Probamos el BMW X4 M40i, un SUV que consigue lo imposible combinando dinamismo, eficacia y confort a partes iguales

Nota de Motorpasión

Algunas cosas son inevitables, como la declaración de la renta, BMW proponiendo una versión “coupé” de los modelos que componen su gama de SUV. El BMW X5 tiene al X6 como variante coupé y el BMW X3 a este X4.

Así, bajo la estilizada carrocería del BMW X4 se encuentra la misma plataforma que el BMW X3, un SUV ya de por sí muy logrado, y que en el BMW X4 M40i que probamos hoy equipa el 6 cilindros en línea gasolina de 3.0 litros y 360 CV, un modelo que parte de los 82.200 euros.

Otro hecho inevitable es que cualquier BMW nuevo parece tener el logotipo M de las versiones deportivas por todas partes, desde el modelo más humilde hasta el más caro. En el caso del BMW X4 M40i, la presencia de la famosa M, al menos no es usurpada.

El BMW X4 se encuentra actualmente en su segunda generación, y sigue el camino trazado por su predecesor. Como antes, el X4 no deja de ser un BMW X3 con una carrocería ligeramente diferente, con un techo y una zaga de tipo fastback que recuerdan a los coupé, como elemento diferenciador.

En la teoría de BMW, la propuesta estética diferente se debe a que el X4 está más orientado a las prestaciones y las sensaciones al volante que su hermano de gama (como si el X3 fuese un coche torpe). Sea como fuere, la propuesta estética gusta. Aunque eso no impidió BMW actualizar el X4 en 2021, cuatro años después de su lanzamiento (es inevitable en BMW, cada cuatro años toca restyling).

Operaron algunos retoques de estética en la parte delantera y trasera, con parachoques cuyas tomas de aire son más angulosas y grupos ópticos rediseñados, mientras que a bordo estrenó una nueva pantalla central de 10,5 pulgadas.

A nivel mecánico, todas las mecánicas recibieron una microhibridación lo que les permite disponer de la etiqueta medioambiental ECO. En el caso del M40i, el 6 cilindros sobrealimentado por turbo de doble entrada pasó, además, de 354 CV a 360 CV, manteniendo intacto sus 500 Nm de par motor.

Un coche más dinámico que realmente deportivo

Hay algo intrínsecamente único en un 6 cilindros en línea 3.0 litros de BMW, le da otro carácter al coche. Estamos frente a una rara combinación de suavidad, refinamiento y al mismo tiempo de potencia, de una enorme fuerza si se lo pedimos. Además, el motor canta bajo el capó y los escapes le acompañan. Las modulaciones de su canto se suceden en toda la gama de revoluciones, acelerando hasta las 7.000 rpm. ¿Qué coches suben hoy en día a 7.000 vueltas? Pues eso.

Pero el SUV coupé no sólo gana en temperamento mecánico frente a otros X4, sino también en precisión. Los modos de conducción que actúan sobre toda una serie de parámetros (suspensión, respuesta al acelerador, dirección, sonido motor) permiten adaptar la flexibilidad de la suspensión.

El comportamiento es excelente en modo Confort, ofreciendo una conducción sorprendentemente cómoda y refinada a pesar de las enormes llantas de 21 pulgadas, sólo se oye un muy ligero ronroneo que procede del 6 en línea. La caja de cambios automática de 8 velocidades no sufre ninguna inercia y siempre está en la marcha correcta, sin dar nunca la menor sacudida.

En el otro extremo, el modo Sport transforma el carácter del X4. La dirección se vuelve más consistente, la suspensión mucho más firme y aporta auténticas sensaciones deportivas. Pero no hay que tomarlo por lo que no es. No es un BMW M "de verdad", a secas, y no se asemeja en nada al BMW X4 M. Y es una buena cosa que así sea.

De entrada porque no tiene una suspensión exageradamente dura, y que rebota constantemente sobre la más mínima imperfección, porque tiene que contener las dos toneladas del SUV como si estuviese rodando en un circuito. Dotar un SUV con una suspensión apta para circuito, en un coche que probablemente nunca verá una pista, le resta confort en el día a día.

Aunque el tren delantero es relativamente incisivo para un vehículo de este tamaño, sigue siendo un coche pesado (1.995 kg) y con un centro de gravedad alto. En vías rápidas y secundarias sin muchas curvas cerradas, este X4 va sobre raíles y es su terreno de predilección. Sólo en los tramos más revirados, la masa y la inercia se invitan a la fiesta alargando la trayectoria. Al menos, los frenos con pinzas de 4 pistones están a la altura de la masa a detener y la tracción integral xDrive aporta una motricidad casi sin fallos.

Al final, "dinámico" sería un término más apropiado que "deportivo" para describir las sensaciones experimentadas a su volante. En otras palabras, el X4 M40i se comporta muy bien en cualquier carretera, es cómodo, con aplomo al mismo tiempo que ofrece la precisión y la contención en los movimientos de carrocería para ir a ritmo alegre. Una amortiguación de compresión más firme y/o unas barras estabilizadoras más rígidas no le aportan nada a este coche.

El equilibrio perfecto entre sport y uso diario

No es un coche torpe, por tanto, y menos aún aburrido. Las prestaciones están ahí para recordárnoslo. Ejecuta el 0 a 100 km/h en 4,9 s y acelera de 80 a 120 km/h en 4,1 segundos. Suficiente para adelantar con total seguridad en cualquier circunstancia y a casi cualquier vehículo. Suave, pero con fuerza, decíamos.

Y lo más impresionante de todo, que demuestra hasta qué punto BMW es uno de los mejores motoristas de la industria, es que ni siquiera es un coche que consuma en exceso. En autopista a más de 120 km/h (no en España), con el maletero cargado y tres personas a bordo logra una media de 9 l/100 km, bajando a 8,5 l/100 km en España a 120 km/h.

