Así ha quedado el Chevrolet Corvette un millón tras ser restaurado

¿Recordáis que el suelo del National Corvette Museum se hundió destrozando algunos de los Corvette más preciados? Fue en febrero de 2014, y poco después supimos que algunas piezas de aquel museo serían restauradas hasta dejarlas casi igual que en su estado original.

Una de esas piezas era el Chevrolet Corvette convertible que marcó el hito del millón de unidades producidas en el año 1992. Pues bien, ya luce así de bonito tras más de 1.200 horas de restauración. ¡Pero si está casi mejor que cuando era nuevo!

A la hora de restaurarlo, lo más sencillo hubiese sido sustituír las piezas dañadas por otras nuevas. Así "restauran" coches en algún programa de televisión, pero los que se mueven en el mundo de los coches clásicos saben que de esa forma, el valor del coche cae.

Además se daba una circunstancia en esta unidad, ya que las firmas de todos los trabajadores que habían formado parte de la fabricación de aquella unidad estaban estampadas en cada pieza.

Los daños tras caer por el hueco eran muy considerables, y eso hizo que dos de las piezas y sus firmas fuesen irrecuperables. Para no perder las firmas de los trabajadores que hace más de dos décadas habían puesto su empeño en que aquel Corvette saliese bien de la planta de producción, escanearon sus firmas y las volvieron a imprimir sobre las piezas nuevas.

Por otro lado, una pieza firmada por Angela Lamb estaba tan dañada que no hubo forma de escanear la firma. Por eso en General Motors trabajaron con el National Corvette Museum para conseguir que volviese a firmar la pieza sustituída.

Para las piezas que hubo que sustituír, recurrieron a un modelo de idéntica época que estaba en un desguace. Así se aseguraron que el nivel de autenticidad fuese el máximo.

Llantas, paragolpes, los bajos. Muchas piezas del coche estaban dañadas, pero sorpendentemente una que pudieron salvar fue el marco del parabrisas delantero, que a pesar de haberse hundido tras el incidente, no se habría roto.

Otro detalle lo encontramos en el 1.000.000 con letras blancas en la parte superior del parabrisas. La máquina con la que se hizo, todavía estaba en la fábrica así que lo reimprimieron y lo volvieron a pegar con letras idénticas a las originales.

Tras las más de 1.200 horas de trabajo de distintos miembros de General Motors, el coche ha vuelto al National Corvette Museum, donde ya luce como parte de la exhibición permanente de este lugar de culto para los amantes de los Corvette. No está mal, ¿verdad?

En Motorpasión | Algunos Corvette del socavón del museo Corvette se restaurarán y otros no

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