BMW X4, toma de contacto

En BMW se están pegando un maratón de novedades que parece no tener fin. Este año han presentado el BMW M3, los M4 Coupé y Cabrio, el nuevo BMW X6, el Serie 2 Active Tourer, el i8 que probamos la semana pasada, el nuevo X3, Serie 4 Gran Coupé y ahora le toca el turno al nuevo BMW X4. Se trata de un modelo completamente nuevo basado en la plataforma del exitoso BMW X3, que por su parte ha recibido también una completa renovación.

La receta del X4 ha sido la misma que aplicaron con tanto éxito en el X6. Si en aquel han cogido la base del X5 para hacer un SUV de aspecto y comportamiento un poco más deportivo, en el caso del X4 han hecho lo propio pero tomando como base el X3. ¿Tiene sentido tanta diversificación de gama? Si tenemos en cuenta que el 30% de las ventas de BMW corresponden a modelos X, tiene sentido que busquen nuevos segmentos.

El sentido de los BMW X

Desde el lanzamiento del primer BMW X5 allá por el año 1999, la marca alemana ha vendido 3,2 millones de modelos X. El X5 fue el pionero, y ahora ya tiene tres generaciones a sus espaldas a las que se han unido los X3, X6, X1 y ahora el X4, antes de la llegada en 2016 del X7. El modelo que hoy nos ocupa, el X4 es una especie de X6 en miniatura.

He escuchado a mucha gente decir que el BMW X6 es un coche sin sentido. Tal vez para algunos lo sea, porque realmente no es ni más deportivo ni más práctico que un X5, y además es más caro. Pero lo que no podemos negar es que el X6 ha sido un éxito de ventas, ya que hasta la fecha se han vendido 250.000 unidades en todo el mundo, y ahora llegará su segunda generación completamente renovada.

Todos los BMW X excepto el X1 se fabrican en Spartanburg, en Carolina del Norte (EEUU). Allí se han fabricado desde 1999 2,6 millones de coches, y tienen 8.800 trabajadores. El nuevo X7 también se fabricará allí, algo que tiene sentido si tenemos en cuenta que el norteamericano es uno de los principales mercados SUV en el mundo.

El protagonista: el nuevo BMW X4

El nuevo modelo mide 4,67 metros de largo, 1,88 metros de ancho y 1,62 metros de alto, por lo que es 14 milímetros más largo que el X3 y a la vez 36 milímetros más bajo. Si lo vemos de lado, su aspecto destaca por la línea del techo, que alcanza su punto álgido justo encima de la cabeza del conductor para comenzar a bajar a partir de ahí como si de un auténtico Coupé se tratase.

También llama la atención la línea de la cintura que recorre el lateral del coche casi a la altura de las ventanillas. Nace en una moldura situada en las aletas delanteras que simula un intermitente, pero que realmente no es más que un elemento decorativo que guarda en su interior la letra X que designa a esta exitosa familia.

En el frontal encontramos los rasgos típicos de los SUV de BMW, con un capó muy musculoso presidido por los dos riñones en el frontal, con mucha presencia también de las enormes entradas de aire. Las ópticas siguen el estilo que ya han estrenado sus hermanos mayores el X5, el nuevo X6 y que también adopta su mellizo el X3, uniéndose a los riñones del frontal.

En la trasera la forma en L de las ópticas es considerablemente más estilizada que en los modelos grandes, parece más fino si lo vemos por detrás. También las formas planas ayudan a que visualmente el coche parezca más ancho de lo que realmente es. Destaca especialmente la forma y la presencia del difusor de aire en la zona baja del paragolpes trasero, al más puro estilo X6.

Un vistazo al interior del BMW X4

En el interior nos encontramos con la atmósfera típica de BMW. No voy a entrar en detalles sobre si deberían o no deberían haber innovado más a la hora de diseñar el salpicadero, la realidad es que parece que este esquema de sobriedad, funcionalidad y los mandos orientados hacia el conductor les funciona bien.

La calidad general de los materiales es excelente, con plásticos, aluminios y pieles muy agradables al tacto. Es una atmósfera Premium se mire por dónde se mire, y sólo algunos detalles como la guantera izquierda situada debajo del cuadro de luces, fabricada en un plástico demasiado duro, desentona en un conjunto que en términos generales cumple de sobra con lo que esperas en un BMW.

