Primero prescinde del radar y ahora de los sensores ultrasónicos: el Autopilot de Tesla solo usará las cámaras

Todos los fabricantes que desarrollan sistemas de conducción autónoma para sus coches consideran que el software es tan importante como el hardware, por eso trabajan en el cerebro del automóvil y todos los componentes que le envían información: cámaras, sensores, radares y en algunos casos LiDAR.

En cambio, Tesla sigue su propio camino y considera que el software lo es todo. O casi todo. La conducción autónoma de sus vehículos solo necesita un conjunto de cámaras y un software tan desarrollado que pueda interpretar todo lo que registran los “ojos” del coche.

La compañía estadounidense lo tiene claro que a partir de ahora eliminará los sensores de ultrasonidos en sus automóviles. Esta decisión se suma a la de prescindir del radar que utilizaban los Tesla hasta este año y al rechazo del LiDAR, un sistema que mide distancias y profundidad a través de láser y que Elon Musk no considera necesario para que la conducción autónoma funcione.

Un gasto menos para Tesla

Una de las razones por las que se ha puesto en entredicho el sistema de conducción autónoma de Tesla, denominado Autopilot, es la ausencia de radar y LiDAR. Lejos de apostar por el LiDAR, como otras compañías, en 2021 Tesla decidió eliminar el radar de los Model 3 y Model Y, mientras que los Tesla Model S y Model X prescindieron de este elemento en 2022.

En su lugar, un sistema de cámaras llamado Tesla Vision recoge toda la información necesaria para que el coche se desenvuelva de forma autónoma en cualquier escenario. Hasta este momento, Tesla Vision se complementaba con los sensores ultrasónicos que medían distancias.

Sin embargo, ahora Tesla da otro paso más para abaratar su sistema de conducción autónoma sin comprometer (en teoría) su funcionamiento y retira los sensores de ultrasonidos de sus coches. A nivel visual, será fácil reconocer estos modelos porque no tendrán los 12 sensores que montan actualmente los Tesla en los dos paragolpes.

Los primeros que prescindirán de este elemento serán los Tesla Model 3 y Model Y que se vendan en Estados Unidos. Después seguirán el mismo camino los que se comercializan en todo el mundo y en 2023 les tocará a los Model S y Model X.

Al mismo tiempo que anuncia la eliminación de los sensores ultrasónicos, Tesla ha comunicado que lanza una nueva versión del software Full Self-Driving (FSD) que remplaza al que funciona con los sensores ultrasónicos.

Con el tiempo, todos los Tesla se actualizarán y la compañía de Elon Musk también se plantea anular la funcionalidad de los sensores de ultrasonidos en los coches que se han vendido hasta este momento.

Tesla también reconoce que “durante un breve periodo de tiempo de transición”, los Tesla Model 3 y Model Y que no estén equipados con sensores de ultrasonidos se entregarán a los clientes con algunas funciones temporalmente limitadas o inactivas.

Estas funciones son el sistema de asistencia al aparcamiento y el sistema de aparcamiento automático. Pero también la función Summon para que el coche avance hacia delante o retroceda en un aparcamiento sin nadie al volante a través de la app para el móvil, así como la función Smart Summon para que el coche circule de forma autónoma en un aparcamiento hasta el punto que se indique a través de la app.

Más adelante, Tesla activará estas funciones con actualizaciones de software inalámbricas. Lo que sí mantendrán los Tesla que salgan de fábrica sin sensores de ultrasonidos es la puntuación que hayan obtenido en los diferentes organismos de seguridad, como las cinco estrellas Euro NCAP que recientemente ha conseguido el Tesla Model Y.

Ahora está por ver si el Autopilot es realmente eficaz sin radar y sin sensores ultrasónicos. Quizá Tesla ha encontrado el camino, por fin, para lograr el Autopilot de conducción autónoma nivel 5 que prometió hace seis años y de momento no ha pasado del nivel 2.

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