Así quiere Europa asegurarse la fabricación de baterías para coches eléctricos y romper con la hegemonía asiática

La Unión Europea está allanando el camino para que los estados miembros puedan conceder ayudas a las empresas que inviertan en i+D y producción a gran escala de baterías. En la carrera hacia a electrificación del automóvil, los 13 millones de puesto de trabajo de esta industria en Europa podrían peligrar si ésta depende exclusivamente de Asia para el abastecimiento en baterías, como es el caso en la actualidad.

El 80 % de la producción, actual y prevista, de baterías para movilidad eléctrica está en Asia, según datos de Bloomberg recogidos por el Financial Times. Solo la capacidad de China supone ya el 69 % de ese total, mientras que Estados Unidos representa el 15 % de la capacidad productiva mundial y Europa menos del 4 %. Y si los fabricantes Europeos quieren producir coches eléctricos, van a necesitar baterías, muchas baterías.

Ya no es solo una cuestión de dejar el liderazgo de esta industria en manos de Asia. Según la Comisión Europea, en 2025 se necesitarán el equivalente a 10 gigafactorías que deberán conseguir alcanzar una capacidad superior a los 100 gigavatios hora (GWh).

“Sabemos claramente que el futuro es eléctrico y simplemente debemos recuperar el terreno”, dijo Maros Sefcovic, vice presidente de la Comisión Europa para temas energéticos. “No puedes desarrollar nuevos modelos o coches de alta calidad si no dominas la innovación, la investigación y los conocimientos vinculados a las baterías”, añadió.

Europa lleva muchísimo retraso en la fabricación de celdas para coches eléctricos

El fondo de ayudas Horizon 2020 de la Unión Europea tiene una partida de 200 millones de euros en ayudas para poryectos de baterías, 800 millones de euros para la financiación de instalaciones de demostración, mientras que las ayudas para las regiones que deseen promocionar esta industria vendrán del fondo de ayuda regional de 22.000 millones de euros.

La importancia para la industria del automóvil de poder contar con fábricas de baterías, al estilo de la Gigafactoría de Tesla, es vital. Una fábrica de baterías para coches eléctricos o híbridos, es el equivalente a una fábrica de motores para los coches térmicos. Sin batería, no hay coche. Y a día de hoy, Asia es el principal exportador de batería de iones de litio. Es más, según Bloomberg, la capacidad productiva de China será en 2020 de 130,4 GWh, frente a los 42 GWh del resto del mundo

Por si quedaba alguna duda de la importancia estratégica de asegurarse la fabricación de baterías o celdas para coches en Europa, BMW ha adjudicado un contrato de 1.000 millones de euros al mayor fabricante de baterías de litio de China, Contemporary Amperex Technology (CATL). Y las razones son muy sencillas, las empresas europeas no son competitivas en este terreno.

No está todo perdido, aún se puede rectificar

Sin embargo, poco a poco, Europa se va despertando. Ya sea mediante empresas independientes o bien gracias a los propios fabricantes. Por ejemplo, la “gigafactoría” de Daimler debería comenzar a producir las primeras celdas este mismo año, tras una inversión de 500 millones de euros. O bien Nortvolt que ha recibido del Consejo de Administración del Banco Europeo de Inversiones un préstamo de 52,5 millones de euros, cantidad con la que comenzará la construcción de su factoría de baterías en Suecia con una capacidad de 32 GWh para 2023.

Los rivales asiáticos están también contsruyendo en Europa. La surcoreana LG Chem está construyendo una importante factoría en Polonia, mientras que Samsung SDI y SK Innovation lo hacen en Hungría.

Evidentemente, la fabricación masiva de baterías de iones de litio supone muchos retos en términos de abastecimiento de cobalto y metales raros. De hecho, algunos organismos, como la Federación de Industrias Alemanas, advierten que se acerca una escasez de materias primas.

Para compensarlo, la Unión Europea quiere recuperar algunos de esos materiales del reciclado de viejos aparatos electrónicos y ha empezado a censar todos los posibles yacimientos de estos minerales en Europa. En la Unión Europea tendríamos reservas de cobalot, litio, grafito y níquel en Francia, Finlandia, Portugal, España (en Salamanca, por ejemplo) y la República Checa, según Sefcovic. Además, empresas como Tesla, LG Chem y Leclanché han desarrollado nuevos procesos que necesitan hasta un 30 % menos cobalto.

El sector del automóvil en España no es ajeno a todo esto. En la mesa redonda celebrada el pasado 10 de octubre en Madrid sobre Buenas Prácticas de Automoción, organizada por la Asociación Española de Profesionales del sector (ASEPA), todos los asistentes reconocieron estar preocupados porque “el componente más caro y el de mayor valor añadido, las baterías, básicamente se produce fuera de España y Europa”. Aunque al parecer, desde los ministerios de Industria y de Transición Ecológica, se está preparando un plan para promocionar la fabricación de baterías en España.

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