Probamos el BYD Atto 3, un SUV eléctrico chino que ha hecho los deberes para convencer a los europeos

Nota de Motorpasión

A menos de haber pasado el último año en una expedición espeleológica, la llegada de los coches eléctricos chinos a España es ya una realidad muy palpable. De las varias marcas de eléctricos que ya han puesto pie en nuestro país, BYD es sin duda la marca que más deberíamos tener en cuenta.

BYD no ha venido a Europa para tener un papel de figurante, sino para ser estrella. Y de hecho prevé abrir una fábrica en nuestro continente, la cual podría acabar estando en Galicia. La marca llegó inicialmente con una gama de tres modelos, entre ellos, el BYD Atto 3, cuyo desarrollo se ha hecho pensando en Europa.

Y es este BYD Atto 3 eléctrico, un SUV compacto de 204 CV que probamos hoy en su acabado tope de gama Design desde 42.900 euros. Y sin hacer un spoiler, sí, las marcas occidentales deberían tomar nota de las propuestas de BYD.

Antes de hablar del BYD Atto 3, un pequeño recordatorio de quién es BYD. BYD, oficialmente por Build Your Dreams (construye tus sueños, en inglés), fue fundada en 1995 como fabricante de pilas recargables. Casi 30 años después, es el segundo fabricante mundial de coches eléctricos, pisándole los talones a Tesla.

Además, BYD tiene la particularidad de fabricarlo todo en casa. Desde el motor hasta la batería pasando por el sistema multimedia, BYD apenas usa proveedores. Al contrario, BYD fabrica para los demás. Y de hecho es el proveedor de las baterías de los Tesla Model Y fabricados en Berlín.

La gama actual de BYD cuenta ya con cinco modelos, siendo el Atto 3 el más adecuado al mercado europeo. Se trata de un SUV de 4,46 m de largo, que lo sitúa entre un Volkswagen ID.3 y un Volkswagen ID.4. Para hacernos una idea, es más o menos del tamaño de un Nissan Qashqai.

Este modelo ha sido desarrollado pensando en el mercado europeo, aseguran desde la marca. Es algo que queda patente en su diseño exterior actual y agradable, si no original. Más que para el mercado europeo, es un diseño que no desagradará a nadie, ni en China ni en Australia y menos en Europa.

Original diseño interior

A bordo, sin embargo, los diseñadores de la marca han hecho prueba de más originalidad. El interior del Atto 3 es la antítesis de lo que propone Tesla, Volkswagen o Kia. Hay marcados contrastes de color (negro, azul y gris claro), mientras que el salpicadero tiene una forma en relieve casi orgánica. Forma parte de los diseños inspirados en el océano, un tema recurrente en los últimos modelos de la marca, como el BYD Seal (foca, en inglés).

En todo caso, la calidad de los acabados está a años luz de la imagen que se podría tener de un coche chino. Si bien algunos plásticos son de aspecto duro y brillante, la sensación general es de una calidad percibida a la altura de las producciones europeas o surcoreanas, cuando no es incluso superior. Es, por ejemplo, muy superior a lo que propone un Volkswagen ID.3 y casi al mismo de lo que puede ofrecer un Kia e-Niro.

Además de esa temática marina, nos encontramos con una temática más músical, con tres cuerdas tensadas como si de una guitarra o bajo se tratase en los paneles de puertas que conforman los compartimentos guardaobjetos. Se parece tanto a una guitarra que casi se pueden tocar algunas notas con ellas, algo que los niños harán a menudo.

Este interior gustará o no, pero no se puede negar que aporta un poco de aire fresco al diseño de los interiores. Es sumamente original y nada desagradable. Sin embargo, donde no es original es en el uso de las pantallas.

Para el cuadro de instrumentos, BYD ha imitado al ID.3 con una diminuta pantalla en la que se acumula la información. La información esencial se lee bien, pero alguna info adicional no es muy legible en ocasiones debido a una elección de colores no siempre acertada para la lectura; el verde o el amarillo sobre un fondo azulado tirando a turquesa clara no es lo ideal para conseguir un buen contraste.

Para la pantalla táctil central, BYD sigue la tendencia iniciada por Tesla: la pantalla táctil central -de 15,6 pulgadas en este caso- lo domina todo. Su aspecto más original es el de poder orientarla en formato horizontal o bien vertical (pulsando en la pantalla en un botón en el volante), según como mejor nos convenga. Curiosamente, con gafas de sol polarizadas y la pantalla en posición vertical apenas se ve ya información, mientras que en horizontal se lee todo perfectamente.

