El impuesto al diésel se retrasa: lo más probable es que no tengamos que pagar más por él a partir de enero

La subida al impuesto del diésel podría retrasarse aún más y no comenzar el próximo enero, tal y como tenía previsto el nuevo Gobierno. La propuesta, no exenta de polémica, podría no estar finalmente incluida en los Presupuesto Generales para 2019, debido a que el Ejecutivo está encontrando dificultades para pactar los mismos con el resto de fuerzas políticas en la fecha acordada, que sería el próximo mes de septiembre.

El Gobierno de Pedro Sánchez ha puesto sobre la mesa, desde el principio de su mandato, elevar el precio del diésel, que actualmente cuenta con una fiscalidad menor sobre la gasolina. Esto supondría equiparar el gravemen asociado a ambos combustibles, lo que se traduciría en un incremento de hasta casi 10 céntimos por litro respecto al impuesto actual asociado al gasóleo.

Pero no todos los partidos que apoyaron a Sánchez en la moción de censura estarían de acuerdo con la subida de impuestos, lo que incluye el de los hidrocarburos, como es el caso del PNV, cuyo voto fue vital para cesar el Gobierno de Mariano Rajoy.

Fecha límite para llegar a un acuerdo: noviembre

La propia ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha admitido que el incremento fiscal al diésel podría no estar finalmente incluido en los presupuestos de cara al año que viene, como tampoco lo harían el gravamen a la banca, cuya intención es sufragar parte de la hucha de las pensiones, o el conocido como impuesto digital, que obligaría a que gigantes tecnológicos como Amazon, Facebook o Google pagaseb parte de sus impuestos en España.

Tal y como ha expuesto Montoro en una entrevista publicada por El Economista, que este incremento aún no está cerrado porque se enmarca dentro de un paquete medioambiental en el que el Gobierno del PSOE aún está trabajando. "Tiene un elemento político superior al de la recaudación", expone la ministra. Y es que el objetivo del Ejecutivo es transitar hacia un sistema energético menos contaminante.

Estas declaraciones contrastan con la reciente afirmación de la ministra de Industria, Reyes Maroto, que había anunciado hace menos de una semana que la subida fiscal estaría finalmente incluida en los Presupuestos de 2019 y que entraría en vigor a partir de enero. Por su parte, el PSOE expone que, en realidad no se trata de un retraso: "Los impuestos pueden llegar en cualquier momento".

Sea como fuere, para el Gobierno es vital aprobar los Presupuestos, por lo que se ha visto obligado a aparcar las propuestas más polémicas y con las que está encontrando problemas para obtener el voto del resto de fuerzas políticas. No obstante, para el PSOE es esencial llegar a un acuerdo, poniendo como fecha límite noviembre, lo que permitiría que entrasen en vigor en enero de 2019.

5 euros más por llenar el depósito

La intención del Ejecutivo es realizar una subida escalonada que equipare el precio del diésel al de la gasolina. Para ello, el Gobierno ha planteado incrementar en hasta 9,55 céntimos más por litro el gravamen asociado al gasóleo, que actualmente está fijado en 30,70 céntimos respecto a los 40,25 céntimos por litro de la gasolina.

Al hacerse de forma gradual, en los planes del PSOE está la de realizar una pequeña subida en un primer momento, de entre dos y tres céntimos, para posteriormente ir subiéndose hasta esos casi 10 céntimos anunciados.

De cara al bolsillo del consumidor, esta subida de 9,55 céntimos por litro se traduciría en hasta 5 euros más al llenar un depósito de 50 litros. En España, hay actualmente 17,9 millones de coches con motor diésel, lo que se traduce en cuatro millones más respecto a los alimentados por gasolina. A ello hay que sumarle que el consumidor ha hecho una inversión mayor al tratarse de un modelo de gasóleo, ya que normalmente su precio es más elevado que el de su equivalente en gasolina.

El diésel subirá, pero no en enero

Asimismo, Maroto recuerda, tal y como publica El Mundo, que "se ha hablado mucho del diésel, pero la realidad es que todavía no se ha puesto encima de la mesa un posible borrador para ver, con los sectores implicados, la letra pequeña de lo que será el impuesto al diésel". Y en la letra pequeña estaría cómo se llevará a cabo este incremento, ya que se baraja que haya excepciones: se contempla que no afecte a los autónomos, así como a transportistas o agricultores.

Pese a que la medida no sólo es de carácter recaudatorio, sino también política, el Gobierno de Sánchez ya ha hablado de números. Elevar en casi 10 céntimos el impuesto al diésel proporcionaría una recaudación adicional de 2.140 millones de euros, mientras que aplicándose de forma escalonada ingresará en las arcas del Estado unos 600 millones de euros anuales.

Sin embargo, el escenario que se plantea con esta subida afectaría a no pocos ámbitos del sector del automóvil, así como a otros como el propio medioambiental, ya que el retroceso de los automóviles diésel en favor de la gasolina, incrementaría aún más las emisiones de CO₂, una tendencia que ya se ha notado en 2017. Quedan por tanto muchos flecos por cubrir y no será sencillo. Lo que queda de manifiesto es que lo más probable es que no tengamos que empezar a pagar más por el diésel a partir de enero.

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