¡Guerra de compactos! Así se enfrenta el nuevo Renault Mégane R.S. a sus rivales

Entre tantas promesas de coches eléctricos y autónomos por parte de los fabricantes, puede uno pensar que el automóvil pasional ha muerto. Por supuesto, están los fabricantes de deportivos y superdeportivos para mantener la llama viva, pero los precios que practican no los ponen al alcance de todos. ¿Está todo perdido? Qué va, resulta que el segmento de los compactos deportivos está que arde.

Tras el Salón de Frankfurt, con la llegada del Renault Mégane R.S. y del Seat León Cupra R, el segmento está más vivo que nunca. Eso sí, los recién llegados no lo van a tener fácil frente a unos rivales que han hecho los deberes y han aprendido que ya no basta con un excelente 0 a 100 km/h para brillar, sino que hace falta aportar algo más. Mucho más.

Los pretendientes al trono

El Renault Mégane RS y el Seat León Cupra R debutaron en este Salón de Frankfurt, cada uno con un planteamiento ligeramente diferente (la variante Trophy R del Mégane R.S. llegará a finales de 2018), pero con el mismo objetivo: ser la referencia del segmento.

Renault Mégane R.S.

El Renault Mégane R.S. es uno de los compactos deportivos más esperados del mercado. Las anteriores generaciones han dejado el listón muy alto. Los récords de vuelta en el Nürburgring que poseen han ayudado, pero el éxito se debió al excelente comportamiento dinámico que demostraron, destilando sensaciones.

El Renault Mégane R.S. 2018 llega con un 4 cilindros 1.8 de 280 CV. Es algo menos que los 300 CV, más o menos, que se gastan sus rivales. A su favor, el Mégane R.S. equipa una nueva versión de la dirección a las cuatro ruedas 4Control en el que las ruedas traseras giran hasta un ángulo de 2,7º. El sistema permite, además, equipar el coche de una dirección más directa.

Nos falta probarlo, por supuesto, pero habida cuenta de la sorprendente agilidad en tramos revirados y soberbia estabilidad a gran velocidad que confiere a un “simple” Mégane GT, el nuevo Mégane R.S. le va complicar las cosas al Seat León Cupra R y resto de rivales.

Su punto fuerte: el sistema 4Control que otorgaría una agilidad superior a la de sus rivales.

Su punto débil: “sólo” 280 CV de potencia máxima.

Seat León Cupra R

El Seat León Cupra es uno de los modelos más vendidos de la marca española -en 2016 fueron casi 12.000 unidades-. Es sencillamente una de las referencias actuales del mercado, por no decir que es la referencia.

De nuevo, los récords de vuelta en el 'Ring le han ayudado a darse a conocer, pero ha sido su excelente chasis -ágil, cómodo y estable cuando hay que serlo- el que le ha dado sus credenciales deportivas. Además, esun verdadero coche para todo: conducción en circuito, tramos, viajes con la familia, etc. El Seat Léon es la esencia misma del compacto deportivo.

Con el Cupra R, el León gana una versión más radical con una geometría de suspensiones diferente con respecto al resto de los León Cupra, además de una suspensión adaptativa. Esta serie limitada a 799 unidades cuenta además con un kit carrocería más vistoso que en los otros Cupra.

Su punto fuerte: un chasis, en teoría, aún mejorado y más incisivo si cabe.

Su punto débil: una estética que se queda a medias. Es demasiado radical para algunos y no lo suficiente para otros.

Hyundai i30N

El Hyundai i30N es la primera incursión de la firma coreana en el segmento de los compactos deportivos. Después de intentarlo con los cupés, como el último Genesis de tracción trasera, Hyundai prueba suerte con los compactos deportivos. Y esta vez no lo hace por si suena la flauta, lo hace con la firme intención de arrasar. Para ello, la firma coreana no dudó en contratar a Albert Biermann, el que fuera jefe de la división M de BMW hasta 2015.

A nivel estético, el i30N (N por el Nürburgring y por el circuito coreano de pruebas de Namyang) parece haber dado en el clavo: es claramente deportivo (más que el Seat León Cupra o el Peugeot 308 GTi) al mismo tiempo que mantiene una cierta sobriedad. Bajo el capó, un 4 cilindros 2.0 litros turbo de 275 CV y 353 Nm (también habrá una versión de 250 CV, pero sus ventas deberían ser testimoniales). Hyundai anuncia un 0 a 100 km/h en 6,2 segundos.

