La categoría Hypercar del WEC va cogiendo forma: coches híbridos con menos de 1.000 CV

A principios de verano saltó la bomba: los hiperdeportivos que generalmente son comprados como elemento de inversión tendrán un propósito digno con la categoría Hypercar en el Campeonato del Mundo de Resistencia.

A medida que se acerca el momento de su estreno a nivel mundial previsto para la temporada 2020 vamos conociendo más detalles sobre cómo serán los coches extremadamente caros que participen en esta categoría, porque la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) ya ha dado a conocer los primeros esbozos del reglamento.

El foco está, de momento, sobre los coches híbridos

McLaren Senna, Toyota GR Super Sport, Aston Martin Valkyrie AMR Pro, Mercedes-AMG Project One... La última hornada de coches de ensueño va a hacer algo más que esperar el movimiento de su reventa en un garaje oculto a la vista del público. La FIA quiere que los hipercoches hiperdeportivos hipercaros hagan aquello para lo que han sido concebidos: ser rápidos en pista.

La categoría Hypercar está tomando forma para acomodar a una serie de coches con propuestas muy diferentes que correrán, al menos, entre 2020 y 2025. Habrá coches híbridos y otros con mecánica 100% de combustión, y los dos convivirán en una misma parrilla por lo que el reglamento tendrá que establecer unos límites para ambas mecánicas.

Todos los motores de combustión de los tendrán un tope de 520 kW (697 CV), sumando una potencia total de 965 CV en el caso de los híbridos, con un peso mínimo de 180 kg por bloque completo. El peso de la batería se ha fijado en 70 kg y el del motor en 50 kg.

Todos deberán ser derivados de los modelos de producción, pudiendo utilizar distribuciones variables mediante árboles de levas cuando el modelo de producción lo equipe de serie. El bloque y la culata (con modificaciones mínimas) deberán ser los del modelo de producción aunque se permite la mecanización del bloque y la adopción de cigüeñales con hasta una diferencia de peso del 10%.

Los trenes motrices podrán recurrir a la electricidad con un motor eléctrico MGU-K con cuatro mapas en el tren delantero con una potencia limitada a 200 kW (268 CV) o bien equipar dos si se montan en el modelo de calle, como en el Project One. La recuperación energética estará limitada.

En lo referente a la cantidad de unidades producidas tanto para los motores de combustión como para los eléctricos deberá haber un mínimo de 25 unidades para los coches que participen en su primera temporada y 100 unidades para la segunda.

La aerodinámica será activa con elementos móviles delanteros y traseros de una sola sección o dividida en dos partes en la parte delantera pero que actúen al unísono. Los valores de eficiencia aerodinámica estarán prefijados, ahorrando el derroche de horas en túnel de viento. De la misma manera las evoluciones del coche y de su carrocería estarán limitados.

Al igual que ya ocurre en el WEC, la categoría Hypercar contará con un reparto de lastres en función del rendimiento de los coches con el objetivo claro de equilibrar la parrilla, contener los costes y favorecer a los equipos privados. Este reparto se realizará añadiendo 500 gramos por punto que se sume en la clasificación general con un tope máximo de 50 kg y con excepción de las 24 Horas de Le Mans.

Así mismo y para seguir conteniendo los gastos de los equipos se establecerá un límite de 40 personas para cada una de las plantillas encargadas de trabajar en los dos coches de cada uno de los equipos, mientras que las jornadas de test quedarán limitadas posiblemente a tres entrenamientos conjuntos de dos días más cuatro días de entrenamientos independientes.

Porque sí, aunque no lo parezca, los Hypercar serán coches más 'baratos' que los LMP1. El tope presupuestario para cada equipo por temporada se ha limitado a 20 millones de euros.

De esta manera los deportivos más radicales concebidos por el ser humano tendrán que someterse a una cierta adaptación. En el caso del Mercedes-AMG quizá deba suprimir algunos de sus cuatro motores eléctricos, el Valkyrie AMR Pro podría tener que rebajar la potencia de su motor 6.5 V12 de 1.115 CV o el McLaren Senna tendrá que ir al gimnasio eléctrico para ponerse a la altura de sus rivales.

Los que parecen más ajustados a lo que dice en un inicio el reglamento son los de Toyota con el GR Super Sport, pero aún tendremos que ver cómo queda estructurada la normativa final.

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