La posición de conducción es relativamente baja, siempre y cuando tengamos en cuenta que estamos en un SUV. Es 20 milímetros más baja que en un X3, algo que notas cuando te sientas en el después de haberte bajado modelo original. La postura de conducción es cómoda y tienes por delante una gran superficie acristalada, mientras que la visibilidad trasera es bastante reducida por la forma de la tapa del maletero, que penaliza el ángulo de visión.

En lo que respecta al espacio habitable en el interior, en las plazas delanteras dispones de un espacio libre hasta el techo bastante considerable, no agobia. Cuando te vas a las plazas traseras la cosa cambia, ya que por la forma del techo el espacio libre para tu cabeza se ve reducido, tanto que las tallas más grandes pueden llegar a golpear con la cabeza en el techo.

Además hay que tener en cuenta que la altura de la banqueta posterior es 28 milímetros más baja que en el X3 y por supuesto dispone de espacio para tres pasajeros en esa fila de asientos posterior, no como ocurría en el X6 original que sólo contaba con dos hasta que se dieron cuenta de que eso penalizaba su uso y ofrecieron las tres plazas traseras sin sobreprecio. El único inconveniente que le veo, es que la banqueta está tan baja que las rodillas quedan por encima de la cintura, en una postura que veremos cuando hagamos la prueba de larga duración si no penaliza el confort de los ocupantes.

El maletero tiene 500 litros de capacidad, que aumentan hasta los 1.400 litros con los asientos abatidos. Estos se abaten de serie a razón de 40:20:40. Si tenemos en cuenta que el X6 dispone de 570 litros de capacidad de maletero, el del X4 es correcto y además de serie incorpora el sistema de apertura automática.

Equipamiento de serie

En la charla de producto me llamó la atención una afirmación de uno de los miembros de la marca que trataba de explicarnos todos los detalles del nuevo modelo. Dijeron que "los BMW ya no van a seguir viniendo pelados". Tal vez se les escapó el tono formal, pero es cierto que una de las mayores críticas que ha recibido BMW (y el resto de marcas Premium) en los últimos años era que hasta un coche generalista solía venir mejor equipado por la mitad de precio.

Parece que en las Premium se han puesto las pilas y ahora quien más y quién menos ofrece unos niveles de equipamiento de serie que cumplen con las expectativas de la mayoría de clientes, después de haber hecho muchas encuestas para saber qué es lo que más valoraban a la hora de comprar un coche esos clientes. Además el equipamiento opcional, salvo algunas cosas muy específicas tiende a agruparse en paquetes, lo cual quiere decir que nos han escuchado.

Todo esto os lo cuento para hablaros del equipamiento de serie del BMW X4, que incluye: portón automático, sensores de luces y lluvia automáticos, sensores de aparcamiento delanteros y traseros, climatizador bi-zona, control de velocidad de crucero con sistema automático de frenada de emergencia, volante en cuero con levas del cambio (excepto en el xDrive20d que lleva caja manual) y Bluetooth con toma USB entre otras. Ahora que ya están al mismo nivel en cuanto al equipamiento de serie que la mayoría de los generalistas, si quieres opciones tienes una lista casi infinita a base de talonario.

La gama de motores del BMW X4

La gama BMW X4 ya está en los escaparates de las concesiones de toda España, y lo hace con tres motorizaciones de gasolina y tres diésel con potencias entre los 184 y 313 CV. Todos excepto el xDrive20d se combinan con una transmisión automática Steptronic de 8 velocidades con levas en el volante. Todas ellas disponen de tracción integral, aunque más adelante llegarán versiones únicamente de tracción trasera para abaratar el precio y crear las versiones de acceso a la gama. Vamos con detalles de los motores.

  • xDrive20i: El motor de acceso a la gama de gasolina es un 2 litros turboalimentado con una potencia de 184 CV entre 5.000 y 6.250 PM, que genera un par máximo de 270 Nm entre 1.250 y 4.500 vueltas. Arroja un consumo medio homologado de 7,2 litros a los cien kilómetros (6,9 litros con neumáticos opcionales de baja resistencia a la rodadura de 17 pulgadas) y emite 171/161 gramos de dióxido de carbono por kilómetro y acelera de 0 a 100 km/h en 8,1 segundos, con una velocidad máxima de 212 km/h.

