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La smart city del futuro: un laboratorio para la movilidad autónoma, la robótica y la IA

Ya es habitual que un fabricante de automoción como Toyota participe en el CES de Las Vegas, la feria de electrónica doméstica más importante del mundo. Sin embargo, en la última edición celebrada en enero de este año, la firma nipona sorprendió con un proyecto por su envergadura y ambición.

Se trataba de Woven City, una gran ciudad-laboratorio de 70 hectáreas a los pies del monte Fuji, en Japón. Un gran banco de pruebas que acogerá en su primera fase a más de 2.000 personas que actuarán como investigadores y testeadores en materia de movilidad, inteligencia artificial o eficiencia energética.

Woven City, más que una ciudad inteligente

Lo primero que hay que dejar claro es que Woven City no es una smart city, no al menos en la idea clásica de “ciudad inteligente”. Evidentemente, tienen muchas cosas en común, partiendo de la base de que el concepto smart city surge de la ciudad digitalizada y Woven City utilizará las TIC para lograr sus objetivos. También comparten su búsqueda por una movilidad urbana sostenible, a la postre una aspiración de la propia Toyota y de los planificadores japoneses en general.

La gran diferencia entre ambos es el carácter marcadamente experimental de Woven City, tanto en la forma como en el fondo. No pretende establecer cómo debe ser una ciudad inteligente, sino plantear una o varias hipótesis de cómo podría serlo, y medir la capacidad de reproducibilidad de las innovaciones creadas por los investigadores. Al fin y al cabo, las dos cosas (hipótesis y reproducibilidad) son los pilares del método científico.

Un laboratorio viviente con residentes e investigadores a tiempo completo 

Toyota parece querer dejarlo claro cuando rehúye utilizar los términos smart city en sus comunicaciones oficiales sobre Woven City. En cambio lo define como “un laboratorio viviente con residentes e investigadores a tiempo completo que podrán testear y desarrollar tecnologías en un entorno real”. No en vano, Toyota no se limitará a alojar allí a empleados e ingenieros propios, sino que invita a investigadores y científicos de todo el mundo a hospedarse y desarrollar allí sus propios proyectos. En este sentido, Woven City será una enorme incubadora de innovaciones en materia de inteligencia artificial, robótica, movilidad sostenible, medioambiente…

Una red entretejida de movilidad sostenible

Woven City significa literalmente “ciudad tejida”. Lo vemos claramente con su logotipo, que representan las calles como hilos entretejidos que forman una ordenada, fuerte y flexible malla urbana. Que Toyota haya basado el branding y naming de Woven City en su ordenamiento urbano nos da a entender que será ese el pilar sobre el que construirá la ciudad. Al fin y al cabo, Toyota es ante todo una empresa proveedora de servicios de movilidad.

En el diseño ideado por Bjarke Ingels y su estudio BIG, las calles que forman este tejido son de tres tipos: para vehículos rápidos, vehículos de movilidad personal (bicis, patines y similares) y peatones. Estas calles garantizarán la equidad de todas las formas de transporte, tal y como lo hace actualmente el concepto de "calle completa".

Pero lo harán de forma segregada, esto es, cada calle con un único tipo de vía. Así, ocho de esas calles se entretejen entre ellas con una determinada disposición: las vías rápidas delimitando un área de 150 por 150 metros y las lentas dividiéndola en nueve módulos. Ocho de estos módulos serán ocupados por edificios (principalmente viviendas) y el central por una zona verde que servirá de esparcimiento para los habitantes.

La rejilla se replica una y otra vez para formar distritos, logrando una planificación urbanística de estilo hipodámico (en forma de damero) como el que podemos ver en el Ensanche de Barcelona. Sin embargo, en las calles de la Ciudad Condal predomina el vehículo a motor, y no se respetaron los espacios reservados a zonas verdes del Plan Cerdá original. Woven City sí se acerca al concepto de la supermanzana, que reserva calles para cada tipo de tráfico y garantiza las zonas peatonales y de esparcimiento.

