La DGT dice que puedes ahorrar hasta 500 euros en gasolina al año con sus consejos, pero no todos tienen sentido

Ahorrar gasolina es el objetivo común de la mayoría de conductores. La DGT pretende ayudarles con una serie de consejos que permiten reducir el consumo, tanto en los coches nuevos, como en los más antiguos.

Aplicando estas claves, la DGT asegura que puedes ahorrar hasta 500 euros en combustible cada año, pero ¿qué hay decierto en sus recomendaciones? La analizamos para determinar si realmente son efectivas y tienen sentido.

No hay que seguir al pie de la letra todas las recomendaciones

Con el precio de la gasolina y el diésel por las nubes, el IPC disparado, una crisis energética en ciernes y la puesta en marcha de planes de ahorro energético por parte de los distintos países europeos, estos consejos cobran especial relevancia.

Según la DGT, estas recomendaciones no solo permiten ahorrar hasta 500 euros al año en combustible, también reducen la cifra de emisiones y alargan la vida útil del vehículo.

Como suele ser habitual en estos casos, la mayoría de consejos son evidentes y es cierto que algunos funcionan, pero otros hay que cogerlos con alfileres. Y es que, lejos de traducirse en menos consumo de combustible, pueden ser perjudiciales para la mecánica del coche y otros componentes.

Especial atención a la puesta a punto

La DGT comienza la lista de consejos con el más evidente: mantener el coche en buen estado. Para ello, recomienda llevar a cabo una puesta a punto cada año.

Es algo que todos los conductores deberían tener claro y lo cierto es que revisar el coche periódicamente es fundamental para mantenerlo en buen estado, detectar posibles averías a tiempo y solucionarlas. Simplemente es cuestión de lógica, no debería hacer falta que la DGT haga hincapié en ello.

Llevar la presión adecuada en los neumáticos

Otro consejo obvio de la DGT es el de llevar la presión correcta en los neumáticos, pero. Por desgracia, a pesar de su obviedad, muchos conductores no tienen en cuenta esta cuestión.

Una presión más baja de la cuenta implica mayor gasto de combustible, repercute en el comportamiento del automóvil y supone un desgaste más elevado de los neumáticos. Es crucial revisarla al menos una vez al mes.

También es importante aumentar la presión de los neumáticos cuando el coche va a circular más cargado, por ejemplo, en los viajes de verano con toda la familia y el maletero lleno. Siempre dentro de las recomendaciones del fabricante.

Solo hay que seguir las indicaciones de la marca y fijarse en las presiones recomendadas porque son las ideales. Pueden encontrarse en el manual del coche, en la tapa del depósito de combustible, en la parte interior de la guantera o en el marco de la puerta.

Utilizar marchas largas

Mientras que las dos recomendaciones anteriores tienen fundamento, la de utilizar marchas largas no es tan razonable. La DGT señala que “el gasto de combustible también se reduce de forma muy marcada con la tendencia a conducir en la marcha más larga posible, incluso en ciudad respetando los límites”.

Pues bien, es cierto que no hay que abusar de las marchas cortas, pero no es recomendable engranar la cuarta o la quinta velocidad antes de llegar a los 50 km/h, como dice la DGT. Cada coche, cada motor y cada trayecto es un mundo, por lo que no hay una regla general: hay que llevar la marcha que garantice el régimen de giro óptimo del motor en cada momento.

Es más, abusar de las marchas largas a baja velocidad es sinónimo de averías en forma de filtros anti partículas (FAP) atascados, por lo que el daño colateral por querer ahorrar puede salir muy caro.

Tampoco es cierto que se ahorre combustible metiendo quinta a 50 km/h. En muchos coches, hacer esto supone que el motor no esté funcionando al régimen adecuado y se ahogue.

No hay que apurar cada marcha hasta la zona roja del cuentarrevoluciones, sobre todo ahora que el turbo está tan extendido y proporciona una buena respuesta desde abajo. Pero tampoco hay que utilizar la marcha más larga nada más arrancar porque, lejos de ser positivo para el bolsillo, es contraproducente a largo plazo.

Anticipación al volante

La DGT recomienda anticiparse para reducir el consumo de combustible. Este consejo sí tiene sentido, de hecho, es de los más efectivos para ahorrar, pero también para practicar una conducción segura.

Parte de la anticipación consiste en conducir a una velocidad constante, sin constantes cambios de ritmo que obliguen a frenar y acelerar todo el rato. Para ello, es fundamental mantener la distancia de seguridad, tanto en carretera, como en ciudad.

De esa forma, es posible acelerar de manera más progresiva, aprovechar la inercia y evitar tener que recuperar velocidad tras haberla perdido al frenar antes de la cuenta.

Optimizar el uso del aire acondicionado

Lo que dice la DGT respecto al uso del aire acondicionado es que “no hay que llevarlo conectado sin necesidad porque supone que el consumo aumente entre un 10% y un 20%”. Es otra cuestión de lógica, pero no hay que perder la cabeza porque el sistema del climatizador es uno de los principales responsables de proporcionar el confort necesario para conducir.

El paquete de medidas de ahorro energético aprobado por el Gobierno establece que los comercios, oficinas y edificios públicos no pueden tener el aire acondicionado por debajo de los 27 grados. Es importante recalcar que en el coche no hay que tener en cuenta esta recomendación.

Siempre hay que regular la temperatura para que el ambiente en el interior del vehículo sea óptimo respecto al exterior, aunque haya 20 grados de diferencia.

En pleno verano y con 40 grados a la sombra, lo normal es poner el climatizador entre los 21 y los 24 grados, dependiendo de cada persona. En invierno y con los termómetros bajo cero, esa misma temperatura también puede ser óptima.

Más vale no pasar frío o calor al volante que buscar el ahorro apagando el climatizador o poniendo una temperatura inadecuada. En agosto, conducir con el climatizador a 27 grados en casi toda España es mala idea, ya sea de día o de noche.

En este punto, la DGT también recomienda, con acierto, cerrar las ventanillas en carretera. Llevarlas abiertas perjudica la aerodinámica del coche e implica un mayor consumo, pero también reduce el confort térmico dentro del vehículo.

No convertir el maletero en un trastero

El último de los consejos de la DGT pasa por no acumular cosas innecesarias en el maletero. También es un acierto. La DGT recuerda que en verano se suele viajar con el maletero a plena carga y que, a veces, los objetos que se acumulan a lo largo del año restan espacio y obligar a recurrir a la baca o a cofres para el techo que elevan el consumo del vehículo.

Con una limpieza y una buena organización se puede aprovechar mejor el espacio de carga y no viajar con elementos innecesarios.

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