Probamos el Ford Kuga Hybrid: el SUV híbrido sin enchufe que te hará abandonar el diésel

Nota de Motorpasión

El Ford Kuga Hybrid se suma a la vertiente electrificada del C-SUV de Ford, que ya cuenta con un interesante híbrido enchufable y con un microhíbrido, aportando las ventajas de la hibridación sin los problemas asociados a tener que enchufar el vehículo para recargar las baterías. Así, el Ford Kuga Hybrid es un SUV híbrido autorrecargable, es decir, un FHEV.

Fabricado en Almussafes (Valencia), el Kuga Hybrid (o Kuga FHEV) se enmarca en la estrategia de electrificación que afronta Ford, que para este 2021 prevé tener un catálogo de 17 versiones de vehículo electrificado, entre eléctricos (EV), híbridos enchufables (PHEV), autorrecargables (FHEV) y microhíbridos (MHEV).

EV, PHEV, FHEV, MHEV... Ah, sí. Esta tabla:

tipo

siglas

explicación

Híbrido enchufable

PHEV

Vehículo impulsado por gasolina y/o electricidad, según decida el gestor de energía en función de los modos de conducción y otras variables. La batería se recarga de tres formas: con la ayuda del motor de gasolina, con las deceleraciones (lo que se conoce como frenada regenerativa) y enchufando el coche a un punto de recarga para coches electrificados.

Híbrido autorrecargable

FHEV

Vehículo impulsado por gasolina y/o electricidad, según decida el gestor de energía en función de los modos de conducción y otras variables. La batería se recarga de dos formas: con la ayuda del motor de gasolina y con las deceleraciones, lo que se conoce como frenada regenerativa

Microhíbrido (mild hybrid)

MHEV

Vehículo impulsado fundamentalmente por gasolina, con aportes puntuales de electricidad a demanda del conductor. La batería se recarga de dos formas: con la ayuda del motor de gasolina y con las deceleraciones del vehículo, lo que se conoce como frenada regenerativa.

Eléctrico

EV

Vehículo impulsado exclusivamente por electricidad. La batería se recarga de dos formas: con las deceleraciones del vehículo (lo que se conoce como frenada regenerativa) y enchufando el coche a un punto de recarga para coches electrificados.

Ford defiende que el Kuga FHEV alcanza 1.000 km de autonomía y puede batirse con los motores diésel.

Según Ford, el Kuga Hybrid alcanza una autonomía de "hasta 1.000 km", un rango "capaz de plantar cara a los motores diésel". Este dato oficial surge de prever un consumo de gasolina de 5,4 l/100 km, el mínimo que obtiene este SUV con tracción delantera en ciclo combinado WLTP equipando llantas de 17 pulgadas.

Así, el Kuga FHEV consigue una autonomía teórica un 30 % mayor que el Kuga PHEV, entre otras cosas porque el híbrido enchufable monta un depósito de gasolina de 42,7 litros mientras que el híbrido autorrecargable admite hasta 54 litros, y porque el enchufable acarrea una masa en vacío de 1.844 kg, por 1.701 kg que pesa el autorrecargable.

Sin embargo, a todo lo dicho cabe oponer un matiz, y es que la unidad que probaremos es de tracción total, monta llantas de 19 pulgadas y arroja en el banco oficial un consumo de 5,9 l/100 km en ciclo WLTP, de manera que ya veremos cuántos kilómetros se podrían hacer con estas condiciones.

Ford Kuga: el diseño exterior de un SUV que ahora es más coche

Pero antes de entrar en materia, demos un repaso general al diseño del Ford Kuga. Aunque sea un modelo ya conocido, vale la pena destacar todavía las diferencias que lo separan de su predecesor, un SUV que en su momento siguió una línea muy marcada que ahora queda ya en el pasado.

dimensiones

Longitud

batalla

anchura

altura

Ford kuga fhev

4.614 mm

2.710 mm

1.883 mm

1.658 mm

ford kuga 2017

4.524 mm

2.690 mm

1.838 mm

1.702 mm

diferencia

+90 mm

+20 mm

+45 mm

-44 mm

Frente al Kuga anterior, el nuevo Kuga no sólo crece en tamaño, sino también a un nivel cualitativo. Es mucho más atractivo que su predecesor, más crossover y menos apariencia-de-todoterreno. Muchísimo más coche, tal y como explicamos cuando probamos la versión híbrida enchufable.

