Las 7 maquetas que siempre quisiste tener de niño

Cuando eres pequeño el modelismo es como un imán, no eres capaz de construir sin ayuda esos coches a escala que ves en los escaparates de las tiendas, pero te atraen con fuerza. El primer paso es pedir una maqueta ya construida para recrearte observándola y prometer que no vas a jugar con ella, pero la tentación es fuerte y acabas cayendo... Igual que las piezas de la pobre maqueta.

Cuando ya tienes cierta edad empiezas a verte capaz de crear con tus manos y das otro pasito, una maqueta en kit. Éstas generalmente son metálicas, se montan sin necesidad de herramientas, pegamento ni pintura y el resultado final (si no la lías con los adhesivos) es similar a una maqueta de las que compras ya montadas. Pero eso es sólo un aperitivo, el siguiente paso es el de verdad.

Las auténticas maquetas de coches son las de plástico, las marcas más populares son Tamiya y Revell, mientras que la escala más común es 1/24. Se necesitan herramientas básicas y para lograr un buen nivel de detalle toca lijar, enmasillar y ser muy fino con la pintura y los calcos. Por cierto, el aerógrafo es obligatorio porque si pintas la carrocería del coche con pincel queda a brochazos.

A la hora de elegir maqueta el criterio es fácil: lo que nos dicte el corazón. Y aquí cada uno tiene sus gustos, unos tiran más por los coches de carreras, otros por deportivos, clásicos, etc. Además también depende de qué generación seas y, por la selección que he elegido, es probable que puedas identificar a qué década pertenezco. ¿Jugamos?

Porsche 911 Turbo

El deportivo para uso diario tiene espacio obligado en esta selección, un modelo icónico con estética propia y un comportamiento dinámico con mucho carácter. Me quedo con el 930, la generación del 911 que se fabricó de 1973 a 1989 y, puestos a elegir, con el Turbo. Su motor bóxer de 3.3 litros desarrolla 300 CV y su estética con esa cola de pato es sencillamente rompedora.

Ferrari Testarossa

El coche del videojuego Out Run y también el segundo Ferrari del detective Sonny Crockett en Corrupción en Miami (el primero era un Daytona falso). Diseñado por Pininfarina, el Ferrari Testarossa supuso una revolución de estilo en el mundo de los superdeportivos. Su motor de cinco litros y 12 cilindros en bóxer fue en su momento el más potente en un coche de producción, 390 CV.

Lamborghini Countach LP500S

Protagonista indiscutible de las carpetas que regalaba Matutano con las patatas fritas me terminó de enamorar el día que vi uno blanco en vivo. El Countach se fabricó de 1973 a 1990 pero el LP500S no llegó hasta el año 82. Diseño de cuña, puesto de conducción avanzado, motor V12 con carburación de 4,7 litros y 375 CV de potencia. Pero lo más es cuando abre sus puertas que pivotan en vertical.

Audi Quattro

Se le suele atribuir el mérito de ser el primer turismo con tracción a las cuatro ruedas, pero el Jensen FF se le adelantó 14 años. Eso sí, sus éxitos en competición son innegables. La versión de calle se comercializó de 1980 a 1991 con dos motorizaciones turboalimentadas de cinco cilindros en línea, un 2.1 de 200 CV y un 2.2 de 226 CV (hubo un 2.2 previo de 203 CV). Y luego estaba el anabolizado Sport Quattro, pero eso ya es otra historia.

Renault 5 Turbo

Si el Renault 5 es uno de mis coches favoritos, imagínate el Turbo... Se fabricó de 1980 al 86 con las miras puestas en competición. Motor en posición central de 1.4 litros turbo de 160 CV, propulsión y una anchura trasera exagerada que le dio el sobrenombre de culo gordo. En el 83 llegó la versión Turbo 2 que era 30 kilos más pesado y posteriormente el Maxi Turbo, con motor 1.6 y 350 CV.

Toyota Celica GT-Four

El Toyota Celica comenzó su fabricación en 1967 pero El Gran Celica es el GT-Four correspondiente a la cuarta generación (1986-89) y, cómo no, con la decoración del dúo Carlos Sainz-Luis Moya en el Campeonato del Mundo de Rallyes. La versión de calle cuenta con tracción integral, motor dos litros turbo de 190 CV y unos característicos faros escamoteables que le daban una gran personalidad.

Ford Mustang Fastback del '65

Los clásicos americanos tienen un encanto especial, mientras en España teníamos motores pequeños, al otro lado del charco jugaban con motores V6 y V8 de alta cilindrada. El Ford Mustang es un clásico entre los clásicos, la primera generación de este pony car tiene un atractivo innegable y, para gustos los colores, pero la carrocería Fastback le aporta una deportividad espectacular.

Esta es la selección que hemos elaborado, ¿coincide con las maquetas que siempre quisiste tener de niño o no tan niño?

Fotos | Michael Paul Smith | Miniruedas.com | Gohobby.com | Yoryi | Modelcars.com | Ecomodelismo.com | Rallyaescala.com

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