Probamos el SsangYong Rexton, un SUV enorme y cómodo que cuesta como un compacto

Nota de Motorpasión

El SsangYong Rexton se presenta como una rara avis. En un mercado en el que dominan los SUV electrificados con unos precios cada vez más altos, el  Rexton se presenta como un auténtico 4x4 con reductora, un amplio habitáculo para siete y una nueva mecánica diésel.

Si bien su presentación y diseño no son de los más actuales, este imponente todoterreno se postula como una interesante alternativa a muchos SUV familiares y a los desaparecidos monovolúmenes grandes, sobre todo al tener un precio de partida de 39.200 euros.

En 2021, el SsangYong evolucionó para adaptarse al mercado europeo. Su anterior motor diésel 180 CV de 2.2 litros no cumplía la normativa de emisiones Euro 6d para turismos. La nueva generación del Rexton equipa ahora un motor que no solamente cumple con las normas europeas sino que es más potente.

Su nuevo bloque conserva la cilindrada de 2.2 litros pero desarrolla 202 CV y entrega 440 Nm lo que supone 21 CV y 20 Nm más que antes, aunque el par máximo se libera ahora un poco más tarde, concretamente a 1.600 rpm en lugar de a 1.400 rpm. Va asociado a un nuevo cambio automático de 8 relaciones (por convertidor de par), en sustitución del antiguo cambio automático Mercedes de 7 marchas.

SsangYong aprovechó los cambios mecánicos para renovar el aspecto de su Rexton con, entre otros, un nuevo frontal. El cambio más llamativo es sin duda su calandra cromada y con un patrón de panal, flanqueada por unos finos faros LED. La zaga, sin embargo, es esencialmente la misma que en la anterior versión de 180 CV.

A bordo

El interior luce una presentación que juega con los códigos estéticos de los modelos premium, sin que los materiales sean acorde con esa imagen que se pretende dar. En todo caso, el habitáculo es acogedor, agradable y los plásticos empleados son bastante correctos, dan una buena sensación de calidad percibida y el tacto de los mandos es muy bueno. Eso sí, hablamos de un estilo muy 2010, lejos de la tendencia actual de agruparlo todo en una pantalla táctil, el Rexton sigue fiel a los botones, con sólo una pantalla táctil de 8 pulgadas.

Por otra parte, el equipamiento de serie, desde la versión de acceso, es muy completo. A nivel de seguridad, cuenta con airbags de cabeza y laterales, delante y detrás, así como airbag de rodilla para conductor, asistente de cambio involuntario de carril, frenada automática de emergencia y aviso de tráfico cruzado trasero.

En cuanto a equipamiento de confort dispone sensores de aparcamiento traseros, de una pantalla táctil de 8 pulgadas, compatibilidad con Apple CarPlay y Android Auto, BlueTooth y 6 altavoces. El tope de gama Limited añade de serie el climatizador bizona y el aire acondicionado manual en las plazas traseras, así como la tapicería simil cuero, los asientos calefactados y con ajustes eléctricos. El único bémol siendo la ausencia de navegador, incluso en opción.

Pero sin duda la gran baza del Rexton es su espacio interior. En un coche de 4,85 m de largo, hay espacio de sobre para siete pasajeros. Tanto en la primera fila de asientos (delante) como en la segunda fila, el espacio es inmenso, tanto en longitud como altura bajo techo o anchura. Los respaldos de la segunda fila de asientos son incluso reclinables. Y al igual que en las plazas traseras, detrás hay una toma de 12V y dos tomas USB-A.

Los cómodos asientos son inusualmente grandes, son casi butacas. Sólo el pasajero de la plaza central en la segunda fila de asientos podrá viajar de manera menos cómoda, no por anchura y dureza del asiento, por una vez, sino por un respaldo algo duro (es el reposabrazos trasero).

La tercera fila de asientos forma parte del equipamiento de serie. Son dos amplias plazas reales, es decir, aptas para adultos. Lo único malo de estas plazas es la poca altura que tienen respecto al suelo lo que obliga a viajar con las rodillas en alto. Y, como casi siempre en estos coches, el acceso a estas plazas sin ser complicado requiere cierta agilidad y flexibilidad.

El Rexton es un coche familiar y como tal ha de ofrecer un buen maletero. Si no necesitamos la tercera fila de asientos, el maletero tiene un volumen de 641 litros hasta la bandeja. Un volumen que baja a sólo 231 litros en caso de usar la tercera fila de asientos.

Al volante

En un mundo de SUV, el Rexton es uno de los pocos todoterrenos a la antigua usanza que quedan, con su chasis de largueros y travesaños y tracción integral conectable. En condiciones normales de adherencia, el Rexton es un tracción trasera. La tracción a las cuatro ruedas, que se conecta vía un selector giratorio en la consola central, se debería usar únicamente al circular sobre firmes de baja adherencia, como nieve, barro o arena.

