Ford Fiesta 2013, presentación y prueba en Roma

Hemos probado el Ford Fiesta 2013 y este pasado fin de semana hemos estado en Roma, la antigua capital de un gran imperio. Los romanos acabaron aprendiendo eso de que toda gloria es pasajera, y Ford lo tiene presente. A pesar de tener un superventas, la renovación trae consigo suficientes argumentos como para seguir siéndolo y no vivir de rentas pasadas.

Nos encontramos ante la cuarta sexta generación del Ford Fiesta, en su mitad de ciclo de vida. Este coche ha evolucionado desde un concepto de coche esencial que te llevaba de A a B hasta algo más sofisticado. El Fiesta básico lo seguirán vendiendo, pero van a ofrecer más a quien quiera un gran coche pero en una talla pequeña.

Las novedades que trae consigo van encaminadas a hacerlo más eficiente, más atractivo y más tecnológico. Se beneficia por ejemplo de tecnologías heredadas de sus hermanos mayores de gama, aunque lógicamente no todas. El resto del coche, en esencia, sigue siendo el mismo, ¿por qué cambiar algo que ya funcionaba?

Novedades en el interior del Ford Fiesta 2013

Es diferente el volante, ahora puede ser de cuero y eso le hace ganar puntos. Encontraremos más cromados y materiales de mayor calidad. Me ha sorprendido ver que la parte superior del salpicadero está acolchada, algo poco habitual en el segmento. Desconozco si el más barato será así, pero desde luego, poder tenerlo, puede.

Es más práctico, algunos portaobjetos han crecido y dispone de un nuevo doble fondo en el maletero que favorece la carga de objetos pequeños y de otros más pesados. No inventan la rueda, ya existía eso en el segmento B. No tiene una guantera climatizada, pero los asientos con memoria de verdad (tres puertas) los valoro más que ese detalle.

Ergonómicamente hay algunos cambios: los mandos del climatizador, la apertura de las puertas delanteras, la botonera de las ventanillas y la calefacción de los asientos se controlan ahora de forma más cómoda. Además en función del equipamiento, gana colorido y variedad de tejidos para hacerlo más personalizable.

Tiene varios modelos de radio-CD, y en todos los casos la cantidad de botones es considerable. No creo que sea un problema para alguien de 20 a 30 años, sobre todo si está acostumbrado a toquetear electrónica desde pequeño. A un cliente más entrado en años le costará más adaptarse.

La versión más avanzada, con el sistema Ford SYNC, le encantará a los que tengan un teléfono moderno. Admite muchos comandos vocales y el funcionamiento ha mejorado respecto al anterior sistema V2C. Lo mejor es la llamada automática al 112 cuando tenemos un accidente… aunque será inútil si no hemos encendido el Bluetooth o si el teléfono se queda sin batería.

Con SYNC podemos marcar llamar a gente de nuestra agenda existente sin necesidad de guardar contactos de voz en el coche, o ponernos canciones catalogadas mediante metadatos (ID3 en los archivos MP3). No me extiendo porque tiene muchas posibilidades, pero en Xataka han analizado de forma exhaustiva todo esto.

El sistema Mykey

Por primera vez en un Ford europeo llega la “niñera” electrónica que tanto éxito ha tenido en Estados Unidos. MyKey es una forma de que el propietario del coche ceda las llaves a un conductor novel con una tranquilidad añadida y unas condiciones pactadas que el coche no se saltará por sí solo.

Con este sistema, el volumen máximo se puede limitar (lo siento por los amantes del botellón), el pitido del cinturón de seguridad es aún más molesto (y corta la música), se puede limitar la velocidad máxima (a 140 o 160 km/h), avisar antes de lo normal de la reserva de combustible e impedir que se desconecte el ESP o el frenado automático en ciudad (Active City Stop).

En EEUU el sistema es más restrictivo porque está pensado para conductores desde los 16 años, menores de edad. Aunque es cierto que la limitación efectiva de velocidad puede parecer muy alta, prefieren avisar previamente (es configurable) en vez de capar el coche en una situación límite, como un adelantamiento apurado.

Ojalá sirva para ahorrar en la póliza de un seguro.

Gama de motores

Inicialmente el Fiesta se ofrece con cuatro versiones gasolina y dos de gasóleo. Los tetracilíndricos 1.25 Duratec dan 60 y 82 CV, serán reemplazados más adelante por los 1.0 Ti-VCT (sin turbo) de similar potencia. Los 1.6 han sido jubilados, y los tricilíndricos 1.0 Ecoboost (con turbo) dan 100 y 125 CV, respectivamente.

En cuanto a petroleros, tenemos el nuevo 1.5 TDCi (75 CV) que reemplaza al 1.4 TDCi de origen PSA/Ford y 68 CV. Por encima está el 1.6 TDCi, que se ofrece en versión de 95 CV y próximamente el ECOnetic de misma potencia pero con desarrollos más largos y un consumo menor, aunque inicialmente saldrá más caro.

Los 1.0 Ecoboost homologan consumos inferiores a 5 l/100 km, menores que los 1.25 atmosféricos, pero gastarán más los 1.0 con un uso medio/alto de exigencia. Los TDCi homologan 3,6-3,7 l/100 km de gasóleo, en uso real, probablemente el 1.6 gaste menos. El 1.6 TDCi ECOnetic consumirá aún menos, al menos, en homologación.

