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De 1907 a 2019: Recorrido a través del Salón del Automóvil de Madrid

El Salón del Automóvil de Madrid es uno de los más antiguos del mundo. Sin embargo, los avatares de la historia le han privado de contar con la regularidad y continuidad que el público demandaba. Con todo, la cita madrileña ha vivido hitos que merece la pena repasar: porque la historia del Salón es la historia de España.

Entusiasmo y expectativas a principios de siglo

La automoción de combustión tuvo buen acogida en nuestro país desde el principio. El primer coche de España, un Panhard Levassor de 1881 importado de Francia, se pudo ver por tierras asturianas. Antes de que terminase el siglo ya circulaban otros tantos automóviles en varias ciudades españolas, hasta el punto de que el gobierno decidiera empezar a identificarlos. Así, en 1900 se instalan placas numeradas en automóviles en Palma de Mallorca, Cáceres y Salamanca. Serían a la postre las primeras matrículas de la historia a nivel mundial.

Es en este momento de optimismo del sector en el que se celebra el "Salón del Automóvil, Ciclismo y Maquinaria de Madrid", en parte como respuesta a todo ese optimismo en torno al coche. Fue en 1907, tan sólo 9 años después que el Salón de París, el primer evento de carácter internacional de la historia. Eso convierte a la cita madrileña es una de las más antiguas, lo que le da como una solera como pocos eventos en el mundo.

Celebrado en el Palacio de Bellas Artes del Paseo de la Castellana, fue inaugurado el rey Alfonso XIII, gran valedor de la industria automotriz en nuestro país. Supuso un gran éxito de público en parte gracias al apoyo de los grandes clubes automovilistas europeos y a la presencia de 117 marcas del momento. También sirvió para presentar a dos nuevos fabricantes nacionales, Iberia y Catalonia SEAT (nada que ver con la SEAT actual, aunque la gran atracción era la también recién creada Hispano Suiza, que merece un capítulo aparte).

Los conflictos bélicos marcan al salón madrileño

También conocido como "los locos años 20", el periodo entre las dos guerra mundiales fue de gran desarrollo del sector automovilístico. La bonanza económica vivida en EE. UU. y los avances logrados por el sector aeronáutico durante la Gran Guerra, propiciaron que los consumidores demandaran automóviles más potentes y lujosos.

En este contexto de optimismo se celebrarían dos nuevas ediciones del Salón del Automóvil de Madrid, en 1923 y 1926. El lugar esta vez fue el Palacio del Hielo y del Automóvil, en la calle Duque de Medinaceli. Diseñado por el belga Edmond de Lune e inaugurado en 1922, el lugar había sido concebido como lugar de reunión de las clases altas y dar continuidad a eventos como el salón automovilístico.

La Depresión del 29 y, sobre todo, el estallido de la Guerra Civil Española, cercenaron cualquier posibilidad de celebración de una nueva cita del salón madrileño. Solo en 1944 se celebraría una nueva edición, organizada por el Ministerio del Ejército y centrada en el automóvil militar. Destacó la presencia de fabricantes nacionales como Hispano Suiza u Orbea, aunque la participación de marcas norteamericanas como Ford daban una idea del signo que estaba tomando la guerra y, por tanto, de por dónde iba a evolucionar el sector.

La llegada al mercado común y la globalización

Con la llegada de la democracia a España, y sobre todo con su entrada en el mercado común, fueron varios los fabricantes que abrieron plantas de montaje en nuestro país. Además, tras la recesión de principio de los 90, el consumo interno se vio favorecido y en 1996 se decide recuperar el Salón del Automóvil de Madrid, que ya se traslada a los pabellones del recinto ferial de IFEMA. Juan Carlos I toma el testigo de su abuelo Alfonso XIII como anfitrión del evento, que reunió a 124 expositores de los cuales 42 eran marcas automovilísticas. Desde entonces, la cita madrileña se ha ido celebrando en alternancia con el Salón Internacional del Automóvil de Barcelona, convirtiendo a España en el único país del mundo con dos salones de proyección internacional.

El lanzamiento del primer Toyota Prius en 1997 supone el inicio de una mayor concienciación medioambiental del público; una década después, ya eran varios fabricantes que seguirían la estela de Toyota en su camino por ofrecer vehículos más ecológicos. Es por este motivo por el que el evento madrileño se reinventa en 2010 en el Salón Internacional del Automóvil Ecológico y de la Movilidad Sostenible. A la cita acudirían más de 30 marcas con modelos que no podrían superar los 120 gramos de CO2 por kilómetro. El salón madrileño busca así su especialización y que los fabricantes encuentren en Madrid un escaparate donde mostrar sus novedades en modelos híbridos, de hidrógeno y otras tecnologías sostenibles.

Referente comercial y líder de ventas

La Comunidad de Madrid acapara actualmente (según cifras de IFEMA) en torno al 40% de la cuota de mercado de la automoción en nuestro país, con 1 de cada 3 automóviles vendidos y un ratio de 100 coches vendidos por cada 1.000 habitantes. Se constituye así en el primer mercado del automóvil de España, y el octavo de toda la Unión Europea.

Como respuesta a estas cifras, El Salón del Automóvil de Madrid se ve obligado a reconvertirse una vez más en 2016. Con el nombre de MADRID AUTO, la cita se convierte en un evento comercial de marcado carácter transaccional, reforzado por la celebración en paralelo del Salón del Vehículo Profesional y Flotas (hoy MADRID AUTO PROFESIONAL) y del Salón del Vehículo de Ocasión. En total 30.000 metros cuadrados a lo largo de 6 pabellones que sirvieron para que las 29 marcas y sus concesionarios se dieran cita con su público.

Una nueva edición en 2018 con más de 120.000 visitantes y 4.000 vehículos vendidos confirma que la convivencia con el Automobile Barcelona, más centrado en la exposición, es posible.

Imágenes | Toyota

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