Hace 13 años, las dudas rodeaban el lanzamiento del Dacia Duster. Espartano y rústico, iba sin embargo a hacer las delicias de los clientes en busca de un vehículo sólido y asequible. Desde entonces se ha convertido en uno de sus dos superventas y es un pilar esencial del éxito de la marca, del cual se fabrican actualmente casi 1.000 unidades al día.
La tercera generación del Dacia Duster está cosechando un gran éxito, a pesar del aumento de los precios y del abandono del diésel con respecto a las generaciones anteriores. Híbrido, GLP, microhíbrido, tracción delantera o 4x4, el Duster cuenta con una gama completa, siempre con etiqueta ECO. Es la versión híbrida la que probamos en esta ocasión, por ser la más novedosa de la gama al combinar la etiqueta ECO con unos consumos realmente bajos, haciendo así olvidar casi por completo el diésel.
El mismo Duster de siempre, pero muy mejorado
Esta tercera generación del Duster se desmarca de las anteriores por un diseño poderoso. Con sus 4,34 m de largo el Duster presume de un aspecto musculoso y aventurero que le hace parecer más grande de lo que es en realidad. Destacan el frontal muy vertical, los pasos de rueda con laterales de corte limpio y un amplio portón trasero marcado por pilotos traseros ligeramente tintados. Todo ello queda perfectamente protegido por los protectores laterales.
Todos estos elementos están fabricados con un nuevo y robusto material llamado Starkle, que contiene hasta un 20% de material reciclado. Esto se traduce en partículas blancas que dan un efecto brillante al paragolpes, ya que Dacia ha optado deliberadamente por no utilizar una capa extra de barniz para ocultarlas.
En cuanto al desarrollo técnico, Dacia ha recurrido al banco de órganos del Grupo Renault. La base es la plataforma CMF-B utilizada por Renault para el Arkana, el Captur y el Symbioz, así como por Dacia para el Jogger y el Sandero. Esto le permite a Dacia proponer una variedad de motorizaciones.
La gama se compone del 1.0 TCe Eco-G de 100 CV con su depósito de GLP, que le da una autonomía de 1.400 km, seguido del 1.2 TCe microhíbrido de 130 CV (el único disponible con tracción integral) y, por último, el 1.6 híbrido de 140 CV, el único con cambio automático y que probamos aquí, parte de los 26.290 euros.
Esta versión, bautizada, Hybrid 140 utiliza un 4 cilindros gasolina atmosférico de 1.6 litros de una potencia de 94 CV. Va asociado a una caja de cambios automática de cuatro relaciones con embrague electromecánico de garras. Es el corazón del sistema, pues une el motor de gasolina a dos motores eléctricos, el principal de 49 CV, y el segundo, que también actúa como generador y motor de arranque, de 20 CV. Estos reciben la energía de una batería de 1,2 kWh. La potencia acumulada puede alcanzar los 140 CV y los 205 Nm.
Dacia Duster: bajo consumo y, en ocasiones, falta de brío
Este motor resulta particularmente bien adaptado en modelos pequeños como el Clio E-Tech o el Captur, pero resulta menos convincente en el Duster. La caja de cambios es algo lenta, mantiene innecesariamente las revoluciones altas y efectúa reducciones demasiado frecuentes debido a una tercera marcha relativamente corta y la cuarta marcha, descaradamente larga.
En ciudad y carreteras secundarias, este motor del Duster se muestra particularmente suave y con brío, puede contar con los 50 CV del motor eléctrico principal y los 20 CV del arranque-alternador secundario. Aunque brilla en ciudad, hay que tener cuidado con el acelerador para no disparar el motor de combustión, bastante ruidoso, que se despierta al menor toque en cuanto se sale de las zonas urbanas.
Y ya que hablamos de decibelios, apreciamos el muy buen trabajo realizado en la insonorización del tren de rodaje, pero un poco menos el ruido aerodinámico y aún menos en cuanto a motor, se refiere. Las suspensiones del Duster, aunque un poco firmes, ofrecen un buen confort de marcha al mismo tiempo que conserva un cierto dinamismo. No es un coche con el que disfrutar al volante, pero al menos no es torpe.
