Infiniti FX 30d S, prueba (conducción y dinámica)

El Infiniti FX 30d S es el buque insignia de la marca japonesa para el mercado europeo, ya que es el primer diesel que se incorpora a la gama Infiniti y sin duda el que acaparará la mayor parte de las ventas en Europa, un modelo que tiene la difícil labor de restarle ventas a los populares Audi Q7, BMW X5/X6 y Porsche Cayenne.

El motor es un V6 que se ha desarrollado partiendo de cero específicamente para el FX. Desarrolla 238 caballos cuando sube hasta 3.750 revoluciones por minuto, mientras que los 550 Nm de par que entrega a 1.750 RPM, hacen que desde que pisas el acelerador te pegues al asiento con bastante fuerza.

Desde que puse en marcha por primera vez el motor pulsando el botón situado a la derecha del volante, me di cuenta de algunos detalles que luego corroboraría durante la semana que estuve probándolo. El motor es suave y silencioso, de forma que en el habitáculo apenas se aprecia su sonido.

También noté que la respuesta del motor es casi instantánea a los movimientos del acelerador, algo que me gusta para un todoterreno de planteamiento deportivo como este.

Según Infiniti cuando desarrollaron este motor, comprobaron que sin problema podría desarrollar 20 caballos más de potencia, 258 caballos. Pero decidieron dejar la cifra en esos 238 caballos para evitar que emitiese demasiado CO2 y para hacer que la respuesta fuese más agradable.

El motor diesel del Infiniti FX30d S siempre va acoplado a una caja de cambios automática de siete velocidades, que lleva unas levas de magnesio situadas en una posición muy cómoda detrás del volante. Su funcionamiento me gustó mucho, ya que tanto en reducciones como a la hora de subir marchas, es muy rápido y obedece a lo que el conductor quiere.

Las cifras de prestaciones del Infiniti FX30d S son bastante buenas para un coche que pesa 2.150 kilos y que tiene “sólo” 238 caballos. La velocidad máxima es de 212 km/h y tarda sólo 8,3 segundos en acelerar de 0 a 100 km/h, unas prestaciones muy dignas que le permiten moverse con soltura entre el tráfico urbano e interurbano de las ciudades.

Pero lo que me gustó mucho del Infinti FX30d S es cómo se comporta en general, la sensación de que siempre tienes respuesta cuando le pides aceleración es toda una garantía y algo que se agradece en un todoterreno deportivo. Acelerar en un carril de incorporación de una autopista, es pan comido para el Infiniti que tiene un motor que acelera mucho y que gracias a su perfecta sincronía con el cambio de marchas te permite alcanzar velocidad rápido ya sea usando las levas del volante o dejando que el modo automático haga su función.

También en los adelantamientos, el par motor y la respuesta de la caja de cambios te permiten hacerlos con total seguridad, algo a lo que ayuda también la dirección, muy directa y precisa a los movimientos que hacemos con el volante. A esta precisión de la dirección se une el sistema RAS, “Rear Active Steering” que consiste en que las ruedas traseras giran ligeramente, como ya hemos visto en otros coches, para premiar la agilidad del coche.

La tracción total en el Infiniti FX30d S

Como buen todoterreno, el Infiniti FX30d S tiene un sistema de tracción integral, en este caso denominado ATTESA E-TS (Advanced Total Traction Engineering System for All Electronic Torque Split), un nombre más complicado de lo que realmente es el funcionamiento del sistema en si.

Este reparte la fuerza entre el eje delantero y el trasero dependiendo de las necesidades de cada momento, pudiendo llegar a enviar el 100 % de la potencia al eje trasero, mientras que el par motor se reparte entre delante y detrás al 50%. En funcionamiento normal y cuando no hay pérdidas de tracción, la fuerza se envía al eje trasero de forma que mejora la sensación deportiva al volante.

Otro de los puntos que sí o sí se hacen notar al volante del Infiniti FX30d S son las suspensiones. Sin lugar a dudas afirmo que son las suspensiones más duras que he probado en un todoterreno, incluso más que las del BMW X6 M que probé hace unos meses (BMW X6 M, prueba: parte 1parte 2parte 3parte 4), un coche que teóricamente tiene un planteamiento más deportivo que este.

Las suspensiones transmiten al habitáculo absolutamente todas las imperfecciones del asfalto, algo a lo que ayudan también las llantas de 21 pulgadas con perfil bajo del neumático. Esto hace que desde el primer momento, la sensación de deportividad sea permanente en el Infiniti FX 30d S, aunque no debemos olvidar que ese apellido S indica que estamos ante la versión más deportiva, ya que hay otra menos deportiva llamada GT.

Esta dureza de las suspensiones penalizan un poco el confort general del coche cuando el asfalto que pisamos no está todo lo bien que debería, algo habitual últimamente en nuestras carreteras, pero también permite trazar las curvas a alta velocidad con total seguridad, olvidándote de los típicos balanceos de la carrocería a los que nos acostumbran los SUV.

Con este conjunto de motor potente, cambio fino, dirección directa, suspensiones duras y ese envío de potencia a las ruedas traseras, no dudo a la hora de admitir que el Infiniti FX 30d S es uno de los tres todoterrenos del mercado que más sensaciones deportivas transmite, y lo mejor de todo es que lo hace manteniendo ese toque personal también en el apartado dinámico que lo diferencia del resto de competidores.

Continuará...

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