BMW M6 Cabrio, prueba (parte 1)

El mes pasado probé para vosotros el espectacular BMW M3 (1, 2, 3 y 4). Este mes lo he multiplicado por dos y lo he descapotado. El resultado es ni más ni menos que el BMW M6 Cabrio que ha pasado por nuestras manos durante una semana para conocer todos sus detalles del precioso descapotable alemán.

Esta misma mañana he tenido que ir a devolverlo y casi se me saltan las lágrimas. Eso sí, mi bolsillo se sentirá aliviado, porque los 18,9 litros cada 100 kilómetros que me ha hecho de media durante los 780 kilómetros que he rodado con él no son precisamente unos consumos para un mileurista cualquiera.

Pero está claro que el BMW M6 Cabrio no es un coche para los que viven con lo justo. Su línea es impresionante. Tomando como base la Serie 6 de BMW, el M6 lo lleva más allá, tanto en deportividad como en exclusividad.

El frontal del coche tiene esa fuerza y esa garra que cualquier coche de sus dimensiones y posicionamiento querría tener. Solo el faldón delantero le permite diferenciarse con leves toques deportivos de sus primos lejanos los Serie 6 normales. El BMW M6 Cabrio es como el amigo chulo y sobrado que casi todos tenemos. Y la verdad es que tiene motivos para serlo.

Los espejos retrovisores, como no podía ser de otra forma, tienen unas líneas afiladas que los delantan frente a los toscos y poco estilizados retrovisores de los Serie 6. Las aletas tanto delanteras como traseras se han ensanchado debidamente, dándole un aspecto más atlético.

La trasera completa un conjunto que llama la atención se mire por dónde se mire. Dos escapes a cada lado de la matrícula, que se encuentra situada sobre un pequeño difusor en la parte baja que le da el toque super deportivo al faldón trasero.

Limpieza y pureza en todas sus líneas. Así es el BMW M6 Cabrio, un coche que sabe combinar a la perfección el concepto más puro de elegancia con el de deportividad.

Yo soy de los que opina que los cabrios tienen que ser de capota de lona, aunque no niego que los de techo duro retráctil pueden llegar a ser coches más útiles. A la unidad de pruebas la capota de tela negra le sentaba perfecta, ya que hacía destacar más si cabe las líneas de su carrocería pintaba en un precioso color blanco.

Lo más bonito de la capota del BMW M6 Cabrio es sin duda la parte trasera, dónde se une a la parte de arriba del maletero a través de dos pequeños “brazos” que dejan en el centro la luneta trasera, completamente plana al estilo del Ferrari 355 Spyder.

Conseguir un color interior que combine bien con el blanco de la carrocería en un descaportable de tan grandes dimensiones puede llegar a convertirse en una tarea nada sencilla. Este modelo en concreto llevaba cuero azul oscuro, tan oscuro que solo a plena luz del día se podía diferenciar del negro. Una buena combinación.

El confort interior es bastante bueno incluso para 4 pasajeros. Con la capota cerrada, en las plazas traseras no tocarán con la cabeza en el techo de lona excepto que sean muy altos, y el espacio para las piernas es suficiente para una persona de talla media. Entre los dos asientos traseros se encuentra un tunel por el que pasa la transmisión y en el que se esconde un precioso posavasos para la parte delantera.

Puede parecer un detalle inútil y una solución de última hora para un problema que no debería tener un coche que cuesta más de 20 millones de las antiguas pesetas, pero he de decir que el posavasos extraíble es tan bonito que para mi se convierte en un punto más a favor del coche.

En las plazas delanteras es muy bueno también. Los asientos no son excesivamente deportivos, podemos decir que tienen el punto óptimo entre confort y sujección en curvas. Sus múltiples regalejes eléctricos hacen junto con la regulación también eléctrica del volante, que sea fácil encontrar la posición idónea al volante.

En las puertas los huecos para dejar pequeños objetos son bastante amplios ya que llegan desde la parte delantera hasta la trasera de las enormes puertas. Por lo demás en el tunel central que separa ambos asientos hay otra pequeña guantera que junto con la tradicional de delante del asiento del conductor, completan los espacios para dejar objetos que ofrece el BMW M6 Cabrio.

Toca ponerlo en marcha pulsando el botón situado a la derecha del volante…

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