Vehículos autónomos para la movilidad como servicio

Toyota ha aclarado que los vehículos que circularán por Woven City serán “autónomos y libres de emisiones”. La firma nipona no da muchos más detalles, pero se está refiriendo claramente al vehículo ACES que ya vimos en Espacio Toyota, con las características que ya sabemos:

  • Autónomo, porque además de las ventajas de confort que supone para el conductor, reduce al mínimo el factor humano en la circulación, a la postre causante del 90% de los accidentes de tráfico.
  • Conectado, para poder comunicarse con los otros vehículos autónomos (C2C o car-to-car) y con las infraestructuras de Woven City (C2I o car-to-infraestructure).
  • Eléctrico, en cualquiera de sus formas (híbrido, eléctrico puro, hidrógeno…) para garantizar la calidad del aire en la ciudad.
  • Compartido, ya que con el vehículo particular, los asientos de pasajeros pasan más del 90% del tiempo desocupados.
Circularán vehículos ACES, autónomos, conectados, eléctricos y compartidos

Ya hemos visto un buen número de prototipos y desarrollos de Toyota (algunos ya en la calle, como el i-Road), que se ajustan a este modelo de vehículo. Tenemos desde el pequeño i-Walk, un innovador segway con funciones autónomas, hasta el versátil e-Palette, llamado a revolucionar el concepto que tenemos de vehículo. Todos ellos comparten además, en mayor o menor medida, la visión común por el concepto del MaaS o Movilidad como Servicio.

Artesanía y tecnología para hogares más inteligentes

Ya hemos hablado en otras ocasiones de la dualidad del carácter japonés, y que está impresa en el ADN de Toyota. Es una forma de pensar que te lleva a combinar la tradición con la más alta tecnología. Los hogares de Woven City se construirán en madera siguiendo esta filosofía y los principios de la carpintería tradicional japonesa, pero aplicando métodos de producción robotizados. Los tejados estarán cubiertos por placas fotovoltaicas, con lo que se compensa el mínimo impacto ambiental que se prevé producir en la fabricación de estas viviendas.

Los habitantes de Woven City contarán en sus hogares con las últimas tecnologías en domótica y smart housing. Estarán totalmente conectadas a los electrodomésticos y nuestro propio smartphone, y permitirán automatizar sus funciones. 

Muchas de ellas estarán enfocadas a nuestro bienestar personal, con sensores que monitorizarán nuestra salud y robots que nos asistirán en nuestras tareas diarias (como los que ya ofrece Toyota). Y todo estará potenciado por sistemas de inteligencia artificial y machine learning, que se volverán cada vez más eficientes y certeros a la hora de diagnosticar y brindarnos ayuda.

Hidrógeno, combustible ecológico para Woven City

Bajo Woven City se ubicará una gran infraestructura para entregar bienes de forma automática, filtrar el agua de lluvia para almacenarla y generar energía a partir del hidrógeno. Porque aunque contemos con paneles solares repartidos por todo el término de la ciudad, la mayor parte de la energía necesaria en Woven City procederá de grandes pilas de combustible.

Ya conocemos de sobra esta tecnología, que Toyota ha desarrollado sobradamente y aplicado a vehículos como el automóvil Mirai o el autobús Sora. También se ha utilizado mucho en ciertos tipos de industrias, por lo que su uso para alimentar una ciudad no es para nada descabellado. Producir energía a través del hidrógeno en Woven City presentaría la ventaja añadida de que no se tendría que transportar a grandes distancias, y que el almacenaje de este elemento es mucho más sencillo que el de otros combustibles.

El hidrógeno no se tendría que transportar a grandes distancias

Por otro lado, el hidrógeno utilizado en Woven City sería “verde”, esto es, de origen renovable. Actualmente, la mayor parte del hidrógeno producido en el mundo procede de la extracción de gas natural y petróleo. Sin embargo, existe una forma de obtener hidrógeno “limpio” a partir del agua y aplicando electricidad. 

Si esa electricidad es de una fuente limpia (por ejemplo, de los paneles fotovoltaicos de los tejados de Woven City), el hidrógeno será totalmente ecológico. De esta forma, se podría aprovechar los excesos de energía sobrante para producir hidrógeno.

Como vemos, Woven City es más que una smart city. Toyota quiere poner en marcha el mayor laboratorio del mundo, tanto en tamaño como en recursos. Presenciaremos el inicio de esta aventura a partir de 2021.

Imágenes | Woven City | Toyota | BIG

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