La tracción, por su parte, no plantea problemas. Además, los neumáticos Continental son muy eficaces sobre mojado. Para decelerar, el modo B de la palanca es muy práctico de utilizar, aunque no sustituye completamente a unas levas en el volante. Además, la transición entre frenada regenerativa, es decir, la efectuada por el motor eléctrico, y la frenada física, con los discos, es muy lograda. Apenas se distingue cuando una u otra actúan, lo cual da mucha confianza a la hora de frenar.
El SUV de Dacia se puede mover durante dos o tres kilómetros a velocidades de hasta unos 50 km/h en modo eléctrico (EV), y permite acelerar rápidamente sin tener que despertar el motor de combustión. Este último, por el contrario, a veces puede revolucionarse durante la recarga de la batería. Así, en ciudad el consumo de combustible puede mantenerse fácilmente por debajo de los 5 litros/100 km.
El panorama es menos idílico cuando se acelera el ritmo. En las vías rápidas, los motores eléctricos compensan la anemia del motor gasolina con su elevado par de 205 Nm, disponible casi de inmediato. El Duster es capaz de acelerar eficazmente manteniendo su consumo de combustible, que, sin embargo, no es necesariamente mejor que el de algunos de sus rivales en este ejercicio, con 5,9 litros/100 km registrados.
Las cosas se pueden poner realmente feas, sin embargo, sobre todo cuando hay que circular por zonas montañosas con fuertes pendientes y/o con fuerte viento en contra. Aquí, es el motor 1.6 de gasolina el que no puede esconder sus limitaciones. Los 94 CV del 4 cilindros no son suficientes para mover los 1.400 kg del Duster en una fuerte pendiente mientras recarga la batería. Y es que los motores eléctricos ya no son suficientes para mover el coche por sí solos.
Además, una tercera demasiado corta y una cuarta demasiado larga obligan al coche a ir con el motor revolucionado si queremos seguir el flujo de la circulación. Y aquí, el consumo se puede disparar fácilmente hasta los 7,5 l/100 km.
Sin duda, el Dacia Duster merecería un motor más potente. Sin llegar hasta el extremo del híbrido de 200 CV del Renault Espace (aunque, por qué no), podría recuperar el sistema que comparten el Dacia Bigster Hybrid y el Renault Simbioz E-Tech, con 155 CV y 160 CV, respectivamente.
Plásticos duros y mucho espacio a bordo
El Duster ha trasladado al interior su diseño cuadrado y macizo de la carrocería. El salpicadero del Duster, bastante macizo y orientado hacia el conductor tiene una ventaja en términos de ergonomía gracias a unos mandos intuitivos, sobre todo a la hora de navegar por los menús de la instrumentación.
Es cierto que los plásticos duros están omnipresentes, pero los ensamblajes son de gran calidad, y la modernidad del conjunto casi sorprende a bordo de un Dacia. Por no hablar de la presencia de pantallas (a partir del segundo nivel de acabado), ya sea para la instrumentación o el infoentretenimiento. La pantalla táctil central de 10 pulgadas, por ejemplo, ofrece un sistema sencillo y fluido a bordo con un manejo muy intuitivo y una interfaz rápida.
Aunque parezca mentira, el Dacia Duster no ha crecido a pesar de ir ya por su tercera generación en quince años. El nuevo modelo mide 4,34 m de largo, apenas 2 cm más que el primer modelo de 2010. Sus rivales, en cambio, han ganado a menudo entre 10 y 20 cm y han engordado cientos de kilos.
Sin embargo, el Duster ha conseguido mejorar su espacio interior, sobre todo en las plazas traseras, con más amplitud y mucho más espacio para las piernas. Hay modelos con mayor espacio a bordo, como el MG ZS, pero son también notablemente más grandes. El Duster ofrece espacio de sobra para una familia y un maletero con capacidad mínima de 430 litros.
No todo es perfecto, por supuesto. La línea de cintura alta y una superficie acristalada hacen que el habitáculo no parezca luminoso. Además, esto implica una peor visibilidad panorámica, sobre todo en los tres cuartos traseros. Es una pena, porque la posición de conducción es muy buena. Los asientos también están bien diseñados y ofrecen una buena sujeción, con una posición de conducción elevada que casa con su imagen aventurera y todoterreno.
