Los patinetes eléctricos llegaron como una solución de movilidad en las ciudades. A la ciencia le preocupa que sean la puerta a la obesidad distópica que vimos en 'Wall-E'

Los patinetes eléctricos llegaron hace años para quedarse: ya son parte de la realidad vial de las ciudades y la DGT estima que son ya unos cinco millones los que circulan por las calles de España.

Este vehículo alternativo se señala como un símbolo de la micromovilidad moderna, pero expertos en sanidad alertan de su peligrosa cara oculta: podrían poner en jaque la salud de millones de jóvenes. A lo que se añade que son peligrosos: de ahí la nueva normativa de la DGT, que entrará en vigor desde enero y que les obligará a circular con seguro.

Un 80 % de los adolescentes no realiza el mínimo exigido de actividad física

Como reflexionan en el medio divulgativo The Conversation, los patinetes eléctricos no son un medio de transporte activo: son eléctricos y por tanto pasivos en lo que respecta a la actividad física. Que sustituyan usar la bicicleta, o bien andar en combinación con el transporte público, puede suponer un problema de salud a largo plazo para las nuevas generaciones.

Moverse, necesario para el cuerpo y la mente. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el sedentarismo es uno de los grandes problemas del siglo XXI: el 80 % de los adolescentes y el 31 % de los adultos no realiza los niveles recomendados de actividad física. La OMS detalla que una actividad física regular es muy beneficiosa para la salud física y mental, y necesaria para prevenir enfermedades cardiovasculopatías, el cáncer o la diabetes. 

Especialmente en los más jóvenes: que niños y adolescentes se muevan mejora el desarrollo de músculos y huesos, además del cognitivo. También asocia la baja actividad física con enfermedades como la depresión o la ansiedad, tanto en jóvenes como en adultos.

Patinetes en vez de bici: el sedentarismo. Esto choca de frente con recurrir al patinete para moverse en ciudad en el caso de los jóvenes. Algo habitual porque no disponen de carnet de conducir, que en España se obtiene desde los 18 años, aunque ahora se ha aprobado la conducción acompañada desde los 17 años. En todo caso, un MVP es mucho más barato que un coche o incluso que una bici, por lo que es una alternativa recurrente. A la par de cómoda porque exige cero ejercicio físico.

Varios estudios han evaluado la merma física que suponen los patinetes. Por ejemplo este firmado por varios investigadores de la Facultad de Ciencias del Deporte y el Ejercicio de la Universidad de Kent (Reino Unido): concluyeron que los patinetes no pueden ser considerados un medio de transporte activo y que su gasto en calorías es infinitamente menor que simplemente caminar.  

Lo mismo concluyó este otro análisis publicado por  el Departamento de Salud Pública de la Universidad Pablo de Olavide en Sevilla: si se compara con usar la bici o caminar suponen reducir a cero la actividad física diaria. Por ejemplo, sustituir un ya escueto trayecto a pie de 15 minutos por los 5 minutos de recorrer el mismo camino en patinete sin esfuerzo alguno. En definitiva: millones de jóvenes podrían ser más proclives a enfermedades cardiovasculares, a diabetes o afecciones relacionadas con la salud mental. 

Mejor en bici. Por ello, desde la Red Española por una Infancia Activa y Saludable insisten en que los adolescentes usen la bicicleta en vez del patinete eléctrico. Por ser más saludable al exigir actividad física, siendo además sostenible y más segura. Algo que se debe fomentar desde las administraciones: desde la implantación de carriles bici a campañas que conciencien de los beneficios físicos y mentales de pedalear.

Desde enero, con seguro y "matrícula". La otra gran cara amarga de los patinetes eléctricos es la siniestralidad. Según datos de la DGT, en 2024 casi 460 personas fueron hospitalizadas por accidentes en los que estaban los MVP en la ecuación, lo que supone un repunte del 34 % respecto a 2023. Los fallecidos en estos siniestros han pasado de 10 a 19. 

Precisamente para atar en corto los crecientes accidentes, a partir del 2 de enero de 2026 todos los usuarios de estos vehículos estarán obligados a circular con el seguro mínimo obligatorio: pagar al menos una póliza de responsabilidad civil). Y para contratar el seguro, el patinete deberá estar identificado figurando en el registro de vehículos de la DGT (contar a efectos con una suerte de matrícula). Asimismo, los patinetes tienen que estar homologados y cumplir ciertos requisitos técnicos definidos por tráfico: como por ejemplo no superar los 25 km/h. 

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