Así se peleaban en el karting Max Verstappen y Charles Leclerc, los protagonistas del GP de Austria

El Gran Premio de Austria para muchos fue el telonero de lo que será la nueva era de la Fórmula 1. Con Lewis Hamilton y Sebastian Vettel coqueteando con la retirada, dos pilotos apuntan a ser los futuros campeones de la categoría reina: Max Verstappen y Charles Leclerc. Precisamente, los protagonistas del duelo por la victoria en el Red Bull Ring.

El de ayer fue su primer duelo por una victoria en la Fórmula 1, pero la lucha entre ambos no es nada nuevo. Ambos son nacidos en 1997, Charles Leclerc 16 días más joven, y por lo tanto están acostumbrados a pelear en las categorías de formación. De hecho, ya tuvieron un encontronazo similar en el karting en 2012, cuando tenían catorce años.

Los comisarios decidieron tras tres horas de deliberación que la maniobra no era sancionable

Fue en Nantes, en una carrera de KF2 de las WSK Euro Series. Por entonces Max Verstappen lideraba la carrera y en la última vuelta Charles Leclerc le adelantó mandándole fuera del circuito. La propia retransmisión italiana de la carrera recogía las declaraciones que en cuestión de segundos daban esos dos adolescentes, que unos años después serían estrellas de la Fórmula 1.

Aquel día ambos pilotos fueron descalificados de la carrera. Charles Leclerc terminaría ganando el campeonato, pero una temporada después ambos darían el salto al mundial de karting, en la categoría KZ, y fue Max Verstappen quien se llevó la corona por delante de Leclerc. Entonces ambos separaron sus trayectorias, pero el destino les ha vuelto a unir.

Si echamos una vista al futuro de los equipos de la Fórmula 1, vemos como claramente Max Verstappen y Charles Leclerc son las grandes apuestas de Red Bull y Ferrari. Los pilotos llamados a repartirse los próximos mundiales de Fórmula 1 con permiso de las jóvenes apuestas de Mercedes, Renault y McLaren.

En Mercedes, el futuro parece en las manos de Esteban Ocon, aunque si no se deciden a darle un asiento podría arrebatárselos precisamente el equipo Renault, donde ya estuvo como probador. Por parte de McLaren, Lando Norris parece el futuro de la escudería, aunque Carlos Sainz también es joven y está brillando en 2019.

La de ayer solo fue la primera chispa de la que se espera que sea una larga trayectoria de luchas entre ambos pilotos en la Fórmula 1. Max Verstappen venía con más ritmo que Charles Leclerc, que había liderado toda la carrera, y le adelantó arrinconando al piloto de Ferrari, que tuvo que salirse de la pista.

Los comisarios estuvieron reunidos durante más de tres horas, llamando a declarar a ambos pilotos, pero finalmente el triunfo se quedó en manos de Max Verstappen. Su sexta victoria como piloto de Fórmula 1, la primera de Charles Leclerc tendrá que esperar. Ya es la segunda vez que el piloto monegasco pierde en el último momento una carrera que tenía ganada.

A Leclerc se le puede achacar que quizás estuvo demasiado blando en el duelo. Cuando pudo ser agresivo no lo fue, dejó pasar la ocasión y Verstappen no la iba a desaprovechar. "Max me hubiera adelantado igual, éstas no son formas", decía un Leclerc que cae muy bien a todos en el paddock, lo que quizás no hable demasiado bien de su actitud para ser un campeón.

Por su parte Max Verstappen sigue siendo una piraña, y además se le nota que está en su quinta temporada en Fórmula 1. Cerebral cuando no hay demasiado que ganar y súper agresivo cuando el premio es suculento. El Verstappen de 2019 recuerda al mejor Fernando Alonso de Ferrari, consiguiendo resultados por encima de sus posibilidades. Ya está tercero en el mundial, delante de los dos coches rojos.

Max Verstappen no podrá romper su contrato con Red Bull

Además la victoria de Max Verstappen supone un alivio por partida doble para Red Bull. Por un lado, porque supone la primera victoria de Honda desde que regresó a la Fórmula 1. De hecho los japoneses no ganaban una carrera desde el Gran Premio de Hungría de 2006, cuando lo hiciese Jenson Button. Y además en un circuito donde el motor sí importa, y mucho.

Y por otra parte, lo más importante. Max Verstappen tenía una clausula que le permitía romper unilateralmente su contrato con Red Bull si no ganaba una carrera antes del Gran Premio de Hungría. Por eso esta victoria es balsámica para el equipo austriaco, que ya se veía perdiendo a su estrella antes del verano, y sin recambios a la vista.

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