Montado sobre la plataforma C2 de Ford, este Kuga se beneficia de una batalla porcentualmente mucho más larga que redunda en una mayor estabilidad y en un mayor espacio interior. A esa mayor estabilidad contribuye también la única cota que decrece: la altura del vehículo.

El aspecto general del Kuga es el de un SUV mucho más ambicioso, con un frontal de capó alargado que recuerda al Ford Puma, unos torneados laterales que atraen la mirada y una caída de techo rebajada que conduce a una zaga menos vertical y mucho más dinámica que la que tenía su predecesor.

El resultado es curioso, sobre todo cuando observamos el lateral. Por una parte, ese capó rebajado contrasta con una línea de cintura que se eleva al llegar a la parte trasera del vehículo. Pero por otra parte el aspecto global de este Ford Kuga es muy atractivo, visto al natural.

El color de la unidad de prueba, gris Magnetic, aporta un plus de sobriedad y elegancia al Kuga, sobre todo en la versión Vignale. Aunque —para gustos se hicieron los colores— definitivamente el rojo Lucid que vimos en la prueba del Kuga PHEV da a este SUV una vivacidad que el gris Magnetic que se observa en estas fotos ni siquiera llega a soñar.

En el interior del Ford Kuga, el espacio es para los ocupantes

El interior del Ford Kuga Hybrid invita a conducir. Los asientos son muy cómodos, el habitáculo rezuma espacio libre y la disposición de elementos permite acceder a ellos de forma relajada.

La acomodación a los mandos es intuitiva, y los ajustes permiten una gama de estaturas amplia, aunque hay algún elemento como el Head-Up Display que tiene reglajes algo insuficientes, de manera que el conductor necesita bajar demasiado la mirada para leer la información que da el sistema.

Por otra parte, la visibilidad se ve penalizada en la parte anterior derecha del vehículo, precisamente por ese frontal tan alargado y tan poco prominente que caracteriza al Ford Kuga, y en parte porque la posición de conducción natural es algo elevada.

La calidad de los acabados es excelente en la versión de la unidad probada, Vignale, y estos incluyen el panel de instrumentos de 12,3 pulgadas en color de 24 bits que ya conocimos en el Kuga PHEV y que aporta una gran mejora en la visibilidad de la información mostrada.

Aparte está la pantalla de la consola central, que es de 8 pulgadas y sirve de soporte al sistema de infoentretenimiento SYNC 3 de Ford.

En la banqueta trasera (dividida 60/40) los asientos se desplazan longitudinalmente hasta 15 cm y los respaldos son reclinables.

Al pasar a las filas traseras, continúa la sensación de espacio libre para los ocupantes. La caída del techo no dificulta en absoluto el paso por la puerta, y los asientos son más que suficientes para tres adultos, algo que por desgracia apenas prolifera en el mercado.

La primera fila de asientos dispone de 1.017 mm de altura para la cabeza, mientras que llega a los 999 mm en los asientos traseros. En las piernas, 1.077 mm para los asientos delanteros y 942 mm para los traseros dan buena cuenta del espacio interior disponible... para los ocupantes, porque el maletero es un punto crítico de este SUV.

El volumen de carga del Ford Kuga FHEV es algo escaso, igual que sucede con su hermano híbrido enchufable. En ambos casos, el maletero parte de 411 litros, un espacio ampliable a 581 litros al desplazar los asientos traseros, y alcanzando los 1.481 litros con los respaldos abatidos, que se pueden plegar mediante un mecanismo de desbloqueo a distancia.

El espacio de carga presenta formas muy regulares, eso sí, sin que se pierda volumen en recovecos. La altura de carga es algo elevada (833 mm), aunque el suelo de carga queda bien situado, y bajo el piso la unidad probada suma un espacio adicional a cuenta de una rueda de repuesto que no viene de serie.

Un SUV híbrido sin complicaciones

Ford quiere llevar la sencillez de manejo a su gama SUV híbrida. Lo vimos en el caso del Kuga PHEV y lo vemos de nuevo en este Kuga FHEV. Se vale del mismo bloque 2.5 Duratec de cuatro cilindros en línea y ciclo Atkinson, más el motor eléctrico que aporta su potencia cuando el sistema lo estima conveniente.