De momento, sólo unos pocos privilegiados, como Steve Sutcliffe, han podido probarlo en una versión de preserie y aseguran que la dirección y la suspensión son excelentes. El coche ofrece hasta cinco modos de conducción, incluyendo uno personalizable. Vamos, que el Hyundai i30N tiene todo lo necesario para irrumpir con fuerza en este segmento.

Su punto fuerte: un chasis capaz de ofrecer comodidad y deportividad.

Su punto débil: una imagen de marca (hablamos del sello N) por construir.

Los rivales a batir

Algunos modelos ya están bien establecidos en el mercado, como el Ford Focus RS, y otros han llegado más recientemente, como el Honda Civic Type R. Todos tienen en común ponérselo difícil a las dos novedades de Frankfurt.

Honda Civic Type-R

El Honda Civic Type R 2017 va a contracorriente del resto del mercado. De entrada tiene una estética extrema, especialmente para un coche del segmento C. Equipa un 4 cilindros 2.0 VTEC turbo de 320 CV asociado exclusivamente a un cambio manual. Aunque, como ya sabrás, en este reducido aunque competitivo segmento, las cualidades del chasis son también muy importantes.

Así, el Honda Civic Type R de nueva hornada cuenta con 9,5 cm exra de batalla con respecto al modelo anterior, una suspensión delantera de tipo McPherson con brazo adicional para limitar los movimientos longitudinales y laterales de la rueda (y de paso eliminar casi por completo efectos parásitos del par motor en la dirección) y la vuelta a un eje trasero multibrazo (el anterior es de barra de torsión).

Al final, el Civic Type R sigue siendo una temida herramienta en los track days -rápido, incisivo y ágil- y con, además, una posición de conducción perfecta. Sin embargo, añade ahora la capacidad de ser cómodo para viajar, cuando buscando los vértices en un circuito o enfilando curvas.

Su punto fuerte: un chasis muy racing, pero que sabe mostrarse relajado cuando toca.

Su punto débil: una estética que deberás asumir si te haces con uno.

Ford Focus RS

El Ford Focus RS es uno de los modelos que más a contribuido al renacimiento del segmento de los compactos deportivos y radicales. Lo hemos probado hasta la saciedad y siempre nos ha dejado con un fantástico sabor de boca.

Su estética es radical, pero sin llegar a los extremos del Honda Civic Type R. Esa exuberancia al conserva en el motor: cuatro cilindros en línea sobrealimentado de 2.3 litros de cilindrada y 350 CV de potencia. Va asociado a una tracción integral y cambio manual de 6 relaciones.

Si no fuese por su modo drift -muy bonito para los titulares, pero poco o nada utilizable en la práctica-, sería el perfecto representante de los compactos old school, como digno heredero de los Escort Turbo y Escort Cosworth. Además, la gestión de la tracción integral, en determinadas circunstancias, no duda en dotar el Focus RS de un comportamiento de tracción trasera en pro de la agilidad.

Su punto fuerte: Su chasis que da prioridad a la diversión y no tanto a la eficacia pura.

Su punto débil: Su emulador de autoblocante (en realidad, es el ESP).

Peugeot 308 GTi by Peugeot Sport

Tras el ligero restyling de la gama Peugeot 308, el Peugeot 308 GTi by Peugeot Sport 2018 ha visto su ficha técnica...intacta con respecto a la versión anterior. Sigue equipando el 1.6 THP turbo de 270 CV y 330 Nm para un 0 a 100 km/h en 6 segundos. El resto de sus rivales superan los 300 CV, pero no es un problema para el Peugeot que cuenta con un peso contenido: 1.280 kg con todos los depósitos llenos. De media, son 100 kg menos que sus rivales (un Focus RS pesa casi 1.600 kg).

Si bien el exterior es discreto (a no ser que optes por la opción bicolor), el chasis brilla con luz propia. El tren delantero es muy directo y preciso, mientras que el eje posterior se muestra imperturbable. La motricidad es excelente gracias al diferencial autoblocante Torsen que provoca un ligero sobreviraje en curva si abres gas antes de tiempo. Y todo ello, en un confort soberbio para su categoría.

Su punto fuerte: un chasis muy equilibrado (deportivo y cómodo).

Su punto débil: es más adepto del gran turismo que de los track days. Deja que el resto se destripen en el 'Ring; prefiere los tramos de montaña y las rutas.

Volkswagen Golf R

El último, por orden alfabético, es el primo del SEAT León Cupra, el Volkswagen Golf R. Su precio está por encima de la media para ser un generalista (desde 43.870 euros), pero a cambio nos ofrece un legado mecánico y tecnológico al nivel de los mejores.

