A Madrid se le acaba el tiempo para anular definitivamente Madrid Central y aprobar su nuevo plan. ¿Qué pasa con las multas?

En mayo, el Tribunal Supremo dejó sin efecto la zona de bajas emisiones Madrid Central por defectos formales. Ahora el Ayuntamiento de Madrid tiene nueve días para anular el proyecto creado bajo el mandato de la exalcaldesa, Manuela Carmena, tras recibir la diligencia de ordenación del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM), y vertebrar el nuevo plan.

Según fuentes municipales citadas por Público, "de no aprobarse la nueva ordenanza, y en cumplimiento de la citada resolución judicial, las cámaras de Madrid Central se apagarán en los próximos días".

Las cámaras siguen funcionando, pero las multas están en el aire

De ocurrir esto, todas las multas que se han impuesto quedarían anuladas al carecer de sustento normativo (y por tanto el Ayuntamiento no podría cobrárselas), aunque aquellas ya han sido pagadas o puestas en firme, difícilmente podrán ser recurridas.

Aunque el Ayuntamiento tomó la decisión de paralizar la notificación de las sanciones por acceder indebidamente a Madrid Central, las cámaras han seguido encendidas durante estos meses, registrando las matrículas de los vehículos infractores.

En agosto, el delegado de Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Borja Carabante, declaró que las cámaras están registrando una media de 2.000 entradas indebidas al día. De momento, queda en el aire la aprobación de dichas sanciones.

A pesar de que Madrid Central haya sido anulado, el Consistorio tiene la obligación de aprobar una nueva ordenanza de Movilidad Sostenible para cumplir con la Ley de Cambio Climático y evitar una sustanciosa multa de Bruselas.

En este escenario, el Ayuntamiento deberá llevar a votación el texto definitivo del nuevo plan, de forma que se respalde jurídicamente Madrid Central antes de que sea anulado y se enfrente a una posible devolución de todas las multas impuestas.

La nueva ordenanza de movilidad contempla ampliar esta zona de bajas emisiones al interior de la M-30, donde los coches y motos que no cuenten con etiqueta de la DGT no podrán circular.

Madrid Central, pasará a llamarse Zona de Bajas Emisiones de Especial Protección del Distrito Centro. Mantiene las mismas restricciones ya conocidas, así como el área de aplicación de más de 400 hectáreas, aunque algunas modificaciones favorecen a los comerciantes.

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