Honda detiene la producción en su planta británica por la falta de piezas y el caos en el transporte ante un Brexit inminente

Lo que está ocurriendo con la planta de Honda en Swindon es el aperitivo de lo que le espera al Reino Unido con un divorcio sin acuerdo comercial, o incluso con él. A pocos días de que finalice el periodo de transición del Brexit -programado para el 31 de diciembre- Honda ha tenido que detener la producción en la planta de Swindon debido a la escasez de componentes causada por los retrasos de los envíos al país.

Los puertos empiezan a ver las consecuencias no solo de la pandemia, sino de la posibilidad de que Reino Unido se vaya del club comunitario a las malas.

La tormenta perfecta

La planta de Swindon funciona con un sistema de producción 'just in time' en el que las piezas y componentes llegan solo cuando se necesitan, y esta vez se han visto con el agua al cuello.

Según ha explicado Honda, están monitoreando la situación para poder reiniciar la producción lo antes posible y evalúan el envío de componentes por avión.

Nissan le dijo a CNN Business el miércoles que su planta de Sunderland no se ha visto afectada por retrasos en los componentes, aunque ya han advertido que sin acuerdo esta fábrica no será sostenible.

Y es que forma parte de una tormenta perfecta. El stock que se ha ido acumulando ante la perspectiva de un Brexit duro unido a una menor afluencia de barcos por la pandemia ha provocado grandes colas por carretera y en los puertos marítimos.

Los operadores se encuentran sin poder gestionar los grandes volúmenes de carga, con retrasos de hasta cuatro semanas y un Canal de la Mancha más transitado de lo habitual, pues los fabricantes han estado moviendo vehículos y componentes a un lado y a otro ante la posibilidad de que la cadena de suministro se vea interrumpida.

La situación logística en Reino Unido cada vez es más caótica. Honda es solo uno de muchos fabricantes y empresas que están sufriendo las consecuencias del colapso de los puertos, traducidas en escasez de herramientas eléctricas, madera y existencias que los minoristas temen que no lleguen a tiempo para Navidad, explica The Guardian.

Para hacernos una idea, de acuerdo a la Sociedad de Fabricantes y Comerciantes de Motores, más de 1.100 camiones con destino a las plantas de automóviles del Reino Unido cruzan al Reino Unido desde Europa todos los días.

Lo cierto es que la fábrica de Swindon, al suroeste de Inglaterra, fue de las primeras en ser elegidas para cerrar de forma definitiva ante la perspectiva de un Brexit duro en 2021, y así será.

Últimas negociaciones a la desesperada

Tras una reunión 'a la desesperada' del primer ministro británico, Boris Johnson, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se ha decidido esperar hasta el domingo para intentar llegar a un acuerdo de última hora.

Pero las posiciones siguen muy alejadas.

Según la UE, una salida amistosa ahorraría a los fabricantes de automóviles británicos aranceles de hasta un 10 % sobre sus exportaciones a la Unión Europea. Pero sea con acuerdo comercial o sin él, los fabricantes deberán prepararse para nuevos controles aduaneros y fronterizos, pues el 1 de enero de 2021 Reino Unido habrá abandonado el mercado único y la Unión Aduanera.

El Gobierno británico ha advertido que el puerto de Dover podría ser uno de los peores parados, donde se formarían grandes cuellos de botella con líneas de 7.000 camiones de largo en todo el condado de Kent, en el sur de Inglaterra, explica la CNN.

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