Según explica Ford, la batería del sistema híbrido, de 1,1 kWh, utiliza un sistema de refrigeración líquida que no sólo elimina la necesidad de ventiladores, sino que además permite una mayor compacidad en el empaquetado de las 60 celdas que la componen.

Las llantas Luster Nickel son exclusivas del nivel de acabados Vignale, que marca el tope de gama.

El sistema prioriza la parte eléctrica en modo Eco y siempre que sea posible cuando usamos el modo Normal. Por cierto, la ubicación del botón que permite cambiar entre modos, situado la izquierda del selector de marchas, obliga a desviar la atención y la mirada de forma poco compatible con una conducción segura. Mejor cambiar entre modos con el vehículo inmovilizado.

En esta versión autorrecargable no esperemos tener demasiada visibilidad sobre el uso de la electricidad en el sistema híbrido, o acabaremos decepcionados. Apenas sabemos cuándo carga y cuándo descarga la batería, y gracias. En ese sentido, el Kuga híbrido enchufable es mucho más explícito.

Esta unidad monta neumáticos de verano Continental Premiumcontact 6 de dimensiones 225/55 R19, unas cubiertas que según el fabricante de componentes alemán ofrecen una etiqueta energética con calificaciones A para el agarre en mojado y B para el ahorro de combustible, y 71 dB de ruido de rodadura.

Al volante del nuevo Ford Kuga Hybrid

Avanzamos ya con el nuevo Ford Kuga Hybrid, paseando sus 190 CV por un recorrido que combina vías urbanas, carreteras y autovías. A primera vista, y habiendo probado la versión híbrida enchufable de 225 CV, uno podría pensar que el recorte de potencia combinada se hará notar en el desempeño del Kuga Hybrid.

Sin embargo, mirando las masas de uno y otro coche ya se ve que eso no tiene por qué ser así. Calculadora en mano, tenemos que el PHEV presenta una relación potencia/masa de 0,089 kW/kg, mientras que el FHEV se queda en 0,082 kW/kg.

Va algo más ajustado, es cierto, pero a la práctica la diferencia pasa de ser un "qué bestia, cómo empuja el Kuga híbrido enchufable" a un simple "ah, pues el Kuga híbrido autorrecargable tira más que bien".

En ese sentido, tiene mucha relevancia la transmisión automática Power-Split de Ford, que es de variador continuo, pero que incluye una simulación de marchas en los modos de conducción Normal y Sport, lo que se traduce en aceleraciones escalonadas suavemente, que evitan la sensación de deslizamiento que caracteriza a las cajas CVT al uso, y así resultan aptas para todos los paladares.

Y hablando de suavidad, las transiciones entre la motorización eléctrica y la térmica son imperceptibles.

En el apartado dinámico, reproduce las mismas sensaciones que su homólogo PHEV: el conjunto chasis suspensión se muestra bastante fiable, igual que la dirección, que es ciertamente precisa aunque carezca de un tacto realmente firme, y cuenta con una maniobrabilidad ejemplar que se agradece en ciudad.

Sin embargo, en carretera el vehículo mantiene una mínima tendencia al subviraje, parecido a lo que le ocurría a la versión híbrida enchufable, si bien es menos acusada en este caso, seguramente a causa del menor peso que debe de estar soportando esta mecánica sobre el tren delantero, y también por la corrección que impone su sistema AWD, que reajusta el envío del par a las ruedas delanteras o traseras en menos de 20 ms.

Otra pega en el manejo viene dada por el comportamiento excesivamente intrusivo del volante robotizado para la asistencia a la conducción, que tiene la fea costumbre de meter baza de repente aunque la situación no lo requiera, de manera que al final uno se acaba cansando y desconectando el sistema.

En cambio, el control de crucero adaptativo funciona realmente bien, aportando la ayuda justa y necesaria y sin brusquedades cuando algún vehículo se interpone en el camino, aunque el modo de seguimiento de las señales de limitación de velocidad en ocasiones todavía resulta algo fallido, interpretando de forma incorrecta algunos datos de señalización vertical.

La sensación de comodidad en el habitáculo es muy potente, de hecho ese es uno de los principales rasgos de este SUV. Tanto a los mandos, como utilizando cualquiera de las otras cuatro plazas, el Kuga es un coche muy cómodo en el que moverse en el día a día y también en viajes largos.