Es apenas 0,5 l/100 km más que la media que logré con un BMW X4 xDrive30i y su 4 cilindros 2.0 litros turbo de 254 CV. En carreteras secundarias, el consumo es sorprendentemente bajo, apenas poco más de 8 l/100 km, mientras que en ciudad sí se puede acercar a los 10 l/100 km.

En cuanto al interior, amplio y con una posición de conducción perfecta, nos encontramos con que el salpicadero del X4 es casi idéntico al del X3, pero eso no es malo, porque eso implica acabados de excelente calidad percibida, tienen el aspecto y el tacto premium que se espera de un BMW. Y más aún en un BMW de 80.000 euros.

La iluminación ambiental personalizable aumenta el factor sorpresa por la noche, mientras que el sistema de infoentretenimiento iDrive de BMW, con pantalla táctil de 10,5 pulgadas y  selector circular en el túnel central, sigue siendo la referencia en cuanto a facilidad de uso. Se agradece también la presencia de botones físicos, sobre todo para los controles del climatizador.

Por último, se tiende a pesar que el estilo coupé del X4 compromete el espacio para la cabeza en las plazas traseras y el volumen de carga en el maletero. En realidad no es tan malo como uno piensa. Si mides menos de 1,80 m no tendrás problemas de espacio para la cabeza o las piernas sentado atrás.

En cuanto al maletero, con 525 litros de capacidad, cabe de sobra todo el equipaje de cuatro adultos y más. Vale, sí son 25 litros menos que en el BMW X3, pero es que 25 litros es más o menos el tamaño de una pequeña maleta de cabina. Es un diminuto sacrificio en el altar del estilo.

El BMW X4 M40i frente a sus rivales

La propia condición de SUV Coupé del X4 hace que tenga pocos rivales fuera de los sospechosos habituales, Mercedes y Audi. Especialmente cuando hablamos de un coche que parte de los 82.200 euros y equipado con una serie de paquetes opcionales, como el Paquete Comfort de 2.491 euros (acceso sin llave, ajuste lumbar de los asientos delanteros, "cristales de confort acústico", entre otros) o el Paquete Innovation de 7.262 euros (BMW Live Cockpit Professional con servicios conectados, control por gestos, alarma, etc) o el techo solar panorámico y las lunas traseras tintadas (pack Travel de 2.439 euros). Una serie de opciones que llevan la unidad de prueba a más de 100.000 euros.

Mercedes propone el GLC 300 e 4Matic Coupé, un híbrido enchufable PHEV que ofrece una habitabilidad un tanto inferior al BMW y un comportamiento en el que prima el confort. El Audi SQ5 Sportback, un estiloso diésel de 340 CV, ideal para largos trayectos, pero en el que el dinamismo está ausente.

Otra alternativa a considerar seriamente sería el Porsche Macan S de 380 CV. Ofrece un interior de mayor calidad, un espacio similar y un dinamismo mucho más marcado, todo ello sin perder confort, es decir, sin convertir el coche en una tabla como lo haría un BMW M. Eso sí, es casi 8.000 euros más caro y su equipamiento de serie no es más generoso que en el M40i.

BMW X4 M40i: nuestra valoración

7,9

Diseño exterior 8
Habitabilidad 8
Diseño interior 7
Calidad 8
Maletero 8
Motor 9
Seguridad 8
Comportamiento 8
Comodidad 8
Precio 7

A favor

  • Dinamismo, aplomo, precisión
  • Confort de marcha
  • Consumo y prestaciones

En contra

  • Visibilidad trasera
  • Equipamiento tecnológico en opción


El BMW X4 M40i ofrece lo mismo que su hermano X3 M40i, pero con un envoltorio más original… y por el mismo precio (el X3 es sólo 50 euros más caro). Y si bien no tiene el mismo comportamiento ni la misma puesta a punto que un BMW M, no es necesariamente algo malo, al menos cuando hablamos de un SUV.

Vale, el X4 M40i no podrá tomar las curvas con la misma soberbia que el X4M. Su suspensión es más blanda, su amortiguación más benévola con nuestra columna vertebral y la dirección más estable en el centro, pero al menos todo el mundo se sentirá mucho más descansado después de un viaje de 700 kilómetros, empezando por el conductor.

La magia de BMW siempre ha sido su excepcional capacidad para combinar prestaciones y confort a partes iguales en un mismo formato. El X4 M40i es una mezcla perfecta de ambos atributos.



Motor

Gasolina. 6 cilindros en línea de 2.998 cc. Sobrealimentado por turbo de doble etapa. Microhíbridación de 48 V con motor/generador de 11 CV y batería de 0,53 kWh.

potencia máxima

360 CV de 5.200 a 6.500 rpm

par máximo

500 Nm de 1.850 a 5.000 rpm

transmisión

Tracción integral. Cambio automático ZF de 8 relaciones

dimensiones (Largo x ancho x alto)

4.752 x 1.938 mm x 1.621 mm

batalla

2.864 mm

maletero

525 litros

peso

desde 1.995 kg

80 a 120 km/h

4,1 s

0 a 100 km/h

4,9 s

velocidad máxima

250 km/h

consumo medio homologado (WLTP)

8,7 l/100 km

consumo medio en prueba

9,5 l/100 km

ETIQUETA MEDIOAMBIENTAL

ECO

PRECIO (PRECIO UNIDAD PROBADA)

82.200 euros (102.554 euros)

El coche para esta prueba ha sido prestado por BMW. Para más información consulta nuestra guía de relaciones con empresas.

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