Fuera del asfalto, el Rexton hace gala de un buen confort, para esa situación, aunque con una cierta firmeza en los caminos más rotos. Probablemente se deba a una puesta a punto con muelles bastantes firmes. Y es que el Rexton de por sí no es un peso pluma, pesa en orden de marcha 2.180 kg.

La presencia de la reductora permite mejorar la tracción en situaciones de baja adherencia, pero a pesar de su arquitectura de 4x4 puro y duro, no es tal. Sus ángulos de ataque y salida, de 20,5º y 22º, respectivamente, no ayudan (en un Toyota Land Cruiser son de 31 º y 25º, respectivamente). Pero sobre todo, este Rexton equipa neumáticos Michelin Pilot Sport de asfalto, nada adaptados para situaciones de todoterreno.

En uso más habitual, en asfalto y cual SUV, el Rexton se muestra como un coche muy cómodo. La suspensión consigue filtrar casi todas las imperfecciones de la carretera, aunque a baja velocidad se siguen notando vía una ligera trepidación de las suspensiones las irregularidades más pronunciadas. De nuevo, probablemente sea una cuestión de una puesta a punto con “demasiado muelle”.

Si bien es cierto, que su chasis de largueros y travesaños, y por tanto con carrocería separada del chasis, añade una capa más con respecto a un coche con chasis autoportante en la que las vibraciones se pueden propagar y que necesita una mayor filtración.

Que el Rexton sea muy confortable en su rodadura no significa que sea un coche patoso. Su comportamiento es noble, no hace extraños, y tiene un buen guiado. Eso sí, las inercias son las que son y subir el ritmo con este coche es alargar la trayectoria de las cuatro ruedas de forma innecesaria, todo ello acompañado de una carrocería que se tumba en las curvas con gusto. A la suspensión le falta dinamismo, pero no es de extrañar con una tara de 2,1 toneladas y una gran altura libre al suelo de 224 mm.

Sin embargo, dadas las limitaciones de su arquitectura, ciertamente no llamaríamos incómodo a este SsangYong Rexton. Sobre todo porque su motor diésel está relativamente bien insonorizado, especialmente a velocidad de crucero. Las prestaciones del 2.2 Diesel no son extraordinarias, pero son más que suficientes (80 a 120 km/h en 8,5 s). La caja de cambios automática ultra suave contribuye a esa sensación de viajar en un coche confortable.

Un coche pesado y con una superficie frontal importante, no hay milagros en términos de consumo. La media homologada es de 7,7 l/100 km (WLTP), pero es una media a la que nunca pudimos acercarnos. En nuestra prueba, la media ha sido de 9 l/100 km.

Para este tipo de coche, es una media correcta, un Toyota Land Cruiser se muestra bastante más sediento, pero en términos absolutos es un consumo que tira a alto. Es algo a tener en cuenta si vamos a tirar de una caravana, por ejemplo, ya que el Rexton es uno de los pocos modelos del mercado actual que puede remolcar hasta 3.000 kg (masa máxima remolcable con freno).

SsangYong Rexton D22 DTR: nuestra valoración

7,7

Diseño exterior 7
Habitabilidad 9
Diseño interior 8
Calidad 7
Maletero 8
Motor 7
Seguridad 8
Comportamiento 7
Comodidad 8
Precio 8

A favor

  • Espacio interior
  • Elevado confort de marcha
  • Precio

En contra

  • Ausencia de dinamismo 
  • Tracción integral temporal


El SsangYong Rexton es un modelo que en ciertos aspectos puede parecer desfasado (chasis, interior, motor), pero sin embargo es una propuesta bastante actual en el mercado español. Ofrece mucho espacio y es muy confortable para viajar, dos elementos esenciales en un coche familiar, todo ello condimentado con una cierta versatilidad y un interior acogedor, con un consumo razonable (que no bueno) por un precio todavía más razonable.

Parte de los 39.200 euros y culmina en 51.800 euros, según los acabados, cuando modelos similares, como el Toyota Land Cruiser de 7 plazas, parte de los 48.200 euros, y SUV, como el Kia Sorento o el Hyundai Santa Fe parten de los 46.000 euros. Por los tiempos que corren, la relación precio-equipamiento del Rexton es incluso competitiva.



Motor

Diésel. 4 cilindros de 2.157 cc. Inyección directa por conducto común. Turbo de geometría variable. Intercooler

potencia máxima

202 CV a 3.800 rpm

par máximo

441 Nm de 1.600 a 2.600 rpm

transmisión

Tracción integral temporal. Cambio automático de 8 relaciones. Reductora.

dimensiones (Largo x ancho x alto)

4.850 x 1.960 x 1.825 mm

batalla

2.865 mm

maletero

641 litros (7 plazas: 236 litros)

peso

2.180 kg

80 a 120 km/h

8,5 s

0 a 100 km/h

11,3 s

velocidad máxima

184 km/h

consumo medio homologado (WLTP)

7,7 l/100 km

consumo medio en prueba

9 l/100 km

Precio

desde 39.200 euros

Precio unidad probada

43.800 euros (acabado intermedio Premium)

El coche para esta prueba ha sido prestado por SsangYong. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.

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