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Compacto no quiere decir pequeño: aquí tienes algunos ejemplos

La semántica es una disciplina que levanta pasiones, sobre todo con una lengua como la castellana, hablada por tantos millones de personas en todo el mundo. Aunque siempre podemos recurrir al diccionario, asegurar cuál es el significado de una palabra siempre levanta voces discordantes.

Y más con una terminología tan técnica y profusa en extranjerismos como la del mundo del automóvil. Aún así estamos dispuestos a abrir el melón: ¿cómo es un coche compacto?

Compacto: el tamaño no importa

Cuando hablamos de un vehículo compacto, se nos viene a la cabeza un automóvil de dimensiones reducidas o, al menos, contenidas. Sería, por tanto, un automóvil ideado para la ciudad, para poder moverse con agilidad entre el tráfico y aprovechar los huecos más pequeños para aparcar. Pero lo cierto es que, aunque los rasgos anteriores son ciertamente típicos de un compacto, sus características principales tienen que ver más con su carrocería que con sus dimensiones.

Un automóvil compacto es, ante todo, un vehículo de dos volúmenes. Esto quiere decir que el habitáculo de los ocupantes y el maletero comparten el mismo espacio (el otro volumen está reservado al cofre del motor). Ello hace posible que podamos acceder al espacio trasero desde nuestros propios asientos, a diferencia de los tres volúmenes donde el maletero está separado físicamente.

El automóvil compacto suele tener un diseño de dos volúmenes con tres o cinco puertas

Por este motivo, al portón trasero se le considera una puerta adicional al habitáculo, por lo que decimos que el automóvil es un “tres puertas” o “cinco puertas”, dependiendo de si las plazas traseras tienen sus propios accesos. Este portón, además, cuenta habitualmente con un voladizo corto e inclinado, diseño conocido como hatchback.

Compacto: el tamaño sí importa

En cuanto a las dimensiones del automóvil compacto, es cierto que suelen ser reducidas, de aproximadamente un máximo de 4,5 m de longitud y 3 m de espacio interior (habitáculo y maletero). Pero se trata de una denominación que ya ha quedado insuficiente, a la luz de las reducidísimas dimensiones que han conseguido algunos fabricantes para sus vehículos más pequeños.

De esta forma, a día de hoy podemos hablar de compactos a secas (correspondientes al segmento C), subcompactos (segmento B) o minicompactos (correspondientes al segmento A). Por no mencionar los cuadriciclos o minicoches, que normalmente quedan fuera de estas categorías más por su reducida motorización o licencia de conducción requerida.

Podemos meter hasta tres segmentos en el concepto de compacto

Pero lo cierto es que incluso excediendo la barrera de los 4,5 m, el adjetivo “compacto” nos ha servido para definir a las versiones más reducidas de otras tantas categorías de automóvil. En este sentido, podemos encontrarnos con los compactos premium o ejecutivos, versiones recortadas de sedanes y berlinas que incluso pueden entrar por tamaño en el segmento D; compactos deportivos, ediciones supervitaminadas de modelos urbanos como el nuevo Toyota GR Yaris; o crossover compactos como los Toyota C-HR Electric Hybrid y Yaris Cross, tan de moda en los últimos años y que encajan en los segmentos SUV-B y SUV-C, respectivamente.

Algo tiene el compacto cuando lo bendicen

Aunque hoy en día se habla mucho de los SUV, el segmento de moda por su auge en las últimas décadas, lo cierto es que los compactos son los únicos que aguantan el tirón. De hecho, el vehículo más vendido el pasado 2019 fue un compacto como el Toyota Corolla Electric Hybrid, acompañado en tercera posición por el crossover compacto RAV4 Electric Hybrid, ambos del segmento C.

Estas cifras responden a un único motivo:  nuestra preferencia por los vehículos compactos, sean SUV o sean de los “más bajitos”. Y eso es porque las marcas han sabido, por un lado, renovar a los más “pequeñines” de sus gamas, dotándolos de las mejores prestaciones y tecnologías de sus hermanos mayores. Un buen ejemplo es el Toyota AYGO, que incluye de serie un buen puñado de sistemas de seguridad muy punteros.