Hablando de viajes largos, la sintonía de cualquier roadtrip que se haga con este SUV se beneficia, a partir del nivel de equipamiento ST-LINE X, de un notable equipo de sonido que firma Bang & Olufsen.

Con todo, y pese al trabajo realizado por Ford para reducir la rumorosidad y el ruido percibidos en el habitáculo, los ruidos de rodadura son bastante notorios en la unidad probada, igual que los producidos a altas velocidades por el rozamiento del aire, sobre todo en la zona de los retrovisores.

¿Cuánto gasta el Ford Kuga Hybrid?

En el terreno de los consumos, evaluar un coche híbrido como este siempre es complicado. El consumo depende de montones de variables, como el tipo de vía que transitemos, por supuesto la orografía, y también el estilo de conducción, como sucede con cualquier coche. Pero en un híbrido, sobre todo, depende del nivel de carga que tenga la batería en cada momento.

Un problema adicional es que el Ford Kuga apenas informa sobre el estado de la batería. La simplificación de manejo a la que aspira Ford se traduce en que la pantalla que muestra el flujo de potencia cuenta con un parco indicador del grado de carga o descarga, reiterando esa información con el dial que vemos en el panel de instrumentos, pero sin aportar nada más.

Así, no tenemos nunca una noción clara de cuánta energía estamos gastando en cada momento por un lado y por el otro. Simplemente sabemos la cantidad de kilómetros que recorremos en total, frente a aquellos que hasta el momento hemos recorrido en modo completamente eléctrico, un modo que tampoco podemos forzar de forma expresa con los mandos.

Siendo así las cosas, y sin ánimo de sentar cátedra, podemos aportar aquí nuestra experiencia tras una semana de uso. Con el depósito de gasolina lleno a tope, poco antes de devolver el vehículo y por tanto con la experiencia de haber rodado ya con él, el display nos da 705 km de autonomia.

Los consumos más habituales en tramo urbano, con aceleraciones, frenazos y juramentos en arameo incluidos, se sitúan alrededor de 4,5 l/100 km. En carretera, los números ascienden a 6,0 l/100 km, y en autopista, midiendo una decena de intervalos a 120 km/h constantes, se quedan en 5,5 l/100 km de promedio.

Nuevamente: estas cifras dependen en buena medida de cuál sea el estado de carga de la batería en cada momento. Los datos oficiales dicen que el consumo combinado WLTP es de 5,9 l/100 km para este SUV con el nivel de equipamiento que tiene la unidad probada.

¿Es el SUV Ford Kuga Hybrid una buena alternativa al Kuga diésel? Sin duda. Y en cuanto a la versión de sólo gasolina, cabe tener en cuenta el buen papel que realiza la parte eléctrica en el desempeño de este SUV, y luego hacer números, ya que todo dependerá del uso que demos al coche. Para ciudad, la opción híbrida se perfila como ganadora. En carretera, no tanto.

Precios y equipamiento del Ford Kuga FHEV

La gama del Ford Kuga FHEV consta de cuatro niveles de acabado: Titanium, ST-Line, ST-Line X y Vignale, ya que con los motores híbridos no existe el clásico nivel de acceso Trend para el Kuga.

De los disponibles, el nivel Titanium cuenta con elementos interesantes como la cámara trasera, el sensor de lluvia o los espejos calefactables, mientras que los niveles superiores aportan mejoras más centradas en elementos estéticos, de confort y relativos a los materiales empleados.