Su 2.0 litros turbo de 310 CV y 380 Nm recuerda lógicamente al León Cupra R. El Volkswagen Golf R en cambio dispone de la tracción integral (de ahí un peso de 1.505 kg), un tipo de tracción que sólo se puede obtener en el León con la carrocería familiar y cambio DSG.

El Volkswagen Golf inventó el segmento de los GTi a finales de los años 70. Y desde entonces, no ha dejado de ser la referencia de los coches para todo: lo mismo llevas los niños al cole en uno que buscas los vértices en un circuito. Y sí, el Golf R va de maravilla. Por último, mencionar un equipamiento que brilla con fuerza y una calidad de los materiales empleados de primera. Pero la competencia es cada vez más dura.

Su punto fuerte: su imagen de marca.

Su punto débil: cada vez más premium y menos hot hatch.

Los compactos premium no se librarán de los recién llegados

Por precio y posición en el mercado, los integrantes del trío alemán premium de turno no son precisamente rivales directos de los compactos deportivos que hemos visto. Sin embargo, son modelos compactos y aunque sea de forma anecdótica pueden rivalizar con el resto para atraer el cliente.

Audi RS3 Sportback

El Audi RS3 Sportback, aunque juega en los segmentos premiums habida cuenta de su precio, sigue siendo un comapcto. ¡Y qué compacto! Equipado con un 5 cilindros en línea sobrealimentado por turbo de 400 CV (el mismo motor que el Audi TT RS) se impone sin dificultad como el más potente del segmento.

En términos de prestaciones, tampoco se queda atrás,precisamente. Acelera de 0 a 100 km/h en 4,3 s. Dicho de otro modo, es 0,2 s más rápido que un Porsche 911 Carrera 4S de 2015 (año en el que el RS3 actual salió al mercado).

En términos de dinamismo, el Audi RS3 Sportback cuenta con una tracción integral que puede enviar hasta el 100 % del par motor al eje posterior en casos extremos. Sin embargo, el RS3 da prioridad a la eficacia pura (cambio S-Tronic rápido, tracción integral, filtración de las sensaciones). El coche es una lapa y te permite ir muy rápido, más de lo que te das cuenta o sientes a bordo.

Su punto fuerte: el 5 cilindros turbo que otorga prestaciones inusuales en este segmento.

Su punto débil: sensaciones filtradas.

BMW M140i

Dejémoslo claro de entrada, si el BMW M140i no costase “desde 46.150 euros” con cambio manual y tracción trasera (con tracción integral serían “desde 50.650 euros”), el pequeño de BMW sería sin duda uno de los tenores del segmento. Equipa un 6 cilindros en línea de 3.0 litros turbo de 340 CV y es tracción trasera. Incluso con la tracción integral sigue siendo un trasera, pues en condiciones normales envía el 60 % del para al eje trasero, cuando Audi S3 y Mercedes-AMG A 45 envían el 90 % y hasta el 100 % delante, respectivamente.

Su comportamiento dinámico sigue siendo uno de los mejores del segmento: ágil, con un tren delantero muy directo y un trasero que ayuda a tomar las curvas. Y si lo deseas, puedes incluso ir de lado sin la ayuda de un modo drift, sólo tu pericia te salvará de la cuneta. ¿Defectos? Una resistencia a la fatiga de los frenos mejorable y una dirección que debería comunicar mucho más.

Su punto fuerte: un tracción trasera equipado de un 6 cilindros, “what else?”.

Su punto débil: una dirección que transmite más bien poco.

Mercedes-AMG A45

El Mercedes-AMG A 45 4MATIC es la puerta de entrada al exclusivo mundo de AMG. Equipa un cuatro cilindros en línea 2.0 litros sobrealimentado por turbo que desarrolla ahora 381 CV. Va asociado a una caja de cambios automática Speedshift DCT AMG y una tracción integral que favorece el tren delantero. Lo probamos en su versión anterior de 360 CV y la verdad es que impone.

Algo firme en conducción urbana, se muestra muy rápido y eficaz en tramos revirados. Aunque sea un AMG, el A45 da prioridad a al eficacia y el eje trasero solo está para ayudar a tomar las curvas, no para descolocarse como puede hacerlo en un BMW M140i. A cambio, ofrece unas aceleraciones de infarto con un 0 a 100 km/h en 4,2 segundos, a la par con el Audi RS3.

Su punto fuerte: prestaciones y sonoridad (si has marcado la casilla de la opción escape deportivo AMG).

Su punto débil: es más eficaz que realmente divertido.

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