EEUU está viendo que los coches eléctricos no son buenos para las arcas públicas. Tendrán que pagar el doble de impuestos

Las administraciones se están encontrando desde hace tiempo con un problema: para promocionar el coche eléctrico vía beneficios fiscales las arcas públicas se tienen que poner a dieta.

¿Solución? Acabar con las ayudas a la compra, como ha hecho Noruega (China aún sigue intentándolo), tantear un impuesto en función del peso del vehículo, como está haciendo Reino Unido o directamente, hacer que paguen el doble de impuestos que los coches a gasolina, como está ocurriendo en Iowa, EEUU.

Desde el 1 de julio, los propietarios de coches eléctricos en Iowa, EEUU, tendrán que pagar dos impuestos: uno nuevo de 2,6 centavos por kWh cada vez que recarguen sus baterías en una estación de servicio o un punto de recarga público, quedando exentos los puntos de recarga residenciales.

A este se le añaden los 130 dólares al año de impuesto de circulación, creado en su momento para reemplazar los impuestos a la gasolina.

Desde Electrek han hecho el cálculo y han llegado a la conclusión de que, al final, los propietarios de coches eléctricos van a pagar más impuestos que los de vehículos con motores de combustión.

Esta decisión de gravar los coches eléctricos tiene su origen en el déficit del mantenimiento de las carreteras; las administraciones argumentan que los vehículos equipados con baterías deben contribuir por el uso que hacen de las vías públicas y los posibles daños que puedan causar.

Lo cierto es que las baterías añaden un peso extra que países como Reino Unido ven como un problema. Por ello ya se ha puesto sobre la mesa un modelo de impuesto de circulación para los vehículos eléctricos basado en su peso.

Pero la idea de gravar el peso de los coches no es nueva y ya se está aplicando en diferentes regiones del mundo, como Noruega o en Washington DC.

Para hacernos una idea de lo que supondría extender un impuesto según peso, el Hummer EV pesa tanto que para conducirlo en España se necesitaría el carnet de camión.

Por su parte en Noruega desde el pasado 1 de enero por la compra de un coche eléctrico se tendrá que abonar el 25 % de IVA por encima de las 500.000 coronas (unos 45.815 euros). Eso sí, en caso de leasing o renting, la exención del IVA de 25% se mantiene.

Además, todos los coches están sujetos ahora a un impuesto vinculado al peso del coche, independientemente de si el propulsor es eléctrico o gasolina, pero claramente son los eléctricos y los PHEV los que más van a pagar en este último caso.

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