De la consola al circuito: McLaren ha convertido un coche de videojuego en una bestia real con un motor V10 y 840 CV

A veces, la diferencia entre la fantasía y la realidad está únicamente en nuestra voluntad para llevar algo desde lo primero hasta lo segundo. Así hoy podemos decir que McLaren le ha 'echado bemoles' y ha convertido un coche que antes sólo existía en un videojuego en un 'hypercar' muy real.

Este hipercoche se llama Solus GT y tiene la apariencia de un monoplaza carenado, muy similar al vehículo en el cual se ha inspirado: el Ultimate Vision GT, un 'proto' virtual que sólo puede disfrutarse en Gran Turismo Sport.

Una apuesta con todo por el 'downforce'

Al igual que el resto de conceptos 'Vision GT' presentes en el conocido videojuego japonés, el McLaren Solus GT presenta un diseño enfocado casi en exclusiva a generar carga aerodinámica.

Si atendemos a los datos ofrecidos por la marca británica, el Solus GT es capaz de generar más masa en concepto de agarre de lo que pesa por sí mismo: más de 1.200 kg de carga frente a los poco menos de 1.000 kg que arroja en vacío en la báscula.

Este 'milagro' de la técnica ha sido posible gracias al empleo masivo de la fibra de carbono, junto a otros componentes metálicos realizados en titanio mediante impresión 3D.

Con todo lo anterior se entiende más fácilmente la velocidad máxima declarada de 322 km/h, algo 'escasa' si tenemos en cuenta que se consigue gracias al empuje de un descomunal V10 atmosférico de 5,2 litros y nada menos que 840 CV de potencia y 650 Nm de par. No obstante, ese agarre tiene algo de positivo: una aceleración de 0 a 100 km/h en apenas 2,5 segundos.

Evidentemente el Solus GT está conceptuado como un juguete apto exclusivamente para los circuitos. Para manejarlo en estas circunstancias el propietario cuenta con su propio casco, HANS y mono de piloto a medida. Asimismo dispone de un asiento personal moldeado a partir de su cuerpo en fibra de carbono (como sucede en la F1), el cual se instala en el único hueco disponible en la cabina.

Esta última cuenta con una sección frontal que se desplaza hacia delante para permitir el acceso a un exiguo espacio similar al de un avión de combate. Una vez colocados los arneses y vuelta a cerrar la cubierta, el volante (tremendamente parecido a los que manejan cada fin de semana Lando Norris y Daniel Ricciardo) ofrece todo lo necesario para mantener el coche bajo control, sintiéndote como un auténtico piloto.

Si se le puede poner un defecto al McLaren Solus GT, es que ya es imposible hacerse con uno por el cauce habitual: las 25 unidades de este hipercoche se vendieron a sus dueños, antes incluso de su misma presentación en el marco de la Monterey Car Week. Se desconoce el precio que han abonado dichos afortunados, pero a buen seguro no habrá sido inferior al millón de euros.

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