titanium

st-line

st-line x

vignale

  • Llantas aleación 17" Shadow Silver
  • Sensor de lluvia
  • Molduras y barras de techo en brillante
  • Parrilla delantera negra con bordes cromados
  • Cámara trasera
  • Espejos eléctricos calefactables plegables con luces de bienvenida
  • Espejo interior electrocrómico
  • Placas de desgaste delanteras
  • Aire Acondicionado
  • Arranque sin llave
  • SYNC + Pantalla táctil de 8" + Navegador + cuadro de mandos 12.3" + DAB + 6 altavoces
  • Llantas aleación 18", Rock Metallic
  • Molduras y barras de techo en negro
  • Parrilla ST-Line
  • Parachoques con aspecto deportivo
  • Difusores en color carrocería
  • Estriberas sport en aluminio
  • Revestimiento lateral inferior
  • Placas de desgaste ST-line
  • Tapicería y columnas oscuras
  • Pedales de aluminio
  • Alfombrillas ST-Line
  • Volante de cuero con costuras en rojo
  • Suspensión deportiva
  • Levas en el volante
  • Lunas oscurecidas
  • Faros Full LED
  • Faros antiniebla delanteros LED
  • Control de luces automático Apoyabrazos trasero con portavasos
  • Asiento con ajuste eléctrico en cuero parcial, con función masaje
  • SYNC + Pantalla táctil de 8" + Navegador + cuadro de mandos 12.3" + DAB + 10 altavoces sonido B&O
  • Portón trasero "manos libres"
  • Asiento deslizable en la 2ª fila
  • Cerradura eléctrica para puertas traseras a prueba de niños.
  • Puertas delanteras laminadas acústicas
  • Llanta de aleación 18", Luster Nickel
  • Faros antiniebla delanteros LED
  • Linea de cintura con moldura brillante
  • Parrilla superior cromada
  • Rejilla inferior Vignale
  • Parachoques específicos Vignale
  • Molduras cromadas
  • Difusor y escape Vignale
  • Estriberas, MLD-Color de la carrocería
  • Barras de techo brillantes
  • Portón trasero "manos libres"
  • Placas de desgaste frontales "Vignale"
  • Volante en cuero Vignale
  • Tapicería en cuero Windsor
  • Asientos y espejos con memoria
  • Paquete Invierno (incluidos asientos traseros calefactados)

El Ford Kuga FHEV llega con opciones de tracción delantera (FWD) y tracción a las cuatro ruedas (AWD). En función del sistema de tracción y del nivel de acabados elegido, su precio va de los 35.287 a los 42.922 euros.

versión

precio fwd

precio awd

titanium

35.287 €

37.472 €

st-line

36.534 €

38.672 €

st-line x

38.820 €

40.872 €

vignale

40.951 €

42.922 €

Ford Kuga FHEV: nuestra valoración

7.7

Diseño exterior 8
Diseño interior 8
Calidad 7
Habitabilidad 9
Maletero 7
Motor 8
Seguridad 8
Comportamiento 7
Comodidad 8
Precio 7

A favor

  • Economía de carburante
  • Gran comodidad interior
  • Buena maniobrabilidad urbana

En contra

  • Tendencia al subviraje
  • Acceso a modos de conducción
  • Información difusa y confusa
  • Tacto de la dirección


El nuevo Ford Kuga fija un antes y un después en la evolución del SUV compacto de Ford. Ahora es más coche y con esta versión híbrida consigue buenas cotas de autonomía, sumando puntos entre los SUV más atractivos del panorama actual y plantando cara al diésel sin necesidad de un enchufe.

Apto para la Etiqueta ECO de la DGT, el Ford Kuga FHEV es un buen SUV para moverse sin preocuparse por las emisiones, siempre que podamos movernos con la ayuda de la electricidad. Gestionando las aceleraciones y deceleraciones de forma eficiente, su consumo de gasolina puede ser bastante contenido, para un vehículo de estas características.

Ficha técnica del Ford Kuga Hybrid (FHEV)

ford kuga fhev 2.5 190 AWD Vignale


Motores

Duratec Atkinson 4 cilindros 2.5 cc 152 CV (112 kW)

y eléctrico 125 CV (92 kW) refrigerado por líquido

potencia máxima COMBINADA

190 CV (140 kW)

par máximo

200 Nm a 4500 rpm (gasolina)

230 Nm (eléctrico)

transmisión

Power-Split: caja automática Ford de variador continuo

con simulación de marchas en modos Normal y Sport

BATERÍA

Iones de litio 1,1 kWh 48 Ah

dimensiones (Largo x ancho x alto)

4614 x 1883 x 1658 mm

batalla

2710 mm

maletero

411 - 581 - 1481 litros

MASA EN ORDEN DE MARCHA

1701 kg

0 a 100 km/h OFICIAL

9,1 segundos

80 A 120 KM/H MEDIDO EN PRUEBA

6,1 segundos

velocidad máxima OFICIAL

196 km/h

consumo medio homologado (WLTP)

5,9 l/100 km

Consumo medio en prueba

6,5 l/100 km

AUTONOMÍA total EN PRUEBA

705 km

El coche utilizado para esta prueba ha sido prestado por Ford. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.

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