Si odias las parrillas gigantes de BMW tenemos malas noticias: es lo que gusta en China, así que te aguantas

Denme riñones más grandes. Ha sido la máxima de BMW para dar forma a la parrilla delantera de varios de sus últimos estrenos. Ya sean todocaminos, berlinas, gasolina o eléctricos: desde el SUV eléctrico BMW iX al nuevo BMW M3. Este diseño ha sido, en general, más criticado que venerado. O al menos es lo que pensábamos.

Si ya estabas descorchando el champán porque nos los lleva el BMW iX3, el primero de sus eléctricos de nueva era, tenemos malas noticias: los sobredimensionados riñones verticales seguirán presentes porque les gustan a los compradores chinos. Lo afirma el jefe de diseño de la marca alemana.

"En ciertas zonas, como China, la gente sigue pidiendo parrillas grandes"

Dos de los últimos estrenos de BMW son los nuevos BMW X3 y BMW iX3. El primero es el SUV que lleva años en la gama de la marca, con versiones híbridas con motores gasolina o diésel. Tiene unos generosos riñones verticales, aunque no tan grandes como los modelos antes mencionados. El iX3 es su versión eléctrica, pero nada tienen que ver en diseño. Uno de los aspectos que más llaman la atención es que sus riñones, aunque verticales, son bastante comedidos.

Siendo el primer coche de la denominada Neue Klasse, que representa su nueva generación de eléctricos, se podía pensar que BMW va a dejar de embutir gigantescos riñones en las parrillas de sus estrenos cero emisiones. No será así.

Los chinos quieren parrillas verticales enormes. Precisamente fue lo que preguntó un periodista australiano de Car Expert al jefe de diseño de BMW, Adrian van Hooydonk, durante la mesa redonda de presentación del BMW iX3: si los habían desechado en este nuevo modelo por ser "demasiado radicales". Hooydonk negó que así fuera. Como también que no gusten: va por barrios.

"En ciertas zonas, como China, la gente sigue pidiendo parrillas grandes", argumentó Hooydonk. También que no han tenido "ninguna reacción negativa por parte de los clientes". Si bien admite que han recibido críticas, esto: "no se ha reflejado en las cifras de ventas. De hecho, todo lo contrario. No sentimos la necesidad de reaccionar", puntualiza.

¿El mercado manda? Como cualquier marca, BMW se debe a lo que vende. Y el mercado chino es para la firma el más grande fuera de Europa. Casi un tercio de los coches que comercializa lo acoge la República Popular, con unas 791.000 unidades entregadas en 2024 del total de 2,2 millones. Donde más venden sus coches es en Europa, con casi 950.000 unidades el año pasado. Pero es curioso que Hooydonk esgrima como argumento las ventas: en China han bajado un 13 % en 2024 mientras que en Europa repuntaron.

Además, tampoco es que veamos coches de firmas chinas con gigantescas parrillas verticales entre los faros. Las de modelos BYD, la marca más vendida allí, son bastante finas o inexistentes. Pese a ello, Hooydonk defiende que son una marca global: por ello tienen centros de diseño en diferentes regiones y basan sus propuestas en lo que gusta en un mercado dado.

Por otro lado, señaló que este lenguaje de diseño no es puramente estético, sino también funcional, pues permite "esconder" los sensores, radares y cámaras para los sistemas de asistencia y de conducción semiautónoma. Aseveración que también llama la atención: precisamente el iX3 equipa la última tecnología de asistencia de BMW.

Sea como fuere, el que es el jefe de diseño de la firma desde 2009 lo ha dejado claro: los riñones sobredimensionados han llegado para quedarse y los seguiremos viendo en próximos estrenos. Siempre y cuando, sigan teniendo el beneplácito de los compradores, claro.

Imágenes | BMW

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