Los compactos son los únicos que aguantan el tirón del SUV

Pero, por el otro lado, porque estos fabricantes han conseguido modelos con espacios muy amplios y aprovechados en dimensiones realmente contenidas. El Toyota RAV4 Electric Hybrid, por ejemplo, consigue meter un maletero de 580 litros (más propo de un todoterreno) en una estructura de segmento C (apenas 4,6 m). Una proporción espacio/tamaño que podemos encontrar en todos los segmentos compactos gracias a las nuevas soluciones de modularidad, almacenamiento y aprovechamiento que idean los ingenieros.

Con todo, los compradores podemos hacernos con modelos realmente completos y lujosos sin tener que renunciar a las características que siempre nos han gustado de los modelos compactos. Pasemos a revisarlas.

Salen más baratos

No solo porque su precio de venta suele ser menor que el de otros segmentos, sino también porque suelen tener un menor consumo de combustible, aparejado por un menor peso del chasis y una menor motorización. Eso supone además un menor importe del impuesto de circulación y, posiblemente, del seguro del coche.

Son más bonitos

Por supuesto, para gustos no hay colores. Pero lo cierto es que hace muchas décadas que los compactos dejaron de ser pequeñas cajas de cerillas sin apenas detalles. Hoy cuentan con los diseños más vanguardistas y atrevidos. A diferencia de los vehículos familiares y comerciales, donde priman otras cuestiones como la practicidad o el espacio, los compactos son fabricados con mucho más carácter y personalidad.

Y, sí, son más pequeños

Para qué lo vamos a negar, al final el coche lo usamos sobre todo para nuestro día a día, y circular por la ciudad se hace más cómodo con algunos centímetros de menos. Un vehículo más pequeño, en igualdad de condiciones, siempre se va a conducir mejor y de forma más ágil, y va a tener mejor respuesta en la salida de rotondas y semáforos. Y algo que es matemáticamente impepinable: necesita menos espacio para aparcar.

Pon un compacto en tu vida

Los fabricantes no son ajenos a esta preferencia por el coche compacto, y alimentan la demanda con más y mejores modelos en los segmentos A, B y sobre todo C. Con ellos, las firmas generalistas buscan satisfacer al mayor rango posible de compradores. Por eso, encontramos gamas con modelos compactos muy diferentes entre sí que cubren en muchos casos necesidades muy concretas. Echemos un vistazo al catálogo de Toyota.

Segmento A: Toyota Aygo

Es un segmento A, pero el término minicompacto parece que no encaja con él. En la reciente prueba que hicimos, ya vimos que ofrece más espacio interior del que parece. Otro punto fuerte es su icónico e imitadísimo diseño, que le concede una personalidad única.

El Corolla se distribuye de forma global sin apenas cambios entre mercados

Segmento B: Toyota Yaris Electric Hybrid

La apuesta nipona por el segmento B es también su apuesta por la movilidad más eficiente, ya que el Yaris introduce la motorización híbrida de serie. Todo ello, sumado a un atractivísimo diseño urbano, lo convierten en el coche de los que necesitan moverse, y mucho, por la ciudad.

Segmento C: Toyota Corolla Electric Hybrid

Este segmento C no es un superventas por casualidad. Su diseño y configuración son tan versátiles que se distribuye de forma global sin apenas cambios entre mercados. La impresión que se nos quedó de la prueba es que es un vehículo con el que todo el mundo va a disfrutar.

Segmento B-SUV: Toyota C-HR Electric Hybrid

En la prueba que hicimos, pudimos comprobar que, por robustez y posición elevada, estamos ante un todocaminos en toda regla. No obstante, por sus dimensiones (entre los segmentos B y C) y su diseño cupé, podemos afirmar que estamos ante un modelo urbano que busca ofrecer un nivel más de acabados premium.

Segmento C-SUV: Toyota RAV4 Electric Hybrid

Ajustándose al milímetro al concepto de compacto, aporta la sensación de espacio  y amplitud de sus hermanos mayores. Es un coche pensado para desplazarse con comodidad y seguridad, también en trayectos largos. En cambio, también ofrece todo lo que debe ofrecer un SUV fuera del asfalto, como pudimos comprobar.

Como vemos, el término “compacto” ha resultado ser insuficiente para describir un automóvil, a la luz de los muchos segmentos que pueden englobarse en la categoría. Y a la vez resulta sinónimo de éxito de ventas y de gran aceptación entre el público, ya que define todo lo que un conductor desea encontrar en su vehículo: comodidad, eficiencia y mucha mucha diversión al volante.

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