Precio y rivales del Dacia Duster
El Dacia Duster Hybrid 140 sólo está disponible con los acabados intermedio y tope de gama. Con el acabado Expression, desde 26.690 euros, incluye las llantas de aleación de 17 pulgadas, el cuadro de instrumentos digital y la pantalla táctil de 10,1 pulgadas con sistema Media Display y replicación de smartphone. El equipamiento de serie incluye además la consola central con reposabrazos, el limpiaparabrisas automático, el aire acondicionado, los elevalunas eléctricos traseros y la cámara de marcha atrás.
Sin embargo, nuestra unidad de prueba, venía con el acabado Extreme de corte más aventurero, desde 27.790 euros. Al equipamiento anterior añade los faros antiniebla delanteros, cambio de luces largas a cortas y viceversa automático, arranque y acceso sin llave, climatizador, cristales traseros tintados, retrovisores plegables eléctricamente, toma de 12 V en el maletero, ajuste lumbar para el conductor y barras de techo regulables.
Además, cuenta con un aspecto ligeramente más agradable gracias a los detalles de color cobrizo, pero sobre todo por su una tapicería resistente y lavable con una simple esponja, así como alfombrillas de goma que facilitan mucho la vida cotidiana, sobre todo cuando hay niños pequeños en la familia.
La propuesta de Dacia es una de las más interesantes del mercado. Frente a otras propuestas, sólo el MG ZS Hybrid+ puede hacernos dudar. Más potente (194 CV), con más espacio a bordo, mejor equipado y más barato (desde 22.490 euros), el MG ZS no está lejos de lograr la perfección frente al Duster, que por primera vez tiene un adversario capaz de batirle en su propio terreno, el de la relación calidad-precio, con el añadido de una presentación para nada lowcost.
Dacia Duster Hybrid 140: nuestra valoración
7,5
A favor
- Consumo
- Confort de marcha
- Habitabilidad
- Ergonomía y sistema multimedia
En contra
- Prestaciones en autopista
- Cambio lento y desarrollos de las marchas
- Precio
El Dacia Duster destaca, como es habitual en la marca, por su relación precio-calidad-equipamiento. Aunque todavía conserva ese aura lowcost (demasiados plásticos duros en el interior), el Duster es una propuesta ideal para quien busque un coche familiar, práctico, con la tecnología al servicio de los pasajeros y no simplemente como argumento de venta, pues carece de gadgets, y con un consumo contenido en el día a día.
Sólo una potencia algo justa en autopista en algunas situaciones, que disparan el consumo y el nivel sonoro, vienen empañar un modelo destinado a ser un superventas. En principio, para 2026, el Duster debería equipar el motor más potente del Bigster, lo que debería borrar su falta de brío en carretera.
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Motor |
Híbrido. 4 cilindros gasolina de 1.598 cc (91 CV y 144 Nm). Dos motores eléctricos, uno de 50 CV y 205 Nm y otro de 20 CV y 50 Nm. Batería de 1,2 kWh. |
potencia máxima |
140 CV |
par máximo |
205 Nm |
transmisión |
Tracción delantera. Cambio automático de 4 relaciones con embrague electromecánico de garras. |
dimensiones (Largo x ancho x alto) |
4.343 x 1.813 x 1.661 mm |
batalla |
2.657 mm |
maletero |
430 litros |
peso |
desde 1.455 kg |
80 a 120 km/h |
6,7 s |
0 a 100 km/h |
10,1 s |
velocidad máxima |
160 km/h |
consumo medio homologado (WLTP) |
5 l/100 km |
consumo medio en prueba |
5,5 l/100 km (Autopista: 6,5 l/100 km. Ciudad: 4,5 l/100 km) |
ETIQUETA MEDIOAMBIENTAL |
ECO |
PRECIO (PRECIO UNIDAD PROBADA) |
desde 26.290 euros (27.790 euros) |
El coche para esta prueba ha sido prestado por Dacia. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas. |
Imágenes | Motorpasión, Dacia