BMW X5 40d xDrive, prueba (exterior e interior)

En el año 1999 BMW lanzó al mercado su primer SUV de lujo, el BMW X5. En el año 2006 llegó la segunda generación que continuó con las magníficas cifras de ventas del modelo original, y esa segunda generación recibió una pequeña actualización en 2010.

Tres años más tarde, el BMW X5 todavía sigue siendo un líder en las listas de ventas de su segmento, así que hemos elegido para esta prueba la versión 40d xDrive, que gracias a su motor 3.0 diésel de 306 caballos de potencia, combina las altas prestaciones con un confort de marcha digno de una berlina de lujo. ¿Pulsas el botón start con nosotros?

Del BMW X5 se vendieron en España en 2012 un total de 900 unidades, bastantes más que de su hermano casi gemelo el BMW X6 que se quedó en 634 unidades. Solo el Mercedes ML con sus 1.409 unidades se vendió más entre los SUV de lujo. El Audi Q7 con 699 unidades se queda también atrás.

Así pues, el BMW X5 con código interno E70 sigue siendo uno de los SUV de lujo predilectos de nuestro mercado, un coche que a pesar de los años y de denotar algún detalle un tanto arcaico, sigue triunfando.

Estéticamente sigue siendo actual. Es como Isabel Preysler, parece que los años no pasan por él. Las líneas de su carrocería no eran precisamente futuristas en el año 2006, sino que se veía como un coche bastante tradicional y poco rompedor con las líneas de la época.

Tal vez ese estilo clásico es el que le ha permitido mantenerse al margen de las tendencias y las modas del sector automoción y seguir encandilando así a los clientes de los SUV de lujo.

En el frontal destacan las grandes ópticas situadas a los lados de los riñones típicos de BMW. Estos tienen las varillas en color titanio, un detalle que permite diferenciar a las versiones más potentes de gasolina y diesel del resto de la gama. En el X5 M son de color negro.

Se identifican perfectamente las dos luces situadas en el interior de las carcasas de los faros delanteros, de forma redonda y destacan especialmente si están encendidos los perfiles de led con forma circular.

La puesta al día del año 2010 también afectó a los parachoques, que ahora se ven más actuales y en línea con algunos detalles que marcan el estilo del resto de la gama. Aunque son ficticias, las zonas de plástico negras de los laterales simulan dos entradas de aire.

Las llantas de 18 pulgadas de serie en la versión de pruebas son bastante normales si las comparamos con las otras disponibles en el catálogo de opciones, con 19 (de serie en el X5 50i) e incluso 20 pulgadas de diámetro (de serie en el X5M). Las de serie permiten alguna pequeña incursión por el campo, las otras me temo que no.

Los estribos de aluminio que veis en las fotos forman parte del equipamiento opcional del coche, cuestan 481 euros y son cómodos para subir y bajar, aparte de darle un toque más off road a un coche que en contadas ocasiones abandonará el asfalto.

En la trasera, los cambios son mínimos respecto al original de 2006. Cambia el diseño del paragolpes, que a su vez integra dos salidas de escape redondas de 80 mm. de diámetro, una a cada lado del coche. La versión 50i se identifica por las salidas ovaladas de mayor tamaño.

La tapa del maletero se abre en dos partes, el portón hacia arriba con accionamiento eléctrico (opcional por 666 euros), mientras que para obtener la máxima superficie de llenado, hay que bajar la bandeja inferior.

El interior del BMW X5 40d xDrive

Y ya que estamos en la zona del maletero, entremos hacia el interior a través de él. Tiene 620 litros de capacidad, y aunque una de las novedades de la versión 2010 es que se ofrece de forma opcional una tercera fila de asientos en la zona del maletero (2.442 euros), esta unidad de pruebas no la traía.

Así pues, esos 620 litros de capacidad se dividen entre la zona situada en el suelo del maletero, y un compartimento muy amplio situado debajo. Basta con levantar la tapa y encuentras un espacio equivalente al de la rueda de repuesto (lleva neumáticos RunOnFlat), que teniendo en cuenta su tamaño, es suficiente para guardar mucho equipaje.

Del maletero saltamos a la fila trasera de asientos, que destacan tanto por el ancho disponible como por el espacio amplio para las piernas. Frente a lo que ocurre con otros SUV por el estilo como su hermano el BMW X6, el X5 ofrece cinco plazas reales y no cuatro. Un importante punto a su favor que premia la practicidad frente al capricho que otros coches de su segmento.

En las plazas delanteras, más de lo mismo. Los asientos son muy cómodos, aunque carecen del apoyo lateral que esperaba en un coche de sus prestaciones. Siempre hay un catálogo de opciones amplio y caro para solucionar este pequeño problema con los asientos deportivos que cuestan 716 euros.

Por lo demás los asientos tienen múltiples reglajes que, unidos a los ajustes también eléctricos del volante, permiten encontrar una posición de conducción ideal con solo unos movimientos. El reglaje eléctrico de los asientos cuesta 1.356 euros. Si, eso también es opcional.

Vas sentado muy alto, con una superficie acristalada muy amplia y así tienes una sensación de control absoluto sobre el tráfico que te rodea. La unidad de pruebas llevaba el head up display (opcional por 1.652 euros), que proyecta información de forma muy cómoda en el parabrisas.

Además llevaba el sistema de cámaras de visión periférica, formado por dos cámaras en los extremos del paragolpes delantero (opción de 517 euros) y una cámara trasera (opción de 863 euros). Es un equipamiento muy a tener en cuenta sobre todo si tenemos que usar esta bestia de 4,85 metros de largo en la jungla urbana.

Los mandos de climatización (bizona), la radio y el control del navegador, se realizan a través de los mandos dispuestos por la zona central del salpicadero, de funcionamiento muy sencillo e intuitivo.

El iDrive es de serie, y aunque la pantalla normal es de 6,5 pulgadas, si montas el navegador Professional, el tamaño aumenta hasta las 8 pulgadas. El navegador por satélite con pantalla en color está perfectamente integrado en el salpicadero, no como en los BMW de última hornada dónde las pantallas quedan situadas en una posición externa fija.

El volante del coche tiene buen tacto, aunque para mi gusto el diámetro es excesivo. Si, es grande porque llevas un coche grande, pero no hace falta recordártelo en cada movimiento de la dirección. En BMW le llaman volante deportivo, aunque hay otro opcional más pequeño y deportivo que integra las levas del cambio.

La calidad de los acabados, es excelente como en casi todas las creaciones de BMW. Encontramos un ajuste de los plásticos, las telas y las diferentes piezas soberbio, sigue estando en los niveles más Premium dentro de los coches de su categoría.

Los huecos para dejar objetos se reparten por todo el habitáculo, ya que dispones de pequeñas guanteras tanto en el túnel central que separa ambos asientos como en las puertas. Además, la guantera situada enfrente del asiento del copiloto, se abre con dos compuertas hacia fuera pulsando un botón, y ofrece un espacio bastante amplio.

Mañana toca hablar de conducción y dinámica en todo tipo de terrenos, aunque he de admitir que no lo metí por el campo. Es una pena manchar la tapicería de cuero con barro.

Continuará...

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