Tesla quitó los botones para hacer coches más eficientes. El siguiente paso es un fabricante de aviones que quiere quitar las ventanas y cambiarlas por pantallas

Otto Phantom 3500

Los vuelos privados son objeto de polémica: millonarios y personalidades recurren habitualmente a jets, en los que viajan con un reducido séquito, regalando a la atmósfera miles de toneladas de CO₂. O miles de millones si superan el centenar de vuelos al año.

Mientras Europa valora prohibir los vuelos cortos, aunque lleva años sobre la mesa sin apenas avances, una firma propone un avanzado avión privado que sea mucho menos contaminante gracias a su diseño y a prescindir de ventanas. Se trata del Otto Phantom 3500 que, como en los Tesla, priman las pantallas y la eficiencia.

Bajo consumo, pero no deja de ser un jet privado

Otto Aviation es quien firma este avión que quiere transformar el transporte aéreo privado. En realidad esta startup estadounidense ya prometió eso con su primer modelo: el Celera 500L. Lo presentaron como el jet "más eficiente comercialmente viable que existe". Este Phantom 3500 es su evolución.

Como el primero, Otto Aviation recurre a un "fuselaje de flujo laminar": básicamente muy optimizado aerodinámicamente para que el aire se desplace mejor sobre el avión, ofreciendo la menor resistencia posible. De ahí sus fluidas formas, con un perfil optimizado y alas de gran superficie. Aseguran que gracias a su fisonomía, reduce el gasto de combustible en un 45 % respecto a un avión de su tamaño y peso.

La empresa sostiene que, en combinación con combustibles sostenibles (los SAF que recurren para su producción a fuentes renovables), es un jet privado que contamina un 92 % menos en comparación a otros jets del mercado.

Poco más de 430 litros por hora. En vez de los seis pasajeros que acogía como máximo el Celera 500L, este Phantom 3500 da cabida a entre seis y nueve ocupantes. Por el contrario, su autonomía es menor: 6.482 km para este nuevo retoño respecto a los 8.334 km que prometía el Celera. En vez de uno tiene dos motores: en su caso, una pareja de Williams FJ44.

Este nuevo jet puede alcanzar una altitud de crucero de 51.000 pies (15.544 m). Y su consumo sostenido, se afirma, es de 435 litros por hora. Por ponerlo en contexto (y teniendo en cuenta que no es un gasto homologado) es más bajo que el de jets ligeros con menor autonomía. Por ejemplo el Embraer Phenom 300E: que consume unos 598 litros a la hora, pero que tiene poco más de 3.200 km de rango.

En todo caso, con esas cifras de consumo, contaminaría bastante más por pasajero que un avión comercial de entre 100 y 300 ocupantes, que ronda 3 litros por ocupante cada 100 km. El Phantom 3500, calculándolo con nueve pasajeros, gastaría más de 8 litros cada 100 km por viajero. Otra de sus ventajas, explican, es que su diseño mejora la sustentación, lo que le permite despegar y aterrizar en pistas más cortas.

Pantallas gigantes en vez de ventanas. Más allá del consumo, Otto Aviation presume de que es más barato de producir que otros jets. Y el secreto para conseguirlo es quitarle las ventanas, lo que a su vez ayuda a reforzar su resistencia estructural y la propia eficiencia.

Así, en su exterior, no vemos abertura alguna. Pero en su cabina ambos laterales y techo integran en su totalidad gigantescas pantallas de alta definición. La marca lo llama 'Super Natural Vision'. Las imágenes son bastante impresionantes, pero quizá haya viajeros que opinen que lo más natural es ver el mundo a tus pies.

Otto no indica que exhibirá en estas pantallas, pero lo suyo es que fueran mostrando el entorno que se atraviesa. La evidente ventaja es que veríamos cielo y superficie en grande y alta definición, no desde una pequeña ventana, muchas veces tapada por el ala, que además suele estar sucia y rayada. A lo que se añade que se puede incluir realidad aumentada, indicando qué estamos sobrevolando.

¿Se hará realidad? Este Otto Phantom 3500 ahora mismo está en proceso de obtener la certificación de la Administración Federal de Aviación estadounidense. En una entrevista reciente, el CEO de esta startup, Paul Touw, aseguró que podría firmar su primer vuelo en 2027, aunque su comercialización se estima para dentro de cinco años.

Además, se trata de un prototipo que puede sufrir cambios, ya que está en fase de revisar su diseño preliminar que esperan concluya en octubre. Y a su vez, la firma espera sirva de base de futuros retoños comerciales de aún más alcance: "Tendremos un avión intercontinental". De momento el Celera 500L parece se ha quedado en el intento, aunque se esperaba su lanzamiento para este 2025.

Imágenes | Otto Aviation

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