La batería es lo más caro de un coche híbrido o eléctrico. En el Ferrari LaFerrari, también es el fallo más aterrador: casi 200.000 euros

  • Es una de las reparaciones más caras del mundo

  • El precio no incluye la mano de obra

Daniel Murias

El Ferrari LaFerrari no es cualquier modelo de la marca de Maranello, su importancia y relevancia es similar a la del Ferrari F40. Presentado en 2013 en el Salón del Automóvil de Ginebra y fabricado en solo 500 unidades, fue el primer hiperdeportivo híbrido de la marca italiana. Su motor V12 atmosférico de 6.3 litros, combinado con un motor eléctrico inspirado en la F1 a través del sistema Hy-KERS, desarrolla una potencia total de 963 CV. Esto es suficiente para propulsarlo de 0 a 100 km/h en 2,9 segundos y superar los 350 km/h. Pero, como suele ocurrir con las tecnologías híbridas, hay un talón de Aquiles: la batería. 

Y cuando falla, la factura es tan elevada como uno espera en un coche que costaba en su día algo más de 1,5 millones de euros. ¿Cuánto por la batería de un LaFerrari? Prácticamente 200.000 euros

Cuando es más lucrativo cambiarlo todo que reparar

Un propietario de un Ferrari LaFerrari de 2014 en Croacia vio como su preciado hiperdeportivo, con apenas 1.440 kilómetros recorridos, se quedó sin batería de tracción. El diagnóstico inicial reveló que la batería híbrida estaba fuera de servicio. 

Ferrari propuso como única solución reemplazar todo el pack de baterías, con un coste estratosférico. Sin incluir la mano de obra, todo el sistema y la batería KERS cuestan desde unos 198.000 euros, una cifra que haría temblar incluso al coleccionista más acostumbrado a facturas elevadas. Sin embargo, el propietario decidió buscar una alternativa más económica.

En lugar de aceptar este presupuesto desorbitado, el afortunado dueño acudió a EV Clinic, un taller croata especializado en baterías de vehículos eléctricos e híbridos. Los técnicos asumieron la misión de analizar y documentar minuciosamente qué fallaba exactamente en este valioso paquete de baterías, que pesa aproximadamente 60 kilos y contiene 120 celdas.

Tras varios días de investigación exhaustiva, los especialistas identificaron dos problemas fundamentales: celdas defectuosas y un defecto en el ensamblaje de fabricación. Esto significaba que la batería no estaba completamente inutilizada, sino que había sufrido un fallo localizado que podía repararse sin necesidad de sustituir todo el conjunto.

Los expertos de EV Clinic procedieron entonces a reparar la batería celda por celda, en lugar de reemplazarla por completo. Este trabajo meticuloso y de precisión logró devolver el LaFerrari a la vida, ahorrándole al propietario el equivalente al precio de una vivienda pequeña. 

Aunque no se reveló el coste exacto de la reparación, es evidente que no guarda ninguna comparación con los casi 200.000 euros que implicaba cambiar el pack de baterías en Ferrari. 

Las baterías son caras, todos los sabemos, pero sigue siendo más barato que un motor nuevo en algunos casos. Por ejemplo, el motor V8 de 4.6 litros de un Porsche 918 Spyder cuesta la friolera de 245.000 dólares (y sólo el motor, sin mano de obra). Claro que para precios ridículos, los 11.000 euros que pide Bugatti por cambiar el botón del ajuste eléctrico del retrovisor en un Bugatti Veyron. Este dueño lo solucionó en un taller independiente por menos de dos euros con un recambio de Volkswagen.

En cuanto a Ferrari, la marca italiana propone desde el año pasado un plan de garantía adicional para sus modelos híbridos. Como parte de sus nuevos programas de extensión de garantía híbrida y híbrida eléctrica, Ferrari sustituirá las baterías de tracción de los coches cubiertos en su octavo y decimosexto año de vida.

Imágenes | Ferrari, EV Clinic

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