  • xDrive28i: Equipa el mismo bloque de 2 litros y cuatro cilindros que la versión de acceso, aunque con 245 CV entre 5.000 y 6.500 RPM, y un par máximo de 350 Nm entre 1.250 y 4.800 vueltas. Consume 7,4 litros a los cien kilómetros (7 litros con neumáticos de baja resistencia a la rodadura) y emite 172/162 g/km de CO2. Acelera de 0 a 100 km/h en 6,4 segundos y alcanza los 232 km/h.

  • xDrive35i: Es la variante más potente de gasolina gracias a su motor de seis cilindros en línea y 3 litros, capaz de generar 306 CV entre 5.800 y 6.400 RPM, así como un par máximo de 400 Nm entre 1.200 y 5.000 vueltas. Acelera de 0 a 100 km/h en 5,5 segundos y alcanza los 247 km/h. Con todo, homologa 8,3 litros a los cien kilómetros y unas emisiones de CO2 de 193 g/km.

  • xDrive20d: La versión de acceso a la gama turbodiésel es también un 2 litros de cuatro cilindros, en este caso un motor completamente nuevo que comparte base con el del X3 xDrive18d, una variante con menos potencia que por el momento no se ofrece en el X4. Este motor desarrolla una potencia de 190 CV a 4.000 RPM y un par máximo de 400 Nm. Hace el sprint de 0 a 100 km/h en 8 segundos y alcanza los 212 km/h. Consume 5,4 litros (5 litros con los neumáticos opcionales) y emite 141/131 g/km de CO2.

  • xDrive30d: Este es ya un seis cilindros de 3 litros, con 258 CV de potencia a 4.000 RPM y un par motor máximo de 560 Nm entre 1.500 y 3.000 RPM. Acelera de 0 a 100 km/h en 5,8 segundos, puede llegar hasta los 234 km/h y consume 6,1 litros a los cien (5,7 litros con neumáticos de baja resistencia). Emite 159/149 gramos de dióxido de carbono por kilómetro.

  • xDrive35d: El más potente de toda la gama gracias a sus 313 CV, es también un seis cilindros de 3 litros, con un par máximo de 630 Nm entre 1.500 y 2.500 RPM. Cuenta con Launch Control para acelerar de 0 a 100 km/h en 5,2 segundos y roza los 247 km/h. A pesar de ello, consume una media de 6 litros a los cien kilómetros y emite 157 g/km de CO2.

Conduciendo el BMW X4 xDrive35i

Durante la presentación nacional que ha tenido lugar en Madrid hemos tenido ocasión de conducir la motorización más potente, la correspondiente al xDrive35i con sus 306 caballos de potencia. Vale que tal vez sea la menos lógica y la menos vendida en nuestro mercado, pero con unas cifra de aceleración de 0 a 100 km/h de 5,5 segundos y 247 km/h de velocidad punta, también promete ser la más divertida.

Lo pusimos en marcha en la puerta de BMW Ibérica y por delante teníamos una ruta de unos 80 kilómetros por los alrededores de la capital. Lo primero que llama la atención cuando pulsas el botón de arranque es el sonido del coche, sobre todo si como era el caso tienes la puerta abierta. El seis cilindros en línea se hace notar hasta que cierras la puerta.

En el momento en que lo haces, el sonido del motor desaparece como por arte de magia ya que el habitáculo destaca por su perfecta insonorización. Con la palanca del cambio automático secuencial de 8 velocidades engranamos la D y comenzamos a movernos. Durante los primeros kilómetros en autovía a ritmos legales, pudimos corroborar esa primera impresión: el coche está muy bien insonorizado tanto del motor como de posibles ruidos aerodinámicos o de rodadura, lo cual le posiciona como un auténtico hypermiller.

El motor es muy elástico, y se combina a la perfección con la caja de cambios de ocho velocidades para conseguir llevar un ritmo de crucero más que satisfactorio en el que no es necesario estirar las marchas en ningún caso. Tienes potencia y par más que de sobra desde muy bajas revoluciones, y ese es uno de los secretos para que consiga homologar un consumo en carretera de sólo 6,9 l/100 km.

El coche que llevábamos, iba equipado con el Kit deportivo M, que además de los faldones aerodinámicos específicos, los asientos deportivos, el reposapiés M, y los colores de carrocería específicos, también incorpora una suspensión de tarado más deportivo que el resto de modelos. Además si compras el coche con el paquete M, también tendrás tres tamaños de llanta a elegir: 18, 19 o hasta 20 pulgadas.

