La DGT plagia a Inglaterra y utilizará camiones para combatir el uso del teléfono móvil al volante

Reducir las distracciones al volante. La DGT ya ha dejado claro que es uno de sus objetivos principales, debido a que ya es la causa principal de accidentes mortales en España. A su intención de incrementar la resta de puntos por el uso del móvil en el coche, se suma la de utilizar camiones y furgonetas camuflados para dar caza a este tipo de infracciones.

Pere Navarro ya ha dejado claro que la vigilancia y el control de conductores es una de las herramientas más eficaces para reducir el número de accidentes y víctimas en carretera. Así lo confirmaba esta semana en el Foro para la Movilidad Urbana Sostenible de Bilbao. "Hay que evitar la sensación de impunidad y se deben cumplir las leyes", comentaba el director de Tráfico.

De esta manera, la DGT se prepara para combatir uno de los principales factores de riesgo en la conducción, el de las distracciones, que está a la cabeza como causa principal de siniestralidad en nuestras carreteras. Lo hará con camiones y furgonetas camuflados, según han confirmado varios medios, siguiendo el ejemplo de Reino Unido, donde este tipo de vehículos lleva tiempo operando para detectar el uso del móvil al volante y otras distracciones, así como la utilización del cinturón de seguridad.

La posición elevada del puesto de conducción de éstos facilita un punto de vista que no ofrece un automóvil: al ubicarse más arriba es mucho más sencillo ver qué ocurre en el interior de los coches, así como en otras furgonetas o camiones. A ello se suma que pasan más desapercibidos para los conductores.

De recibir luz verde tras una primera etapa de ensayos, éstos se sumarían a otros dispositivos ya en activo, como es el caso de drones (cinco ya estuvieron vigilando las carreteras secundarias este verano y Tráfico ya ha previsto adquirir siete más), de los ya conocidos helicópteros Pegasus o de la avioneta MRI que opera en las Islas Canarias.

Pruebas en Burgos y Galicia

Por el momento, esta nueva forma de vigilancia se encuentra en fase de pruebas, que ha comenzado este mismo mes de noviembre y que se extenderá hasta enero de 2019. Durante este periodo, sólo dos vehículos serán testados por los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, un camión y una furgoneta camuflados. Además, estos ensayos tendrán lugar únicamente en dos comunidades autónomas, siendo Galicia y Castilla y León las escogidas.

Este proyecto piloto se recoge en la orden interna Nº24 de Tráfico, a la que han tenido acceso algunos medios, la cual ya ha sido trasladada a diferentes agrupaciones de la Benemérita, donde se recogen las principales líneas de acción, además de detallar las dos fases de las que consta este periodo de prueba.

En la primera, denominada como Fase Previa, se realizarán operativos de vigilancia con estos vehículos que irán perfeccionándose en relación a los datos recabados. En esta fase se incluyen además la toma de fotografías y grabaciones. La segunda, o Fase Operativa, tomará como base las principales conclusiones extraídas en la primera y se materializará en servicios de vigilancia de los que serán públicamente informados los conductores.

Tal y como ocurre en Inglaterra, estos dos vehículos irán equipados de cámaras para captar todo lo que ocurre a su paso, e irán acompañados de coches patrulla, que serán los encargados de dar el alto a los infractores. Asimismo, en este documento se detalla que el camión camuflado operará en Castilla León, concretamente en la provincia de Burgos, mientras que la furgoneta hará lo propio en Galicia. Si los resultados son positivos, se extenderán al resto de comunidades y se implantará formalmente la medida.

La propuesta no ha sido recibida del todo bien por los agentes de Tráfico. Según publica El Economista, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) ha tachado la iniciativa de "una medida para publicitar a la DGT" y considera que su efectividad será dudosa en las carreteras convencionales, donde, dicho sea de paso, se producen la mayor cantidad de accidentes mortales en nuestro país.

Batalla contra las distracciones

En Reino Unido esta forma de vigilancia está activa desde hace dos años y ya ha mostrado su efectividad: durante este periodo se han impuesto más de 4.000 sanciones a conductores distraídos. Las más numerosas se corresponden al uso del móvil, que integran dos tercios del total, pero también se han detectado otras conductas como maquillarse, comer o liar cigarrillos.

Según revelaba el balance de siniestralidad de la DGT de 2017, la conducción distraída representó el 32% de las causas de los accidentes mortales, situándose en primer lugar por encima de la velocidad inadecuada (26%) o del consumo de alcohol (12%).

La DGT por tanto ha dado prioridad máxima a reducir esta conducta al volante, donde el uso del móvil es el rey. Es por ello que a esta propuesta de vigilancia se suma la de endurecer las sanciones por utilizar el teléfono móvil en el coche, así como la resta de puntos.

Actualmente, esta infracción está penada con 200 euros de multa y la retirada de tres puntos del carné, pero Navarro ya ha dejado clara su intención de elevar la resta de puntos del permiso a cuatro o seis puntos, así como de incrementar la cuantía económica.

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