Es una función gadget, como tantas otras que esconde el Atto 3. Una de ellas es la emitir una pequeña música de tres o cuatro notas cuando el coche circula por debajo de 30 km/h. Otra permite hacer que las luces interiores parpardeen y cmabien de color al ritmo de la música. No le veo la utilidad, la  verdad, pero ambas se pueden desconectar fácilmente.

Los controles de la climatización están en la pantalla, son siempre visibles, pero dista mucho de ser la solución ideal. La interfaz es buena y rápida, salvo cuando arranca, y los menús bastante intuitivos.

Como en muchos eléctricos, el navegador indica los puntos de carga disponibles cerca de nosotros e indica incluso el rango de acción del coche. Sin embargo, no puede indicarnos en función de la ruta, dónde recargar.

Por otra parte, en el navegador (con mapas actualizados de Here) no se tiene en cuenta algunas particularidades de los destinos. Por ejemplo, y me ha pasado, nos llevará a una gasolinera con puntos de carga situada en una autopista por el camino más directo…para encontrarnos con la verja de entrada del personal, la cual está situada fuera de la autopista y, por tanto, no es de uso público.

De todos modos, el sistema multimedia incluye Apple CarPlay (vía cable únicamente) y, los coches que hayan recibido la actualización remota adecuada, Android Auto. También incluye Spotify. En cuanto al sistema de sonido de serie es muy decente. Entre las ayudas a la conducción que sacan provecho de esta pantalla, las cámaras 360º que permiten, además, una excelente visualización 3D del coche en realidad aumentada.

El espacio a bordo es bastante bueno, similar al de un Kia Niro. En las plazas traseras, los pasajeros disfrutan de un espacio cómodo, aunque un poco justo a la altura de las rodillas. El espacio para la cabeza es amplio. En cuanto al maletero, con un volumen de 440 litros, se sitúa en la media del segmento.

Confort, confort y más confort

El BYD Atto 3 equipa un único motor de 150 kW (204 CV) y 310 Nm situado sobre el eje delantero. Una configuración y potencia adoptada por muchos SUV compactos. Va asociado a una batería de LFP (litio hierro fosfato) de 60,4 kWh de capacidad útil (con bomba de calor de serie). Ofrece unas prestaciones muy decentes con 0 a 100 km/h en 7,3 segundos y un 80 a 120 km/h en 4,5 segundos con una velocidad máxima limitada a 160 km/h.

Y aunque su 80 a 120 km/h permite efectuar adelantamientos de forma muy rápida -y por tanto más segura-, no es un coche ni siquiera mínimamente deportivo. El Atto 3 tiene un solo objetivo: el confort de sus pasajeros.

Las suspensiones filtran muy bien todas las irregularidades del firme, incluso a baja velocidad al pasar sobre un resalte en ciudad, pero en contrapartida la amortiguación es excesivamente blanda. En las curvas el balanceo de la carrocería es, digamos, generoso.

Para colmo, el tren delantero es algo perezoso al entrar en las curvas. La dirección es un tanto lenta, pero ofrece una precisión correcta a pesar de su excesiva asistencia. Sin embargo, si alzamos aunque sea ligeramente el ritmo, el tren delantero se verá desbordado por el par motor. El resultado es un SUV en el que el control de tracción lucha para que el coche gire en lugar de querer ir recto.

Acabaremos tomando la curva con el coche medio tumbado y las ruedas chirriando cual Cadillac Deville del 72 y sólo falta un tapacubos que salga disparado para completar la escena. Por suerte equipa llantas de aleación de 18 pulgadas, calzadas con neumáticos anchos de 235/50 R18.

Los frenos, en cambio, ofrecen un buen mordiente aunque son un poco sensibles al fading (calentamiento que alarga la distancia) si abusamos de las fuertes frenadas. En este aspecto la frenada regenerativa no ayuda ya que es bastante débil. Ésta sólo dispone de dos modos: Normal y High (elevada).

El modo Normal implica que la frenada regenerativa es prácticamente inexistente, mientras que en el modo High sí se nota una reducción de la marcha al levantar el pie del acelerador, pero está muy lejos de permitir conducir con un sólo pedal.

Un consumo bastante bajo

BYD anuncia una autonomía homologada en ciclo WLTP de 420 km y un consumo medio de 15,6 kWh/100 km. A lo largo de nuestra prueba no he logrado ver un consumo tan bajo. En entorno urbano, más favorable para un bajo consumo, gasté 17 kWh/100 km, lo que implica una autonomía de 355 km.

En autopista y respetando los límites de 120 km/h, donde los eléctricos son más glotones, el SUV chino arrojó una media de 19 kWh/100 km. Pero si abusamos del acelerador, no será difícil ver consumos superiores a los 21 kWh/100 km.