Como no podía ser de otra forma al tratarse del modelo más prestacional, el BMW X4 que estábamos probando venía configurado con el paquete M y las llantas de 20 pulgadas con neumáticos de perfil bajo. Salta a la vista que estéticamente es la configuración más espectacular y llamativa, pero también hay que tener en cuenta que tal vez no sea la más confortable.

Durante esos primeros kilómetros en carretera, nos dio cierta sensación de que el coche tenía una suspensión con una leve tendencia a rebotar, como si absorbiese bien los baches pero que luego rebotaba, pero tal vez fue una sensación equivocada porque luego, cuando abandonamos la autovía esa sensación desapareció por completo.

Por una carretera nacional de curvas amplias y buen asfalto continuó nuestra toma de contacto con el BMW X4. Era el momento de jugar con los distintos modos de conducción disponibles. Ya habíamos probado el Eco Pro y el Confort, así que le tocaba el turno al modo Sport al que sólo sigue el Sport+ para uso en circuito. ¿Quién mete en circuito un BMW X4?

Cuando activas Sport el sonido del motor automáticamente se vuelve más vivo, se escucha más en el interior. Es un sonido bonito, ronco y muy estudiado en laboratorio. La suspensión se pone más dura y la dirección más directa, mientras que el acelerador está más sensible a nuestras indicaciones.

Una vez más el motor nos demostró que este es sin duda uno de los mejores motores del mundo. Es una auténtica maravilla dejarlo caer de vueltas y pisar a fondo el acelerador para sentir como los 400 Nm de par disponibles entre 1.200 y 5.000 vueltas te empujan hacia adelante sin compasión.

Es elasticidad pura y dura, un motor que está tan lleno en toda la banda de revoluciones que no sería necesario contar con una caja de cambios automática de ocho velocidades capaz de sacar el máximo partido a todas y cada una de las revoluciones. A medida que subes de vueltas el sonido se hace más ronco y el coche te incita a correr más y más. Entre 5.800 y 6.400 RPM entrega la potencia máxima, y sabes que sólo lo llevas hasta ahí por el puro placer que te transmite, no porque sea necesario para ir realmente rápido.

Las levas del cambio situadas detrás del volante completan un conjunto de tacto muy deportivo para tratarse de un SUV de casi cinco metros y casi dos toneladas de peso, en el que parece que han afinado al máximo el comportamiento de la caja de cambios automática. Parece responder a todas nuestras órdenes sin inmutarse y su comportamiento es mucho más efectivo que en otros modelos de anterior generación.

Si alguna vez habéis llevado un BMW se la gama X en curvas, seguramente os habrá sorprendido el dinamismo que demuestran. Gracias al sistema xDrive que reparte constantemente el par motor entre el eje delantero y el trasero, así como por una dirección de tacto claramente deportivo, el coche te incita a rodar rápido disfrutando de la conducción.

Por tamaño y planteamiento, además de por sus 1.860 kilos de peso, el BMW X4 no es sobre el papel un coche para hacer curvas, pero lo cierto es que una vez más han conseguido que el xDrive y la correcta puesta a punto del conjunto enmascaren esas cifras que deberían convertirlo en un coche pesado y poco ágil en curvas.

Así, el BMW X4 te permite rodar a un ritmo muy alto en curvas, sintiendo en todo momento que el coche te permite todo y que con el las leyes de la física no siempre tienen por qué cumplirse. Ya me ocurrió lo mismo con el BMW X5 que probamos a comienzos de año, y parece que en el X4 la historia se repite. Los SUV de BMW tienen el comportamiento deportivo que esperas en un BMW, y me atrevo a decir que sólo el Porsche Macan es comparable en ese sentido.

Sin apenas darnos cuenta llegamos al final de la ruta que BMW nos había marcado. Poco más de 80 kilómetros que nos sirvieron para ir abriendo boca con el BMW X4 del cual ya tendremos oportunidad de probar en profundidad otras versiones y motorizaciones más adelante. Por lo de pronto, creo que BMW ha creado un coche que va a funcionar ya que se basan en una fórmula, la del X6, que ya ha tenido éxito.

Precios BMW X4 2014

VersiónCombustibleTracciónPrecio
BMW X4 xDrive20iGasolinaIntegral48.200 euros
BMW X4 xDrive28iGasolinaIntegral55.900 euros
BMW X4 xDrive35iGasolina Integral64.500 euros
BMW X4 xDrive20dDiéselIntegral47.900 euros
BMW X4 xDrive30dDiéselIntegral60.400 euros
BMW X4 xDrive35dDiéselIntegral64.700 euros

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