Mucho antes de los SUV, SEAT creó un coche familiar perfecto que nunca llegó a fabricarse. Lo mantuvo en secreto 25 años

Seat Toledo Vario familiar
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Daniel Murias

Mucho antes del dominio de los SUV y otros crossover, hubo un tiempo en que los fabricantes generalistas buscaban ofrecer sobre la misma base de un utilitario o un compacto, una berlina de tres volúmenes y una carrocería familiar. El familiar, break o station wagon, era una carrocería casi obligatoria si se quería vender un coche en Europa al norte de los Pirineos.

SEAT no era ninguna excepción a la regla. Proponía dos carrocerías diferentes del mismo coche, pero con dos nombres diferentes: el SEAT Toledo, una berlina de 4 puertas, y el SEAT Leon, un compacto de cinco puertas. ¿Y el familiar? Nunca llegó a producción y se mantuvo en secreto hasta 2024.

SEAT siempre dudó de las carrocerías familiares

Los station wagons eran populares en toda Europa, aunque en España no había esa tradición de carrocería familiar. En el mejor de los casos eran vistos como automóviles profesionales, un poco al estilo de las pickups, y en el peor de los casos, la clientela huía de ellos porque les recordaban a una ambulancia o a un coche fúnebre. SEAT propuso algunos modelos en su era Fiat, como el SEAT 1500 Familiar, sin realmente conectar con los compradores.

De hecho, el primer station wagon de SEAT no llegó hasta 1996, con el SEAT Cordoba Vario diseñado con la ayuda de Italdesign. Derivado del SEAT Córdoba, y a su vez del Ibiza, fue la primera incursión de SEAT en el segmento de los familiares. Dejó de venderse en 1999, año en el que llegó el dúo formado por el SEAT León y el SEAT Toledo.

Desarrollados al mismo tiempo, el primer SEAT León y el SEAT Toledo de segunda generación, cumplían con la premisa de ofrecer una variedad de carrocerías sobre un mismo modelo, aunque con dos denominaciones comerciales diferentes. En este caso, un compacto de cinco puertas y una berlina de cuatro puertas. Sin embargo, ni Toledo ni León tuvieron una carrocería station wagon.

Evidentemente, en SEAT pensaron en ello y se llegó a fabricar un prototipo de diseño para estudiar su viabilidad. Este break debía completar la gama Toledo. Los dos modelos, Toledo y Toledo Vario -ese sería su nombre- son idénticos hasta los pilares centrales, una similitud compartida con el León.

La parte trasera del prototipo, fabricado en 1996, es decir, dos años antes del lanzamiento comercial del Toledo y posteriormente del León, presenta pilares inclinados y curvados a ambos lados de una luneta trasera curvada, así como pilotos traseros que recuerdan a los que adoptaría más tarde el SEAT Ibiza (2002) y el León de segunda generación en 2005.

El Toledo Vario cuenta con un maletero de 600 litros de volumen de carga sin abatir ningún asiento, 100 litros más que la berlina. El portón trasero lleva la insignia V5, lo que sugiere que bajo el capó se encuentra el efímero motor de cinco cilindros en V del Grupo Volkswagen, propuesto en el Toledo II con 150 CV.

Nadie sabe por qué esta variante familiar no llegó a comercializarse. La explicación más probable es que los estudios de mercado mostraron que la demanda era demasiado baja. También se habla de dejar el mercado libre a Skoda con su Octavia Combi, presentado en 1996 y con la misma plataforma del grupo que el León/Toledo.

Recordemos que SEAT sólo llevaba poco más de 10 años en el seno del Grupo Volkswagen y Skoda tenía por aquel entonces más peso que SEAT. Algo curioso cuando Skoda y SEAT vendían en 1996 más o menos la misma cantidad de coches,  en torno a las 285.000 unidades.

Sea como fuere, SEAT no comercializó el Toledo Vario. Hubo que esperar a 2010, con la llegada del Ibiza ST, para ver el regreso de un modelo station wagon a la marca, once años después del Córdoba Vario. En cuanto al Leon, no fue hasta su tercera generación, en 2012, que el compacto tuvo al fin una versión familiar.

Imágenes | SEAT Históricos

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