Muchos centros comerciales tienen plazas de párking reservadas para familias. ¿Qué me impide aparcar si voy solo en el coche?

Aparcar en un centro comercial cada vez es más complicado. No solo porque en la mayoría de ellos las plazas están diseñadas para los coches de antes (los de ahora cada vez son más grandes y se nota), sino porque cada vez hay más plazas reservadas.

Hasta hace poco, las únicas plazas que había que respetar en los aparcamientos de los centros comerciales eran las de personas con discapacidad, de la misma forma que en la vía pública, pero ahora también hay plazas para vehículos eléctricos, plazas para recoger la compra de forma rápida y plazas familiares.

No es una cuestión de normas, sino de civismo, respeto y empatía

Algunos centros comerciales también tienen sitios reservados para talleres o empresas que limpian los coches allí, por no hablar de los lugares donde hay plazas reservadas para mujeres; aunque esto último es cosa de Alemania, China, Italia o Corea del Sur, ya hay plazas de este tipo en Zaragoza y Sevilla.

Todas estas plazas se encuentran en aparcamientos de uso público y titularidad privada, como los de los centros comerciales, y también en algunos privados, y en ninguno de ellos se pueden aplicar las regulaciones de la normativa que afecta a los aparcamientos de la vía pública.

Los centros comerciales establecerán sus normas de uso en sus aparcamientos, aunque los pueda utilizar todo el mundo, y obviamente los privados también tienen sus propias normas, ya sean de una empresa o de una comunidad de vecinos.

Entonces, ¿qué me impide aparcar un coche de dos plazas en el que circulo sin acompañante en una plaza familiar? Pues lo cierto es que, más allá de las normas de cada aparcamiento, solo se puede hablar de ética y civismo.

Puede que el centro comercial me invite a abandonar esa plaza, normalmente por megafonía, también hay quien puede tomarse la justicia por su mano, pero ninguna autoridad puede ponerme una multa por esta cuestión porque estas plazas no están reguladas por el Reglamento General de Circulación ni por la Ley de Tráfico y Seguridad Vial. En este caso no hay multas por aparcar mal.

Es algo parecido a lo que sucede con las personas que aparcan en plazas que no son suyas dentro de un párking privado, por ejemplo, en el aparcamiento de una comunidad de vecinos. La policía local no puede multarles y tampoco retirar su coche con la grúa.

Por suerte, casi todo el mundo es cívico y respeta las plazas de otros, las reservadas para personas con discapacidad, las reservadas para familias o las de vehículos eléctricos, pero siempre hay quien considera que está por encima del bien y del mal y hace lo que le da la gana.

De ahí que de vez en cuando encontremos coches que distan mucho del concepto de vehículo familiar en plazas familiares; sus dueños suelen justificarlo diciendo que así nadie puede rozar su coche al aparcar o al abrir las puertas porque esas plazas son más anchas de lo normal.

Los centros comerciales también tienen plazas reservadas para vehículos eléctricos.

Están diseñadas así para que sea más fácil sacar y meter un carro de niño del maletero y para que sea más fácil sentar y atar a un bebé o un niño en su sillita. Generalmente, es necesario tener espacio para abrir el maletero o las puertas de par en par para esas dos tareas y la anchura de estas plazas lo permite.

Otra de las ventajas de estas plazas es que están situadas en la zona más cercana a los accesos al centro comercial. De esa forma se pretende reducir la posibilidad de que haya niños caminando por el aparcamiento y, por lo tanto, el riesgo de atropello.

No hay que perder de vista que estas plazas no solo benefician a las familias, sino también al resto de usuarios. Gracias a ellas, se reduce la posibilidad de que alguien que va a sentar o sacar a su niño de la sillita dañe el coche de al lado al abrir la puerta de par en par.

Como no existe una regulación, no hay ninguna indicación de quién puede utilizar estas plazas, si familias numerosas, monovolúmenes, rancheras o gente con carros de bebé.

Es una cuestión de respeto, tolerancia, empatía y lógica; puede que alguien tenga un biplaza descapotable en el que lleva a su bebé con una sillita en el asiento del copiloto, no es un vehículo de corte familiar, pero también tendría derecho a usar estas plazas.

Hay que tener claro que no es lo mismo que una plaza para personas con discapacidad, es simplemente una iniciativa que suelen tener los centros comerciales como deferencia hacia una parte de su clientela.

Hay quien no respeta ningún tipo de plaza a la hora de aparcar.

Siempre habrá quién no lo entienda. Puede que sean los mismos que deciden aparcar su coche con motor de combustión en una plaza con punto de carga para vehículos eléctricos. O los que deciden dejar su coche enchufable sin ponerlo a cargar en una de esas plazas para eléctricos porque son más grandes o están más cerca.

También los hay que aparcan ocupando varias plazas, en una plaza para personas con discapacidad o directamente en un paso de cebra porque no les apetece andar cuando el párking está lleno.

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