De paseo por Roma con el 1.0 Ecoboost

Durante esta toma de contacto no salimos en ningún momento de zonas limitadas a 50 km/h, por lo que todas estas impresiones son muy preliminares. El recorrido discurrió por varias avenidas romanas, con un tráfico que obligaba a modificar constantemente la velocidad, aunque no fue ni la décima parte de horrible que el que nos tragamos en autobús.

No había tenido aún contacto con el tricilíndrico este, elegí el de 125 CV para notar más sus efectos. Al principio sí, en efecto, se nota que tiene tres cilindros porque está naturalmente descompensado, pero no es un efecto tan notable como el de tricilíndricos más económicos que he probado.

El turbo de baja inercia proporciona al motor una briosa respuesta desde muy abajo, dándole marcha con un retardo mínimo, aunque también hace que sea un poco brusco si no tenemos práctica. Los noveles estarán encantados, se puede sacar en primera solo a base de embrague, como un petrolero (Diesel).

El motor se encuentra cómodo a bajas revoluciones, y es divertido subirlo de vueltas por lo ronco que suena, aunque si hacemos eso, el consumo puede asustarnos. Dándole alegría al acelerador, pero sin conducir como en un Gran Premio, mi media superó los 9 l/100 km. Hubo gente a la que le gastó aún más de 10 l/100 km.

Este motor puede consumir muy poco pero en condiciones estabilizadas de carga y velocidad, ya nos lo contaron mis compañeros Hatzive y Josep conduciendo los Focus con este motor. Si se acelera y se frena con frecuencia, no tiene nada que hacer frente a un Diesel, y no hablemos ya de híbridos…

Por ejemplo, en un lugar donde pude mantener 50-60 km/h, circulé en quinta —no tiene sexta— y el ordenador indicó una media de 3 l/100 km o inferior. Claro, el motor gira poquísimo y a puntita de gas mantenía ritmo sin rechistar. Como en todo motor sobrealimentado, si hacemos currar mucho al turbo, pues no consumiremos poco nunca.

Me habría gustado conducirlo en una carretera con buenas curvas para compararlo con el Fiesta S 1.6 (100 CV) que conduje hace unos años. Recuerdo ese motor como una bomba, divertido a raudales, invitaba a conducirlo todo el rato pegando acelerones y viviendo al corte de inyección. La pega es que hacía remolinos en el depósito.

La verdad es que este motor tiene un tacto deportivillo interesante, algo que los TDCi no nos van a proporcionar. Además, es muy fácil de llevar y próximamente tendrá una versión automática de doble embrague (Powershift). Ahora bien, al que le gusta pisarle, que tenga en cuenta que amortizaría el Diesel bien rápido porque es muy sensible al uso.

Nos tenemos que acostumbrar a su acelerador, le hacemos cosquillas rápido y nos costará encajar las sucesivas marchas sin notar algún tirón. En cuanto al Stop&Start, o desconetamos el aire acondicionado, o el motor no se apaga. Es perceptible, sacudida mediante, cuándo se apaga y cuándo arranca. No es fácil calarlo con una salida rápida, arranca a tiempo.

Impresiones generales de conducción

Del Fiesta que probé en 2009 me quejé del tacto de la dirección, me gustó mucho más el de la generación previa (hidráulico en vez de eléctrico). En el modelo 2012 se ha revisado el tacto, especialmente en los primeros grados de giro, y la sensación que me ha dado es diferente. Ya no le veo tanto tacto de juguete.

Si bien me falta comprobarlo en carretera abierta, sí considero que ha ido a mejor en ese sentido. De suspensión, sin ser una versión deportiva, me pareció algo durillo pero sin llegar a ser incómodo. Solo lo puse en apuros una vez, tomando fuerte una curva de doble carril, en la que el eje trasero se mostró algo más travieso de lo normal.

En el Mazda2, su primo lejano, no me gustó nada el comportamiento de la suspensión trasera en condiciones exigentes. Si vamos a circular habitualmente por calles empedradas, quizá sería preferible un coche con la suspensión un poco más blandita o usar neumáticos de menos de 16 pulgadas (en las fotos vemos llantas de 16”).

Precios del Ford Fiesta y fecha de comercialización

Se comercializa en dos carrocerías, tres y cinco puertas, con los motores antes mencionados (en función del equipamiento). Tiene las siguientes gamas: Trend, Sport (solo 3p) y Titanium/Titanium X (solo 5p). Desde el lanzamiento, los paquetes Techno (para Trend) y Sony Clima (Sport y Titanium) vienen sin coste de forma temporal.

Por razones de espacio, detallaremos todo el equipamiento en otro momento, y ahora resumimos la lista de precios. El más Fiesta más baratito es el Trend 1.25 3p por 13.350 euros. En cinco puertas, cuesta 14.100 euros. La versión más cara es el Titanium X 1.6 TDCi 5p, que cuesta 19.250 euros. Todas las versiones son compatibles con el Plan PIVE.

Ciertamente es más caro que el modelo que reemplaza, pero también va mejor equipado y es “más coche”. Las versiones más caras pueden ser una alternativa a un compacto más grande si queremos mucho equipamiento pero no renunciar a potencia/prestaciones razonables. Se aceptan pedidos desde noviembre de 2012.

Los gastos del viaje para esta presentación han sido asumidos por la marca. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.

Vídeo | Youtube

En Motorpasión | Prueba del Ford Fiesta 1.6 TDCi (modelo 2009, exterior e interior, conducción y dinámica, equipamiento, versiones y seguridad, valoración y ficha técnica)

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