Audi TT Sportback concept

La sorpresa de Audi para el Salón de París, aún en fase de prototipo, no es otra que una reinterpretación del Audi TT, con una nueva silueta, cuatro plazas y carrocería Sportback de cinco puertas. El fabricante no descarta su producción en serie como "miembro de una posible familia TT", aunque habrá que esperar a las reacciones que genera el concept en la cita francesa.

El Audi TT Sportback concept mide 4,47 metros de largo (2,63 metros corresponden a la batalla), 1,89 metros de ancho y 1,38 metros de alto, lo que supone una longitud 29 centímetros mayor a la de un TT normal, 6 centímetros más de ancho y 3 centímetros menos de altura. Luce un color exterior Rojo Marte y toma las líneas del TT para crear un musculado sedán.

Estéticamente destaca, además de por sus cinco puertas y su línea de techo decreciente como en los A5 y A7 Sportback, por sus generosas entradas de aire frontales, parrilla Singleframe de aluminio con inscripción quattro en su borde inferior, marcada línea de cintura, cortos voladizos, tapón de gasolina redondo de aluminio, faros delanteros de nueva factura que combinan tecnologías láser y LED, pilotos traseros LED, intermitentes dinámicos, interesantes formas en la trasera y dos salidas de escape elípticas.

Las puertas sin marco de ventanillas dan paso a un habitáculo protagonizado por asientos deportivos con reposacabezas integrales (individuales también detrás), el diseño de ala de avión del salpicadero, los difusores de aire de tipo turbina con mandos de climatización integrados o el cuadro de instrumentos digital, Audi virtual cockpit, de 12,3 pulgadas y con mando táctil, que ya estrenó el TT. El interior combina distintos tonos de cuero y alcántara (gris, beige y gris oscuro) con detalles en rojo, costuras de color naranja e inserciones de aluminio.

Encargado de dar vida al prototipo encontramos un 2.0 TFSI, de cuatro cilindros, que desarrolla 400 CV a 6.400 RPM (gira hasta las 7.200 revoluciones) y 450 Nm de par motor máximo entre 2.400 y 6.000 vueltas. El motor se combina con una transmisión automática S-tronic de doble embrague y siete marchas, que envía la fuerza a las cuatro ruedas gracias a la tracción integral quattro (cuyo embrague multidisco hidráulico se aloja en el eje trasero por cuestiones de reparto de peso). Gracias a esto, el prototipo acelera de 0 a 100 km/h en 3,9 segundos.

De inyección directa y turboalimentado, el propulsor de cuatro cilindros homologa un consumo combinado de 7 litros a los cien kilómetros, equivalente a 162 g/km de dióxido de carbono. Entre las novedades del propulsor destaca el colector de escape integrado en la culata, el turbo de nuevo desarrollo o el sistema Audi valvelift de alzado variable de válvulas en dos niveles, junto a elementos renovados como los pistones de aluminio, el cigüeñal de acero forjado o el cárter fabricado en una nueva aleación.

El prototipo se basa en la plataforma modular transversal del grupo y goza de una carrocería fabricada en aluminio y aleaciones ligeras, que supone la última evolución del Audi Space Frame. Bajo la misma esconde una suspensión McPherson delantera y un eje trasero de cuatro brazos, así como llantas de 21 pulgadas con gomas en dimensiones 255/30.

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