable la experiencia de conducción-, o la suavidad de marcha, hasta la comodidad de la propia suspensión. Bien por Lexus, desde luego.

Los gastos del viaje para esta presentación han sido asumidos por la marca. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.

En Motorpasión | Lexus RX 2016, más deportivo y con versiones F-Sport

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