En todo caso, a un ritmo legal y tranquilo en un viaje largo dispondremos de 319 km de autonomía. Dicho de otro modo, tendremos que parar a recargar cada 280 km o cada 300 km, para tener algo de margen si el cargador en cuestión no funciona por la razón que sea. No está nada mal.

En cuanto a las recargas, el Atto 3 recarga hasta 7 kW de potencia en una toma doméstica y hasta 11 kW en corriente alterna trifásica (o enchufe tipo 2) y hasta 88 kW en los puntos de carga rápida con corriente continua DC. BYD anuncia un tiempo de carga de 29 minutos para pasar del 30 al 80% en un punto de recarga rápida. Claramente, una mayor potencia en corriente DC no vendría mal.

Precio y rivales del BYD Atto 3

Muchos temían que la llegada de los coches chinos supusiera una guerra de precios. Si bien alguna marca, como MG ha optado por esa vía, la mayoría no lo han hecho. Y menos aún BYD que quiere ser una marca si no premium, al menos mínimamente aspiracional. El enfoque de BYD es el mismo que proponen Skoda o las marcas coreanas: una excelente relación precio-equipamiento.

Así, disponible desde 41.400 euros con el acabado Comfort, el Atto 3 equipa la climatización bizona con bomba de calor, incorpora numerosos elementos de seguridad y ayudas a la conducción, como el asistente de cambio involuntario de carril o la alerta por tráfico cruzado trasero, para cumplir los requisitos de Euro NCAP. De hecho, ha obtenido la calificación de 5 estrellas en EuroNCAP.

Propone además, llantas de aleación de 18”, faros full LED, pintura metalizada, asientos delanteros con ajuste eléctrico, internet, retrovisor interior electrocromático,actualizaciones remotas, una tarjeta NFC que permite abrir el coche al pasarla por el retrovisor izquierdo y una pantalla táctil de 12,8 pulgadas.

Y por 42.900 euros accedemos al tope de gama, el acabado Design, dispondremos de la pantalla de 15,6 pulgadas, la carga bidireccional y el sistema de purificación del aire, muy en boga en todos los coches chinos.

Aun así, el BYD Atto 3 se permite el lujo de ser cerca de 3.000 euros más barato que un Kia e-Niro y costar más o menos lo mismo que un Volkswagen ID.3 de 58 kWh con acabados de peor calidad y bomba de calor opcional (elemento esencial para la batería en invierno). En cuanto al Renault Megane E-Tech de 130 CV y batería de 60 kWh, con menos equipamiento, es también unos 3.000 euros más caro. El BYD Atto 3 no es un coche low cost, pero tiene un precio más acorde con lo que ofrece.

BYD Atto 3: nuestra valoración

7,5

Diseño exterior 7
Habitabilidad 8
Diseño interior 7
Calidad 7
Maletero 7
Motor 8
Seguridad 8
Comportamiento 7
Comodidad 8
Precio 8

A favor

  • Habitabilidad
  • Confort de marcha
  • Consumo y autonomía eléctrica

En contra

  • Comportamiento dinámico perfectible 
  • Navegador (rutas erróneas y sin planificador de carga)
  • Carga rápida algo lenta (88 kW maxi)


A pesar de sus cualidades, como su original interior, su habitabilidad, sus consumos bastante bajos, su elevado confort y su buena relación precio-equipamiento-autonomía, el BYD Atto 3 tiene que luchar para labrarse un nombre frente a marcas cuya red de distribución, de post venta e imagen están mucho más desarrolladas. Eso sí, para ser su primera propuesta destinada a particulares en Europa, el BYD Atto 3 está a la altura de las producciones europeas y surcoreanas rivales.



Motor y transmisión

Eléctrico síncrono de imanes permanentes sobre el eje delantero. Tracción delantera.

batería

Tipo LFP (litio hierro fosfato) de 60,4 kWh

potencia máxima

150 kW (204 CV)

par máximo

310 Nm

transmisión

Tracción delantera

dimensiones (Largo x ancho x alto)

4.455 x 1.875 x 1.615 mm

batalla

2.720 mm

maletero

440 litros

peso

1.750 kg

80 a 120 km/h

4,5 s

0 a 100 km/h

7,3 s

velocidad máxima

160 km/h

consumo medio homologado (WLTP)

15,6 kWh/100 km

AUTONOMÍA ELÉCTRICA MÁXIMA HOMOLOGADA (WLTP)

420 km

consumo medio en prueba

18 kWh/100 km (17 kWh/100 km en ciudad)

Autonomía eléctrica en prueba

335 km (355 km en ciudad)

precio

desde 41.400 euros (unidad probada: 42.900 euros)

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El coche para esta prueba ha sido prestado por BYD. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.

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